La Comisión Estatal para el Patrimonio Natural, siguiendo el dictamen científico, votó por incluir al lobo en la Lista de Especies en Régimen de Especial Protección. Una decisión histórica para la conservación de una especie clave para la salud de los ecosistemas. Un resultado histórico para la protección de la biodiversidad en España.
Una mayoría de las comunidades autónomas votó a favor de incluir la especie en el régimen de protección especial, lo que supone el fin de la caza deportiva del lobo. En la decisión primó el criterio científico y la cordura para conservar y gestionar una especie clave para los ecosistemas. Se priorizó su conservación sobre la persecución y la muerte. Sin embargo, para que la protección sea efectiva debe reflejarse sobre el terreno y en las posteriores acciones y decisiones políticas.
La ciencia y la coherencia en la gestión de los ecosistemas se impusieron. Ganó la conservación. La coexistencia, no su persecución. Fueron minoría los que votaron por el modelo que se basa en la caza y el control letal de la especie.
La caza del lobo debe pasar a la historia
El dictamen del Comité Científico, órgano consultivo del MITECO y de las CC AA en materia de conservación, establece claramente que el lobo es una especie que merece protección especial por su importancia ecológica. En tal sentido, existe la necesidad de que el lobo se gestione como una población ibérica única, con criterios homogéneos. Siguiendo el dictamen, queda prohibida la caza deportiva del lobo, como ocurre en Francia y Portugal.
En el último informe de la Comisión Europea del Estado de la Naturaleza Europea sobre la situación del lobo en España, se declaró que al lobo se le considera en estado de conservación desfavorable. La decisión de darle protección especial es un gran paso para revertir su situación. Permitirá dejar atrás un modelo basado en la persecución de la especie, y que ignora los beneficios ecosistémicos y socio-económicos que el lobo aporta a la sociedad. La caza ha demostrado fehacientemente su ineficacia para reducir los conflictos asociados a los daños a la ganadería.
Durante años el lobo ha sido el chivo expiatorio de todos los problemas de la ganadería extensiva, pese a que los problemas de este importante sector se encuentran en la propia PAC (Política Agraria Común), o en otros aspectos estructurales como la falta de reconocimiento en los precios de mercado o en la alta burocracia.
Compatibilizar la ganadería extensiva con la protección de la especie
El MITECO, ante la importancia de compatibilizar la ganadería extensiva con la protección de la especie, plantea una serie de medidas preventivas y compensatoria que finalmente supondrán la coexistencia del lobo y la ganadería extensiva.
La WWF lleva varios meses desarrollando la campaña “Yo defiendo al lobo” para que en España se aplique una política y visión centrada en la conservación de la especie y en la coexistencia con las actividades humanas. La campaña reivindica el importantísimo papel del lobo en los ecosistemas y la necesidad de protegerlo y conservarlo
Destaca la organización conservacionista que el lobo es una joya de la fauna europea. “Actúa como sanitario de la naturaleza y como regulador de poblaciones”.
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