Las autoridades meteorológicas han pronosticado, con total acierto, las intensas nevadas y temperaturas mínimas en España. Además de la estela de Filomena, la borrasca. Pero de los anuncios a los hechos hay toda una población tiritando por la ola de frío. La región centro-oriental del país vivió este lunes la noche más gélida en al menos veinte años.
Los termómetros se precipitaron, una vez más, luego de tocar fondo en el valle de Liordes, en Picos de Europa con -35 grados, el Día de Reyes. Este martes en la madrugada se registraron mínimas en los marcadores de la localidad de turolense de Bello con -25,4 grados. De -25,2 °C en Molina de Aragón (Guadalajara) y en Santa Eulalia del Campo (Teruel), con -23 °C.
La Agencia Estatal de Meteorología indica que hasta ocho capitales de provincia han reportado temperaturas por debajo de -10 °C. Es el caso de Teruel que se fue más allá con -21. El resto son Toledo (-13,4), Madrid (-13,2 en el aeropuerto de Barajas), Albacete (-11,2), Salamanca (-11,9), Ávila (-10,6), Cuenca (-10,8) y Guadalajara (-10,5).
Se esperan para las próximas 24 horas heladas fuertes en Madrid, Castilla-La Mancha, este de Castilla y León, sur de Aragón y áreas de montaña. La temperatura mínima sería inferior a los -10 °C, y en algunos sitios inferior a -15 °C. En Cuenca, Albacete y Ávila rondará entre -11 y -12 grados.
Además, se estima nuboso o cubierto en el País Vasco y Navarra, con probables lluvias débiles y ocasionales en el Golfo de Vizcaya. Nuboso en Melilla, con posibles precipitaciones débiles. En las islas Canarias de más relieve, probables lluvias débiles en el norte, sin descartarlo en el resto. Predominio de poco nuboso o despejado en el resto del país, aunque con intervalos de nubes bajas por la mañana en el este de Castilla y León, norte del sistema Ibérico, Pirineos y Baleares.
Asimismo, la agencia pronostica la posibilidad de nieblas engelantes de madrugada en zonas de Castilla y León y valle del Tajo.
Termómetros marcan temperatura mínima, gélida, en España
En el tercer día sin nevar en Madrid, un bajón de la temperatura mínima azota la capital y retrasa la vuelta a la normalidad. El temporal ha dejado cinco personas muertas por las copiosas nevadas. Una en Madrid, dos en Málaga y dos en Barcelona.
El transporte se recupera gradualmente, pero más de 500 carreteras siguen con problemas de circulación por la nieve acumulada y las placas de hielo. Estos factores también afectan al aeropuerto de Barajas que opera con limitaciones.
Entretanto, Mercamadrid, el mayor mercado de mayoristas, ha retomado su actividad y ya salen camiones con suministros de alimentos. Y las clases que estaban suspendidas por el lunes y martes, continuará de esa manera hasta el 18. Sin embargo, la presidenta de la Comunidad de Madrid informó la reanudación de clases a distancia a partir de 13 de enero.
El acceso a los hospitales y centros de salud está asegurado. El Ejército ha dispuesto que los soldados se dediquen a las labores de limpieza de placas de hielo y ramas. De esta manera, el acceso de pacientes, personal de salud y distribución de vacunas está garantizado.
La cara amable y simpática de estos episodios climatológicos se ve en las calles y avenidas. La gente no solo disfruta de patinatas y trineos, sino que los más talentosos se han animado a hacer esculturas. Las Meninas de hielo quedaron plasmadas en Madrid, con la catedral de Almuneda de fondo. Un inmenso cristo, elaborado por el sacerdote Toño Casado en la parroquia del Pilar, también en la capital. Y hasta un grupo de venezolanos, erigieron una Virgen del Valle (patrona de los orientales).
Incidencia del cambio climático y la salud
Investigadores del Instituto Carlos III han analizado por años el cambio climático. Las mínimas temperaturas, como las registradas en España el lunes, así como las intensas nevadas.
El calentamiento global de la Tierra está detrás de estos cambios extremos. También de las tormentas, huracanes y sequías. Un planeta cada vez más cálido, experimenta un clima alterado en el que se producen fríos gélidos.
Cristina Linares y Julio Díaz, expertos del ISCIII, sostienen que el cambio climático está incidiendo en la salud de la población. “No sólo en los extremos térmicos, calor y frío, sino también en el incremento de la contaminación atmosférica. En los eventos meteorológicos extremos, inundaciones y sequías, o en enfermedades infecciosas transmitidas por vectores (mosquitos, artrópodos…). Además, hay efectos colaterales relacionados con el clima extremo, como las enfermedades mentales o la pobreza energética”. explican.
Destaca Díaz que la gente está acostumbrada a vivir en un rango de temperaturas y se dan adaptaciones fisiológicas y socioeconómicas. «Puede que vayamos a un escenario de menos olas de frío o de calor, pero, al mismo tiempo, con más impacto. El frío no suele producir en España una muerte por congelación, sino que su efecto es indirecto: agrava patologías», dijo.
De hecho, los fallecimientos asociados al exceso de frío se producen entre 5 y 15 días después del episodio, lo que «rebaja la alerta».
En los trabajos de Díaz y Linares, por cada día de ola cálida se produce una media de tres fallecimientos relacionados con el exceso térmico. Por cada día de frío extremo, se han contabilizado 3,5 fallecimientos. Por esta razón, aunque las muertes totales por calor son más (unas 1.300 atribuidas al año frente a 1.100), al producirse durante más días, la mortalidad de las olas de calor está por debajo de la asociada a las de frío.
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