Por Andrés Tovar
30/11/2016
- Detenido en Aranjuez un marroquí que se entrenaba para un posible atentado
- Detenidos cuatro yihadistas de la red de inmigración de Daesh
- Ranking 2016: Estos son los países que más sufren por el terrorismo
- Estado Islámico en España: Ya están aquí
Este jueves fue noticia la detención en Aranjuez de un marroquí que, según los datos aportados por la Policía Nacional, » se autoadiestraba en Internet para cometer atentados terroristas contra la población” y “se había radicalizado en los últimos meses mostrando un intenso fanatismo y un consumo constante de contenido visual mediante el cual se autoadoctrinaba para la práctica de acciones terroristas individuales contra la población civil”.
La información rememoró por un momento el ataque que se registró en Niza (Dios nos libre), donde un atacante solitario, identificado como Mohamed Lahouaiej Bouhel, tunecino de 31 años residente en esa ciudad costera, arroyó a 86 personas e hirió a otras 434 con un camión en medio de la celebración del Día Nacional de Francia que conmemora la toma de la Bastilla. La remembranza viene porque el atacante actuó en solitario, sin realizar coordinaciones con nadie, recuerda un artículo de Daily Brief, titulado Social networks could counter lone-actor terrorism.
Los expertos señalan que no existe un perfil único de los terroristas que actúan sin coordinación o «lobos solitarios«, como los ha denominado Daesh, pero sí se pueden identificar ciertas diferencias con los terroristas que operan grupalmente. Por ejemplo, las edades. Los que trabajan en solitario son mayores que quienes participan en acciones grupales. Así mismo, los rasgos psicológicos también varían de un grupo al otro. Los terroristas solitarios suelen presentar trastornos psicológicos en mayor proporción que aquellos que pertenecen a un grupo.
Las razones o motivaciones para llevar a cabo sus ataques van más allá de los factores ideológicos, lo que dificulta la identificación de su perfil. En muchos de los casos, tienen motivaciones personales, políticas y sociales que convergen y se materializan, impulsando al individuo a atentar contra otros, convirtiéndose en una amenaza para la sociedad.
Una de las cosas que favorece el trabajo de los servicios de inteligencia para identificar a este tipo de terroristas que que estos suelen filtrar información importante acerca de sus planes en conversaciones con amigos y familiares. Algunos estudios señalan que más de la mitad comunica verbalmente detalles de sus futuros ataques en conversaciones personales. Esto significa que resulta clave que las personas que reciben esta información deben alertar inmediatamente a las autoridades pertinentes para que estas puedan accionar, sin escatimar ninguna precaución.
Desde enero del 2015 hasta julio del 2016, Francia ha sido el escenario de diversos ataques terroristas por parte de Daesh, por sus siglas en inglés. Estos asaltos han cobrado la vida de un importante número de personas, vulnerando la paz del pueblo francés. Esperemos que esto no suceda en España, y agradecemos los alertas de las autoridades, exhortándolos a que no desmayen en ello.
Por su parte, los sistemas de seguridad deben perfeccionarse y mejorar sus sistemas de información, con el fin de poder conocer la forma en que estos atacantes operan y encontrar los indicios que permita detectarlos a tiempo, antes que actúen.