Tradicionalmente con la llegada de la primavera comenzaba la temporada de alergias. Pero las cosas están cambiando. Debido al cambio climático y el calentamiento global se adelantó 20 días y se prolongará hasta entrado el otoño. Si es de quienes es sensible a la fiebre del heno, lo recomendable es tomar las medidas preventivas del caso.
Las alergias, que afectan a 50 millones de personas solo en Estados Unidos, se han convertido en la sexta causa principal de enfermedades crónicas en ese país. Ocurren cuando el sistema inmunológico reacciona a sustancias extrañas o alimentos, produciendo anticuerpos que pueden causar inflamación en la piel, la nariz o el sistema digestivo.
Los niños son particularmente vulnerables, con un incremento notable en las últimas dos décadas. A medida que la población envejece, se espera que aumente el número de personas mayores afectadas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, más del 26% de los adultos de 65 a 74 años y casi el 22% de los adultos de 75 años o más padecieron una alergia estacional en el 2021.
Según la Organización Mundial de la Salud para el año 2050 se prevé que la mitad de la población mundial podría padecer alguna forma de alergia. Factores como el cambio climático, una dieta inadecuada y el uso indebido de medicamentos están contribuyendo a esta tendencia.
También el cambio climático
La contaminación del aire, tanto externa como interna, es un factor de riesgo importante. Las emisiones de gases contaminantes por parte de las industrias y el transporte, así como la falta de ventilación adecuada en los hogares, pueden desencadenar reacciones alérgicas.
El cambio climático influye. El aumento de la concentración de polen en el aire, debido a la mayor floración y biomasa vegetal provocada por el aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y las temperaturas, puede aumentar el riesgo de sensibilización al polen y de alergia en individuos susceptibles.
En particular, las alergias estacionales, o rinitis alérgica, que se presentan en invierno y primavera debido a la polinización de los pinos y las flores respectivamente, pueden verse agravadas por estos cambios climáticos. Los contaminantes del aire pueden aumentar la carga alergénica del polen y alterar la composición de los alérgenos, lo que tiene un impacto significativo en las personas con susceptibilidad a desarrollar alergias.
Comienza antes
El cambio climático está afectando a las estaciones de alergias, haciendo que comiencen antes y duren más. Según un análisis de datos de recuento de polen de 60 estaciones en toda Norteamérica desde 1990 hasta 2018, las temporadas de alergias primaverales están comenzando unos 20 días antes. Según William Anderegg, autor del estudio y profesor asociado de biología en la Universidad de Utah, el cambio puede tener consecuencias significativas para la salud.
El inicio temprano de la primavera se asocia con una mayor prevalencia de la rinitis alérgica, también conocida como fiebre del heno. Las personas pueden terminar enfermas o en el hospital por síntomas de alergia no controlados. Porque no esperaban la temporada de alergias y no tenían medicamentos a mano.
Además, las concentraciones de polen han aumentado alrededor de un 20% en todo el país desde 1990. Texas y el Medio Oeste registraton los mayores incrementos. Las temperaturas más cálidas, las mayores concentraciones de dióxido de carbono y el aumento de las precipitaciones pueden hacer que las plantas crezcan más y produzcan más polen durante periodos de tiempo más largos.
El Dr. Gailen Marshall, jefe del departamento de alergia e inmunología del Centro Médico de la Universidad de Mississippi, recuerda que cuando comenzó su carrera hace casi 40 años, las temporadas de alergia se limitaban a unas ocho semanas cada una. Sin embargo, ahora estas temporadas se están fusionando en una larga temporada de alergias. Esto significa que las personas ya no tienen períodos de alivio entre las temporadas de alergia, lo que puede aumentar el impacto en su salud y bienestar.
No se confunda
Las alergias, los resfriados y la gripe pueden causar malestar y afectar el sistema respiratorio. A menudo, las personas con alergias transmitidas por el aire pueden confundir sus síntomas con los de un resfriado o una gripe. Sin embargo, mientras que los resfriados y la gripe son causados por virus, las alergias son una respuesta del sistema inmunológico a un desencadenante.
