La vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, defiende a capa y espada la ley de cambio climático que está por aprobarse en el Parlamento español. Para la ministra, la nueva ley supondrá un «cambio significativo» del sistema energético. Pero además asegura que el Gobierno está planteando otras reformas importantes en materia del uso de la tierra, la biodiversidad y las políticas sociales. Toda esta información la emitió durante su participación en el evento Financial Times Climate Summit, celebrado este martes vía online.
Durante su intervención en el foro, señaló que como funcionaria no se plantea la posibilidad de que la comunidad internacional no cumpla el objetivo fijado en el Acuerdo del Clima de París. En su opinión se trata de un «asunto existencial» y un reto que hay que gestionar para conseguir limitar el incremento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados.
Se prepara para la Cumbre del Clima de Glasgow
Teresa Ribera da fe de que España está trabajando para preparar su posición en la Cumbre del Clima de Glasgow. La COP26 se celebrará a final de año en el Reino Unido, dentro del marco de la Unión Europea. El objetivo es poder completar la implantación operativa completa del Acuerdo de París, pero lo más importante es hacerlo con sendas de descarbonización a medio y largo plazo. Debe ser lo más creíble posible para que los Gobiernos puedan demostrar que están «comprometidos» en el camino de la descarbonización.
En el contexto de la COP26, la ministra confía en que una respuesta consistente deberá proceder de agendas formales de los Gobiernos. Estos deben dar «señales fuertes de cambio» a todos los actores y así lograr precisamente esas sendas de largo plazo. Para ello, ha insistido en que se requieren de manera urgente compromisos de medio plazo, a 2030, consistentes en materia de descarbonización y procedentes de todos los países.
La vicepresidenta cuarta ha admitido que en este momento la comunidad internacional está muy lejos de lo necesario. No obstante, a su juicio aún quedan otros muchos aspectos que dan margen para ser más ambiciosos en la comunicación de los compromisos nacionales de contribución. «La Presidencia de la COP26 está enfocada en tratar de mover las distintas alas de los países para lograr un alto nivel de ambición», señala.
Compromiso de la comunidad internacional
A pesar de ser un año difícil, el 2021 es importante para que los países se comprometan a abordar el cambio climático. Teresa Ribera intuye que hay «un nuevo aire» dentro del escenario de la negociación climática, que incluye «buenas noticias» que deberían ayudar a facilitar la aceleración de los compromisos de todos los países. «En el contexto de pandemia, estamos todos tratando de ver como reactivamos la actividad económica y como podemos invertir mejor en el contexto de los paquetes de estímulo», ha reflexionado.
Por otro lado, ha defendido que parte de la responsabilidad de los Gobiernos es crear las condiciones para acelerar estas acciones que nos benefician a todos. Como ejemplo, Teresa Ribera expone los «ambiciosos objetivos» planteados por España en su ley de cambio climático y en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima para 2030. En el foro, la también profesora universitaria ha dicho que al principio la gente decía que los objetivos eran demasiado ambiciosos y ahora les piden más.
Respecto a la necesidad de lograr la responsabilidad individual en este reto, opina que la pandemia debería suponer un cambio de comportamiento tras observar en este año los vínculos del cambio climático con la salud. «Esto es muy importante y es una buena forma de introducir esto en la agenda: los vínculos del cambio climático con biodiversidad, con la calidad del aire», ha concluido la ministra, que cree que estos argumentos deben ser utilizados para explicar tanto la mitigación como la adaptación.
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