El cambio climático causará más estragos en las condiciones metereológicas del hemisferio norte, con un incremento de temperaturas que causarán más olas de calor durante el verano, o las lluvias torrenciales, aseguraron científicos.
Advirtieron sobre posibles situaciones extremas en Norteamérica, Europa y regiones de Asia. Las emisiones de gases del efecto invernadero podrían afectar a los vientos de gran altitud que soplan hacia el este. Los científicos describen este fenómeno como “grandes olas planetarias”.
«El clima de verano probablemente se vuelva más persistente. Períodos de calor seco más prolongados, posiblemente también períodos lluviosos más largos», comentó Dim Coumou, autor principal del estudio del Potsdam Institute for Climate Impact Research (PIK) y la Vrije Universiteit Amsterdam.
Asegura que en ambos casos, puede llegarse a extremos. En consecuencia, no sería descabellado esperar calor, sequía, incendios forestales e incluso inundaciones.
Es por esta razón que muchas regiones del hemisferio norte han registrado altas temperaturas este verano. Incluso se han visto casos de incendios forestales importantes desde California hasta Grecia.
Las temperaturas altas incluso llegaron al círculo ártico, en el norte de Europa. En esta región, usualmente helada, superaron los 30 grados centígrados.
Peligros de las altas temperaturas
Estos patrones climáticos representan un grave riesgo para las siembras y cosechas. Ciertas regiones están en peligro de atenuar sus niveles de producción de alimentos. “Condiciones persistentes cálidas y secas en el oeste de Europa, Rusia y partes de Estados Unidos amenazan a los rendimientos de cereales en esos lugares», indicaron los expertos.
Otra situación de enorme peligro ocurre en torno a la desaceleración en los patrones climáticos al Ártico. Esta región se calienta más del doble del promedio global a causa del cambio climático.
Según los científicos, las causas de estos problemas son las diferencias en temperaturas entre el Ártico helado y el calor hacia el sur. Esto genera vientos que modifican los sistemas climáticos en todo el mundo. Sin embargo, la tendencia es que estos vientos se frenen, mientras que el calor o la lluvia permanecen más tiempo.
«Aumenta la evidencia de que la Humanidad está jugando con estos enormes vientos», comentó Hans Joachim Schellnhuber, director de PIK y coautor de un segundo estudio sobre un grave incendio forestal de 2016 en Canadá.
«Alimentado por emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre, el calentamiento global probablemente está distorsionando los patrones naturales», escribió en un comunicado.
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