La sostenibilidad debe entenderse desde la eficiencia, lo que debe llevar a un replanteamiento de las infraestructuras necesarias para atender las necesidades presentes y futuras, una logística que mitigue las externalidades negativas y un transporte que despeje las dudas sobre la electromovilidad.
El transporte, la vivienda y la industria, así como las infraestructuras que dan servicio a estos sectores, son factores claves para la descarbonización y la circularidad. Los objetivos de reducción de emisiones exigen un cambio en la producción de energía eléctrica con la implantación de fuentes renovables.
Las infraestructuras son esenciales para el desarrollo de los territorios y la cohesión social, así como para el incremento de la productividad, la mejora de la competitividad y la capacidad de exportación de la economía.
La sostenibilidad depende de los desarrollos tecnológicos. Mientras que la descarbonización es un reto transversal que debe involucrar a todos los sectores: empresas, administración y sociedad. Con este llamamiento a la unidad de acción por parte de Marina Serrano, presidenta de aeléc (Asociación de Empresas de Energía Eléctrica), que ejerció de moderadora, comenzó la mesa de Energía, Movilidad, Logística e Infraestructura.
En la descarbonización, la energía solar fotovoltaica es parte de la solución. Así de contundente se mostró Meritxell Pérez de Castro-Acuña, directora global de Relaciones con Inversores de Soltec. La actual coyuntura geoestratégica, sobre todo con la guerra de Ucrania, ha obligado a los países a acelerar el objetivo de independencia energética.
La descarbonización necesita empresas que generen valor. Soltec lo hace a través de sus soluciones fotovoltaicas, con seguidores solares de última generación, que permiten orientar los módulos para seguir el movimiento del sol, y la gestión de activos en un mercado en el que los inversores reclaman estabilidad regulatoria y buenas prácticas.
Carlos López, director de Operaciones de Hyundai Motor España, insistió en matizar que descarbonización no es exactamente igual a electrificación.
“El coche eléctrico –explicó–, incluso con los condicionantes de lentitud en la recarga, autonomía limitada y falta de infraestructura, es una gran solución, pero no la única. Hay que contar asimsmo con los biocombustibles y el hidrógeno, aunque también tienen hoy las mismas limitaciones”.
El directivo de Hyundai reclamó ayudas públicas para la electromovilidad, como la ampliación de los planes MOVES, reducción en el IRPF y el IVA y ampliar las subvenciones a las empresas a la hora de electrificar sus flotas.
SIGNUS Ecovalor es una entidad sin ánimo de lucro que tiene como objetivo garantizar un adecuado tratamiento del neumático usado, desde que se genera hasta que deja de ser un residuo para convertirse en un material con valor y, además, maximizar este valor a través del desarrollo de nuevas aplicaciones y de nuevos mercados.
Román Martín, director de Relaciones Institucionales de SIGNUS, subrayó que “hay que gestionar los residuos como si fueran recursos para reintroducirlos al final de su vida útil en la cadena productiva».
La utilización de caucho reciclado para la fabricación de nuevos productos se postula como una de las soluciones más sostenibles dentro del reciclaje del neumático. Además, contribuye a la economía circular al reducir el consumo de materias primas vírgenes con la consiguiente mejora ambiental.
El polvo de caucho se utiliza, por ejemplo, en carreteras y asfaltos y sería una solución eficiente y sostenible para las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades. Pero también tiene otras aplicaciones: SIGNUS ha desarrollado un proyecto en el que se ha empleado polvo de caucho reciclado de neumáticos en la fabricación de materiales compuestos para transductores acústicos de aplicación, por ejemplo, en ecografía médica o en la navegación por sonido.
Mariano Oliveros, subdirector general de Estrategia y Calidad del Aire de la Comunidad de Madrid, manifestó que la descarbonización debe aplicar un modelo de arriba abajo, potenciando la responsabilidad compartida tanto de entidades públicas como privadas, así como la concienciación ciudadana.
La nueva estrategia de energía, clima y aire que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid aportará soluciones a muchos de los problemas que hoy se plantean, pero hay que tener cierta precaución ante objetivos inalcanzables y que implican una electrificación o un cambio radical en la movilidad muy difíciles de conseguir. “Hay que avanzar con realismo y eficiencia”, asentó.