Calima. Durante las últimas semanas la ciudad de Caracas amanece con una espesa nube gris y se mantiene en el aire un fuerte olor a quemado. Por estos días los habitantes de Caracas ven como pedazos de cenizas caen en los patios de sus casas sin que haya incendios cercanos alrededor.
En Colombia pasa otro tanto. Bogotá está sumida bajo una espesa nube gris por los vientos que desde el oriente llegan trayendo nubes de humo provenientes de Venezuela. Al humo producto de los fuegos se suma la contaminación de los coches y la industria, lo que empeora la ya mala calidad del aire.
Indignante!
Así celebra #Colombia hoy el #DiaInternacionalDeLosBosques
Intensas quemas e incendios forestales. Llevan semanas ardiendo, destruyendo nuestra biodiversidad y contaminando el aire que respirmos millones de personas
Gobierno nacional debe actuar#CalidadDelAire pic.twitter.com/CgcPqKPkuX
— Luis Belalcazar (@lcbelalcazar) March 22, 2020
Ola incendios forestales
Desde enero numerosos incendios forestales destruyen la biodiversidad y contaminan el aire de la zonas del Caribe, la Amazonia y la Orinoquia tanto de Venezuela como de Colombia. La intensidad con que azotan la zona va dejando una estela de cenizas que parece no importar a nadie, en especial a las organizaciones medioambientales que el años pasado causaron tanto revuelo por las quemas que autorizó Bolivia para ampliar las siembras de coca y que luego «se propagaron» a Brasil para incrementar los terrenos que utilizan para criar ganado y producir carne para la exportación.
Los vientos que arrastran el humo de oriente a occidente o de noriente a suroccidente afectan la ciudades de Medellín y Bucaramanga. Luis Belalcázar, profesor de la Universidad Nacional e investigador de la calidad del aire, señala que en modo alguno los incendios forestales pueden utilizarse como excusa para minimizar el impacto de la industria y los vehículos en la contaminación atmosférica.
Denuncia que el Gobierno colombiano no hace nada a menos que la situación se torne mediática, como los incendios forestales en los parques nacionales Chiribiquete o La Macarena: Todo el oriente y norte de Colombia están afectados por las llamas y ninguna entidad reacciona».
#14Abr #INAMEHInforma
Mapa de Focos de calor de las últimas 48 horas (12 y 13 de abril), producto de las imágenes satelitales. Muestra una cantidad de 9.794 puntos, debido a que los satélite de baja órbita pasan dos veces al día por la misma zona.@tutiempopereira@NestorLReverol pic.twitter.com/E8RCR3jvxk— INAMEH (@INAMEH) April 14, 2020
Incendios en Venezuela
Mientras tanto en Venezuela, el 74% del territorio está en riesgo «muy alto» de incendios forestales durante el mes de abril. La Global Forest Watch Fires reporta que entre el 9 y 16 de abril hubo 6.116 focos de calor y 30.309 alertas de incendios en el territorio venezolano. Por ejemplo, en el estado Aragua, en el centro-norte del país, más de 250 incendios forestales se han desarrollado en lo que va de año. Situación que provoca enfermedades respiratorias e irritación en las mucosas como obstrucción nasal, picor en la garganta y tos.
Para el último fin de semana, un incendio en uno de los hospitales de Caracas que se ocupa de atender pacientes con la COVID-19 tuvo que ser evacuado. Un incendio en las cercanías quemó aproximadamente cinco hectáreas.
La sequía se señala como una de las causas en la incidencia de incendios, pero la acción de las personas también suma. Una mujer de 38 años de edad fue detenida por iniciar un incendio forestal en el sureste de de capital, una localidad que en los últimos tres días ha registrado 16 incendios.
Calidad del aire
Belalcázar señala que la crisis por incendios forestales tiene incidencia directa en la calidad del aire en Sudamérica, cuestión que distintos investigadores ya han advertido. A día de hoy el mapa de la calidad del aire en Colombia registra que el aire que se respira no es saludable para los grupos que son sensibles. De Venezuela –como en muchos otros aspectos– no hay registros.
Hasta finales de abril no se esperan lluvias en Venezuela, lo que mantendrá activos la quemas y la mala calidad del aire en la zona del Caribe, Amazonia y Orinoquia.
En Colombia y Venezuela, el grueso de la información viene de las capitales y las ciudades importantes, pero los sistemas de monitoreo poco toman en cuenta los datos de las provincias. Por ejemplo, los departamentos de Caquetá, Meta y Putumayo son los que están recibiendo el mayor impacto del humo de los incendios, pero al carecer de sistemas de control de calidad del aire no se han tomado medidas.
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