Un resfriado generalmente comienza con dolor de garganta, seguido de estornudos y secreción nasal, según el Dr. Gary J. Stadtmauer, alergólogo e inmunólogo clínico en Nueva York. La gripe, que es más grave que un resfriado, puede causar fiebre, escalofríos y tos. A diferencia de estas enfermedades, las alergias no causan fiebre.
Las alergias pueden provocar picor en los ojos, la nariz, la garganta, la boca o los oídos, según la Dra. Rita Kachru, jefa de alergia clínica e inmunología de UCLA Health. En las alergias, el sistema inmunológico confunde un desencadenante, como el polen, con una sustancia nociva y libera sustancias químicas, como la histamina, que causan picor e inflamación. Los pacientes también pueden experimentar congestión y goteo postnasal. Algunas personas pueden presentar tos, sibilancias y dificultad para respirar.
En cambio, una infección vírica puede provocar fatiga muscular, dolores articulares o fiebre. Si los síntomas aparecen todos los años en una estación determinada y duran más de una o dos semanas, es muy probable que estén causados por alergias. Los antecedentes personales o familiares de alergias, eccema o asma también pueden ser una pista importante.
Como diferenciarlos
Alergias transmitidas por el aire
- Los síntomas duran el tiempo que esté presente el alérgeno
- Congestión y secreción nasal
- Picazón y lagrimeo en los ojos
- Se trata con antihistamínicos, descongestionantes, corticosteroides nasales
La gripe
- Los síntomas duran de una a dos semanas
- Fiebre
- Dolores y molestias
- Agotamiento, debilidad
- Malestar en el pecho y tos
- El tratamiento incluye beber líquidos, descansar, tomar medicamentos de venta libre y antivirales recetados
Un resfriado
- Los síntomas pueden durar hasta dos semanas
- Congestión y secreción nasal
- Dolor de garganta y tos
- Se trata con antihistamínicos, descongestionantes, corticosteroides nasales
Alergias en la edad adulta
La mayoría de las personas desarrollan síntomas de alergia por primera vez en la infancia o en la edad adulta temprana. Pero no es raro que una persona experimente alergias estacionales por primera vez en la edad adulta. Mudarse a una nueva región y exponerse a diferentes alérgenos puede desencadenar una reacción alérgica.
La Dra. Neeta Ogden, alergóloga de Nueva Jersey, sugiere que los nuevos síntomas de alergia en la edad adulta podrían ser “una consecuencia inevitable del aumento real del recuento de polen”. El cambio climático, que está aumentando los vientos, podría estar distribuyendo el polen a mayores distancias, exponiendo potencialmente a las personas a nuevas variedades de polen, explica la Dra. Mary Johnson, investigadora científica de Harvard.
Las investigaciones también han demostrado que las hormonas, incluyendo el estrógeno, la progesterona y la testosterona, pueden influir en el desarrollo de las enfermedades alérgicas. Los niños suelen tener alergias alimentarias o eccemas y alergias estacionales o asma en la infancia. Pero estos síntomas pueden desaparecer al llegar a la pubertad y reaparecer en los 30 y 40 años.
En algunas mujeres, los cambios hormonales significativos, como los que ocurren durante la pubertad, el embarazo, la menopausia y el uso de anticonceptivos, pueden afectar la aparición y gravedad de los síntomas de la alergia. Estos hallazgos subrayan la complejidad de las alergias y la necesidad de una mayor conciencia y comprensión de estas condiciones.
Medidas de prevención
- Mantén cerradas las ventanas: Tanto en casa como en el automóvil, usa aire acondicionado para filtrar los alérgenos.
- Limita el tiempo al aire libre: Especialmente cuando la concentración de polen es alta. Consulta el pronóstico del tiempo local para conocer los niveles de polen.
- Evita cortar el césped: Si es necesario, usa una máscara para protegerte del polen y el polvo.
- Enjuaga tus ojos y nariz: Usa agua fresca o gotas a base de solución salina para eliminar el polen adherido después de estar al aire libre. Las soluciones salinas nasales pueden ayudar a mantener abiertas las fosas nasales y eliminar la mucosidad y los alérgenos.
- Dúchate y cambia de ropa: Hazlo después de trabajar o jugar al aire libre para eliminar cualquier polen que pueda haberse adherido a tu ropa o piel.
