Por Cambio16
04/05/2017
La Dirección General de la Guardia Civil dotará a sus agentes con armas eléctricas Taser de «reducido impacto», según informa la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que presentó la propuesta hace dos meses para «poder prestar servicio reduciendo de ese modo el riesgo a sufrir lesiones u ocasionarlas».
La instancia policial ha remitido a la AUGC un comunicado en el que indica que «se han realizado distintos trabajos como han sido un estudio legal, técnico y operativo para ver las posibilidades de uso de este tipo de dispositivos, así como sus ventajas e inconvenientes. Asimismo se ha diseñado un plan de formación del personal en el uso de estos dispositivos».
Además, el texto añade que «en la actualidad el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial está realizando un estudio de mercado para ver cuál podría ser el modelo más adecuado para ser adquirido por la Guardia Civil«.
Aunque la AUGC ha celebrado la noticia, argumentando que «es necesaria la dotación de armas eléctricas que permitan reducir a una persona sin ocasionarle daño físico, inmovilizándola temporalmente», el uso de pistolas eléctricas por parte de los cuerpos de seguridad ha sido siempre muy polémico, y está vinculado con la muerte de varias personas.
Se trata de armas de electrochoque que están diseñadas para inmovilizar a una persona mediante descargas eléctricas que imitan las señales nerviosas y confunden a los músculos motores, principalmente brazos y piernas. Se pueden utilizar a distancia, es decir, lanzando proyectiles a unos 8 metros, o en contacto directo con la persona que se quiere reducir. Las más conocidas son de la marca Taser, que es la utilizada casi en exclusiva por la Policía y el Ejército en España. También es utilizada en países como Argentina, Colombia y EEUU.
Según datos de Amnistía Internacional, 43 personas murieron en EEUU durante 2015 tras recibir descargas de armas Taser por parte de la Policía, elevando a 670 el número total de fallecidos desde 2001.
En su informe de 2012, la organización señalaba que «la mayoría de las muertes se han atribuido a otras causas. Sin embargo, los forenses citan las taser como causa o factor contribuyente de más de 60 fallecimientos, y hay varios casos más en los que se desconoce la causa exacta de la muerte».