El número de muertos en España por el coronavirus COVID-19 supera ya las 4.000 personas y en 24 horas registró 738, superando en ese fatídico renglón a Italia. Hoy el corazón de la pandemia se focaliza en el país. Atrás quedó Wuhan (China), Irán e incluso Italia. A medida que el coronavirus avanza hacia el oeste se desconoce cuál será el próximo que centre toda la atención.
¿Qué salió mal? Se pregunta este jueves el periódico británico The Guardian. A pesar de que el mundo conocía lo que sucedía en China e Irán y con la cercanía a Italia, a solo 400 millas a través del Mediterráneo, no fue capaz de responder en forma oportuna.
Tal vez por no tener fronteras terrestres con Italia, sus líderes pensaron que el coronavirus COVID-19 no llegaría. «España solo tendrá un puñado de casos», dijo el Dr. Fernando Simón, jefe de emergencias médicas en Madrid, el 9 de febrero. Seis semanas después ofrece cifras diarias de cientos de fallecidos.
Giorgio Gori, alcalde de la ciudad italiana, describió el encuentro entre Valencia y Atalanta, el 19 de febrero, como «la bomba» que explotó el virus en Lombardía. Ese día 2.500 fanáticos del equipo español se mezclaron con 40.000 simpatizantes del club italiano para un partido de la Liga de Campeones en Bérgamo. Precisamente, los jugadores, aficionados y periodistas deportivos del Valencia fueron los primeros en enfermarse en España.
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el domingo 8 de marzo, justo una semana antes de que entrara en vigencia el confinamiento, se dieron eventos masivos con dirigentes políticos presentes y cientos de manifestantes. Tres días después, unos 3.000 fanáticos del Atlético de Madrid volaron a Liverpool para otro partido de la Liga de Campeones.
Reacción tardía y torpe
The Guardian califica como “completamente mundana” la razón de la propagación del coronavirus en España. Mientras el virus golpeaba con fuerza a otras naciones, las temperaturas sobre los 20 grados convertían en primaverales esas semanas de febrero y los primeros días de marzo, por lo que cafés y bares de Madrid estaban llenos, con unos madrileños tan sociables como siempre.
“El gobierno socialista de Pedro Sánchez reaccionó tarde y torpemente”, destaca el medio de comunicación, al tiempo de resaltar que el país carecía de equipos esenciales y el virus puso al descubierto fallas profundas en el sistema de atención español como lo ocurrido en los hogares privados de personas mayores, sin suficiente personal y preparación.
España tiene un magnífico sistema de atención primaria, pero sus hospitales se han visto muy afectados desde la crisis financiera de 2008. Tiene solo un tercio de las camas de hospital per cápita proporcionadas por Austria o Alemania. Sin embargo, eso es más que el Reino Unido, Nueva Zelanda o los Estados Unidos.
La respuesta tardía también lo evidencia el momento en que se implementa el estado de alarma, que ocurre más de 24 horas del momento en que Sánchez dijo que lo haría. Se trataba de un fin de semana y parte de la población de Madrid y otras ciudades importantes se dispersaron. Y mucho después de que en la capital se cerraran universidades y escuelas, lo que provocó un ambiente festivo en bares, parques y que muchos aprovecharon para trasladarse a sus casas en la playa.
How did Spain get its coronavirus response so wrong? https://t.co/YYCN3FUvPw
— The Guardian (@guardian) March 26, 2020
Hay que concentrarse en vencer al virus
El bloqueo que comenzó el 14 de marzo se ha aplicado de manera eficiente con multas policiales y presión popular. Este miércoles se extendió hasta el 11 de abril, cuando es probable que comience a relajarse la cuarentena. Sin embargo, nadie espera un retorno a la normalidad. Cuando esto termine, España será extremadamente frágil. Durante la crisis de 2008, el desempleo subió al 27%, la deuda pública se disparó y la caída hacia la recesión fue una de las peores en Europa. Lo mismo sucederá este año.
Las medidas que se impusieron en esa ocasión se reflejaron en austeridad, pérdida de empleos y recortes salariales que no serán ahora toleradas. El economista Toni Roldán ha calculado que España necesita un préstamo de 200.000 millones de euros del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
“Eso, sin embargo, debe esperar. Por el momento, España debe vencer al virus. Este ha sido el momento más difícil hasta ahora, pero puede estar por venir algo peor”, concluye The Guardian.
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