Manejo de las alergias
El primer paso para manejar las alergias es reducir la exposición a los alérgenos. Mantener las ventanas cerradas puede evitar que el polen entre en casa. Según el Dr. William Reisacher, profesor de otorrinolaringología en Weill Cornell Medicine y New York-Presbyterian, es clave evitar que los alérgenos del exterior se conviertan en alérgenos del interior.
Los medicamentos de venta libre para las alergias se dividen en dos categorías principales: antihistamínicos y esteroides. Los antihistamínicos, como la loratadina (Claritin), la cetirizina (Zyrtec), la levocetirizina (Xyzal) y la fexofenadina (Allegra), se presentan en forma de aerosoles nasales, gotas oftálmicas y comprimidos orales. Los corticoides, como la fluticasona (Flonase), la budesonida (Benacort), la triamcinolona (Nasacort) y la mometasona (Nasonex), se presentan en forma de aerosoles nasales.
Si los síntomas persisten, los médicos recomiendan los aerosoles nasales de esteroides, que funcionan mejor si se empiezan a usar una o dos semanas antes de que empiecen los síntomas. Sin embargo, se advierte contra el uso de productos con pseudoefedrina, como Sudafed, durante más de un día o dos. Pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Si evitar los desencadenantes ambientales y tomar medicación no funciona, las inyecciones antialérgicas o los comprimidos que aumentan la tolerancia a los alérgenos podrían ser de ayuda.
Siete consejos de expertos
- Comienza el tratamiento temprano: Inicia la medicación antialérgica varias semanas antes de la aparición habitual de los síntomas.
- Controla tus síntomas de alergia: Utiliza aerosoles nasales con esteroides, como fluticasona (Flonase) o triamcinolona (Nasacort), y antihistamínicos, como loratadina (Claritin-D) o fexofenadina (Allegra-D).
- Consulta a tu médico antes de iniciar cualquier tratamiento: Los medicamentos antialérgicos pueden interactuar con otros medicamentos o causar efectos secundarios.
- No olvides las alergias de otoño: Las partículas de polen pueden permanecer en el aire hasta el invierno. Provocando síntomas fuera de temporada. Considera un tratamiento durante todo el año.
- Usa mascarilla: Si te gusta la jardinería, usa una mascarilla, especialmente en días de alto conteo de polen. Al regresar a casa, quítate la ropa y dúchate para eliminar el polen.
- Verifica el nivel de polen: Consulta pronósticos de alergias. Ajusta tus actividades al aire libre en función de los niveles de polen.
- Elimina los alérgenos en interiores: Cubre los colchones con fundas a prueba de ácaros. Aspira las alfombras con frecuencia. Mantén las ventanas cerradas y usa un purificador de aire HEPA si eres alérgico a tu mascota. Regula la humedad interior al 40% para reducir el moho en la casa.
Tratable y prevenible
A pesar de la creencia popular, las alergias pueden ser diagnosticadas y tratadas eficazmente. La falta de tratamiento adecuado, especialmente en casos de rinitis alérgica, puede conducir al desarrollo de condiciones más graves, como el asma. A pesar del aumento en los casos de alergias, esas afecciones a menudo se subestiman. Muchas personas no buscan atención médica a tiempo o recurren a la automedicación con productos que pueden ser inadecuados para su condición específica. Lo cual puede ser perjudicial.
Siempre es importante consultar a un médico. En especial si los síntomas de alergia persisten y causan molestias. Como ya hemos mencionamos existen diversos medicamentos que podrían ayudar a aliviar los síntomas. Además, la inmunoterapia podría ser una opción de tratamiento viable. El tratamiento implica la administración de inyecciones antialérgicas o la ingesta de pastillas que contienen una pequeña cantidad de ciertos alérgenos. Con el tiempo, el cuerpo se “acostumbra” al alérgeno. Reduciendo la reacción. Ese tipo de tratamiento puede ayudar a prevenir o reducir algunos síntomas de la alergia.
Pero ninguno de los consejos e información que hemos presentado sustituye la voz autorizada de un médico. Especialmente cuando los escenarios futuros que trazan los expertos indican que las temporadas de alergias serán cada vez más largas e intensas, si todo sigue como va.