Cambio16
30/07/2018
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Terremoto de magnitud 6,4 en Indonesia. Específicamente, azotó la popular isla turística de Lombok. El fenómeno natural dejó al menos 14 muertos. Unas 40 personas también resultaron heridas. Además, obligó a la población, que aún dormía, a huir de sus camas para salvarse del derrumbe de edificios. Este evento se produjo a primera hora de la mañana del pasado domingo 29 de julio.
Detalles del fenómeno
El epicentro del seísmo fue 50 kilómetros al noreste de la ciudad de Mataram, en el norte de la isla de Lombok, a una profundidad de tan solo 7 kilómetros, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés).
Se registraron unas 80 réplicas después del terremoto inicial, que se sintió hasta la vecina Bali. La más fuerte fue de magnitud 5,7, dijo la agencia nacional de desastres.
El seísmo ocurrió en tierra firme y no desató ningún tsunami.
Los terremotos son frecuentes en Indonesia, que está ubicada en el sísmico «Cinturón de Fuego» que rodea las costas del Océano Pacífico.
Medidas inmediatas
En la zona más afectada, Sembalun, se cortó la electricidad. Se trata de un área escasamente poblada, marcada por los arrozales y las laderas del monte Rinjani en el lado norte de la isla.
Según Sutopo Purwo Nugroho, portavoz la agencia de mitigación de desastres, el parque nacional del monte Rinjani, muy popular entre senderistas y escaladores, estaba temporalmente cerrado porque había informes de deslizamientos de tierras.
«La gente se está reuniendo en las calles y en los campos vacíos para huir del derrumbe de edificios», dijo. «El objetivo principal ahora es la evacuación y el rescate. Algunos de los heridos siguen siendo tratados en clínicas».
Se instaló una carpa de emergencia en una calle de Sembalun para atender a los heridos porque el hospital local sufrió daños y los que se encontraban en estado crítico fueron trasladados a otros hospitales.
Desagradable sorpresa
«Saltamos de nuestras camas para evitar que algo nos cayera encima», dijo a Reuters Jean-Paul Volckaert, a quien el terremoto lo despertó en el hotel Puncak cerca de la playa de Senggigi en Lombok.
«Estábamos muy sorprendidos porque el agua en las piscinas se agitaba como si fuera el mar. Hubo olas en las piscinas pero sólo por 20 o 30 segundos», agregó vía telefónica Volckaert.
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