La crisis del coronavirus se ha convertido en el contexto perfecto para que proliferen bulos e informaciones sin sustento científico o técnico, que han ocasionado miedo, zozobra y hasta daños materiales como ha ocurrido en el sector de las Telecomunicaciones con la quema de torres y otras infraestructuras. Las teorías conspirativas contra la tecnología 5G han tomado cuerpo, principalmente en países de la Unión Europea.
En las últimas semanas se ha hecho común vincular nuevas redes móviles 5G con la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 en Holanda, Bélgica y sobre todo a Reino Unido.
Mientras algunas naciones dan pasos adelantes con esta tecnología inalámbrica, los mensajes falsos sobre la 5G se han amplificado, lo que ha elevado la preocupación de que los ataques puedan debilitar los enlaces.
Y es que las campañas motorizadas principalmente por las redes sociales han ocasionado la destrucción de equipos. En Gran Bretaña se han reportado este mes unos 50 incendios en torres de celdas y distintos equipos. De acuerdo con el grupo Mobile UK, el trabajo de los ingenieros de telecomunicaciones se ha multiplicado y Reino Unido ha sido el centro de las embestidas, aunque también hay unos 16 reportes en Países Bajos (Holanda). Lo mismo ha sucedido en Irlanda, Chipre y Bélgica.
«Estoy absolutamente indignado, absolutamente disgustado, porque la gente tome medidas contra la infraestructura que necesitamos para responder a esta emergencia de salud», dijo a principios de abril Stephen Powis, director médico del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra.
Teorías conspirativas contra la 5G
Las informaciones, compartidas en múltiples ocasiones por Facebook, Twitter e Instagram, por ejemplo, son de distinto tenor. Unas señalan que las nuevas instalaciones de 5G crearon el virus o que el mismo coronavirus se diseñó para minimizar la expansión de esta tecnología. Hay teorías conspirativas que señalan que la 5G debilita el sistema inmune de las personas y propaga el coronavirus SARS-CoV-2 al elevar las ondas de radio la temperatura corporal.
Según el profesor Simon Clarke, profesor de microbiología celular de la Universidad de Reading, en Reino Unido, las dos teorías son “basura total”.
En la misma dirección se pronunció Jonathan Samet, decano de la Escuela de Salud Pública de Colorado, quien presidió un comité de la Organización Mundial de la Salud que investigó la radiación y el cáncer en los teléfonos celulares.
«Preocuparse de que la 5G de alguna manera esté impulsando la epidemia de la COVID-19 es simplemente incorrecto. No encuentro ninguna forma plausible de vincularlos».
Ha sido tal el desquiciamiento que fue dañada una de las torres que suministra tráfico de voz y datos a un hospital de campaña de Birmingham (Reino Unido) que trata a pacientes con coronavirus.
Nick Jeffery, CEO del proveedor de servicios inalámbricos Vodafone UK, sostuvo que «es desgarrador que las familias no puedan estar al lado de sus seres queridos gravemente enfermos, pero es todavía peor que no puedan ni siquiera recibir ahora el consuelo de una llamada telefónica o una video llamada por las acciones egoístas de algunos teóricos de la conspiración.
Menciones de la tecnología 5G aumentaron en medios de Rusia
Las teorías conspirativas no son de data reciente. Ya desde el pasado año relacionaban con fuerza el uso del celular con el cáncer. En ese sentido Ryan Fox, director de Innovación de Inteligencia Artificial en la empresa Yonder, colocó sobre la mesa un ingrediente adicional: en 2019 se apreció un aumento anormal de menciones sobre 5G en los medios estatales de Rusia.
“¿Eran la voz más fuerte en ese momento y amplificaron esta conspiración lo suficiente como para ayudar a impulsar su éxito a largo plazo? Sí», dijo.
Después de esto convertirse en un tema habitual de conversación en los Estados Unidos y Europa fue sencillo.
Susan Brinchman, directora del Centro para la Prevención de Electrosmog, una campaña sin fines de lucro contra la «contaminación electromagnética ambiental», expresó que las personas tienen derecho a preocuparse por la 5G y su relación la COVID-19.
«Toda la infraestructura 5G debe ser desmantelada y apagada», indicó.
Desde la Comisión Europea han intentado frenar estas teorías conspirativas, cuando su portavoz, Johannes Bahrke, afirmó lo siguiente: «Quiero ser muy claro aquí. No existe una correlación geográfica o de otro tipo entre el despliegue de la 5G y el brote del virus».
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