El impactante proyecto urbanístico The Line, que se está levantando en Arabia Saudí, es totalmente genuino y ambicioso. Marcará un antes y después en estos desarrollos. Sus planificadores lo promueven como una ciudad del futuro: sostenible, eficiente e inteligente, capaz de albergar a 9 millones de habitantes. Todos conviviendo en una ecociudad lineal que se extiende por unos 170 kilómetros. ¿Más allá de lo innovador tiene sentido construir The Line para enfrentar el cambio climático?
Impresiona la visualización de las maquetas del proyecto, pero qué tal, sería vivir en esa gigantesca construcción que estará formada por dos rascacielos paralelos de acero y cristal de 500 metros de alto y 200 metros de ancho. Más altos que el Empire State Building. Conectados por pasarelas que correrán en una línea a través del terreno costero, montañoso y desértico. Los residentes tendrán acceso a todas las instalaciones, servicios, distracciones a menos de cinco minutos a pie.
Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, el príncipe heredero de Arabia Saudí, anunció en 2021 el megaproyecto de ciudad sostenible e inteligente que deberá concluir en 2030, como un homenaje a la agenda climática. The Line es sólo una parte de Neom, un gigantesco complejo futurista que abarca 26.500 kilómetros cuadrados en la región de Tabuk. Su objetivo es convertirse en el mayor centro de innovación, tecnología y turismo del mundo. Tras una voluminosa inversión estimada es más de 500.000 millones de dólares.
“Sin carreteras, autos, ni emisiones, The Line funcionará con energía 100% renovable y el 95% de la tierra se preservará para la naturaleza”, señala el proyecto en su sitio en internet. “La salud y el bienestar de las personas tendrán prioridad sobre el transporte y la infraestructura, a diferencia de las ciudades tradicionales”.
The Line y el cambio climático, ¿vale la pena?
Complexity Science Hub, una organización de investigación con sede en Viena, Austria, publicó un artículo en la revista NPJ Urban Sustainability detallando por qué The Line será una especie de infierno. Según el artículo, reseñado por Popular Mechanics, seleccionar al azar sólo dos futuros residentes de The Line muestra por qué diseñar una ciudad en línea recta maximiza los desplazamientos desde el punto A al punto B.
El informe, también publicado en la revista Nature, sostiene que la megaciudad futurista de The Line en un alarde por frenar el cambio climático podría ser un desastre. Su colosal tamaño y su estructura lineal harán que la movilidad y la habitabilidad sea una pesadilla para sus ciudadanos. Rafael Prieto-Curiel, autor del estudio de Complexity Science Hub, señaló que “hay motivos por los que la humanidad tiene 50.000 ciudades y todas ellas son de alguna manera circulares”.
El estudio refuta los argumentos de los promotores de The Line y su visión ecológica y cero emisiones. Refiere que esto será imposible en una ciudad de trazado lineal, donde la densidad de población será de 265.000 personas por kilómetro cuadrado. Unas diez veces mayor que la de la isla de Manhattan, en Nueva York.
“Si eligiéramos a dos personas al azar estarían de media a 57 kilómetros de distancia la una de la otra. Y si escogiéramos una distancia de un kilómetro entre dos puntos cualquiera, sólo el 1,2% de la población se encontraría a esa distancia”, explicó el investigador Prieto-Curiel según El Confidencial.
Además argumentó que, si en lugar de una línea, la forma de la urbe fuera un círculo con un radio de 3,3 kilómetros, la distancia entre dos personas cualquiera sería de 2,9 kilómetros. Es decir, el 24% de la población estaría situada a una distancia cómoda para recorrer a pie.
Mayore ventajas en una ciudad circular
El estudio consideró que los habitantes de esa urbe circular podrían desplazarse caminando, en bicicleta u otros medios que hagan innecesario el tren de alta velocidad que está planeado.
Para que todos los habitantes estén a una distancia práctica de una estación de tren, los autores afirmaron que la línea deberá tener al menos 86 estaciones. Como consecuencia del número de paradas, los trenes no podrán alcanzar su velocidad teórica entre dos estaciones consecutivas.
Por tanto, al menos un 47% de la población tardará en desplazarse como mínimo 60 minutos. El trazado lineal de la ciudad hará que la mayoría de la gente viva demasiado lejos de su destino. El resultado es que los habitantes gastarán más tiempo en cada desplazamiento en comparación con otras grandes ciudades, como Seúl, en Corea del Sur, donde unas 25 millones de personas se desplazan en un máximo de 50 minutos.
¿The Line contribuirá a detener el cambio climático? Prieto-Curiel y Dániel Kondor, también investigador del CSH y co-autor del estudio creen que la gran obra tendrá un importante impacto ambiental. Su construcción requerirá movimientos de tierra masivos, grandes infraestructuras de transporte de vehículos, energía, agua y desechos. Y una cantidad colosal de materiales con su producción de CO2 e impacto medioambiental. Estos gastos tendrán un efecto negativo incalculable.
Muchos lectores se animaron a escribir sus comentarios y sugerencias tras la difusión del estudio en la página de Popular Mechanics.
Esta construcción es “un desperdicio de dinero y desperdicio de recursos”, dijo uno de los lectores. “Lo mejor es gastar dinero para reparar y construir más infraestructura para todas las ciudades y comunidades existentes que crearán más empleos y mejorarán la vida de las personas”.
Impacto ambiental, alteración ecológica
“La Línea debería llamarse ‘cicatriz’, que es lo que será”, comentó otro lector. “(…) Aunque es mayoritariamente desértica, la tierra tiene vida invisible que la atraviesa, clima que interactúa con ella e incluso viajes humanos que se verán interrumpidos. Será una alteración ecológica y algún día será deconstruida”.
“¿Qué pasaría cuando se produce un incendio con una ciudad de sólo 200 metros de ancho y edificios de más de 50 metros de altura con tanta densidad?”, preguntó otro crítico lector. “Además, ¿cuál es el efecto psicológico de tal proximidad y qué tan claustrofóbica se sentiría la gente? Puede parecer una película de ciencia ficción, pero no lo es. Entonces, ¿podrían 9 millones de habitantes vivir tan cerca unos de otros? ¿Y qué pasa con la posible tasa de criminalidad debido a esa proximidad, así como con otros problemas y complejidades sociales?”.