Tesla presentó recientemente sus resultados correspondientes al último trimestre de 2018. Reporta un beneficio de 139 millones de dólares y 63.500 Model 3 distribuidos. Lo logran en el que es su segundo trimestre consecutivo fuera del rojo. Es la primera vez que ocurre en la historia de un fabricante que ha revolucionado a la industria del automóvil en menos de una década.
Pero este salto no ha sido suficiente para evitar enormes pérdidas. Éstas rondan los 1.000 millones de dólares durante el ejercicio. De nuevo perderán a su director financiero. Ello refleja lo que sigue siendo uno de los puntos débiles del fabricante. Le cuesta retener al talento en sus puestos ejecutivos más críticos.
Tras la presentación de estos resultados, las acciones de Tesla han caído hasta un 4%.
Aumentar la producción y sostener el crecimiento
Cierran un año de crecimiento sostenido y el logro de una aparente estabilidad, pero no ha sido fácil. Su CEO, Elon Musk, se ha visto muy demandado. Llegó a trabajar 120 horas semanales. También acabó por exigir enormes cargas laborales a sus trabajadores. El ejecutivo acumula no pocos escándalos. Como estrategia, ha recurrido continuamente a polémicas y vías fáciles para captar la atención. Los resultados de Tesla han requerido un esfuerzo difícil de sostener en ele tiempo.
Con el objetivo de aumentar la producción, hizo una jugada arriesgada. Mudó parte de sus operaciones a una carpa, dado no podían permitirse un nuevo edificio. Con ello evitó también los correspondientes permisos. Tras ello, la empresa fue multada por las autoridades. Se le acusó de no cumplir con los estándares de seguridad más básicos.
Tesla con resultados positivos, pero no tanto
Esto es lo que ha permitido distribuir un total de 140.000 Model 3 este año.Tesla no da cifras concretas acerca de la producción actual. Sin embargo, afirma que en algunos días ya producen el equivalente a 7.000 unidades por semana. Una gran aceleración, teniendo en cuenta que durante todo 2017 se enviaron únicamente 1.500 de estos vehículos. Aunque no es un resultado tan alentador, si se recuerda que esa producción no es sostenida.
Éste ha sido además el último trimestre en el que Tesla disfrutaba del subsidio estatal de hasta 7.500 dólares. A partir del 1° de enero, los compradores de Estados Unidos ya no cuentan con él. Poco después, Tesla anunciaba que dejaría de vender las opciones más económicas –con menor batería– de sus Model S y Model X.
Una semana más tarde, anunciaba el despido del 7% de la plantilla. Ésta era la segunda reducción de personal anunciada en los últimos meses. La búsqueda de mejores resultados pesó en la decisión de Tesla.
Buscan alcanzar producción sostenida de 10.000 unidades
El objetivo del fabricante que dirige Musk es ahora alcanzar una producción sostenida de 10.000 unidades entre finales de 2019 y mediados de 2020. Con ello que quedaría por encima de ese medio millón de unidades al año. Esto es, básicamente, superar el umbral que ya había marcado para 2018. Lo conseguirá siempre que cuente con las 3.000 que esperan ensamblar en su próxima fábrica en China.
Las cuentas se encuentran ahora en positivo. A partir de este punto, los esfuerzos se centran en mantener esa tendencia en el largo plazo. Algunos analistas ya hablan del nuevo gran reto de Tesla para mantener buenos resultados: sostener la demanda.
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