Este viernes, Gobierno populista de Italia dijo que recortaría los fondos para la Unión Europea a menos que otros países acojan a unos migrantes abandonados en un puerto italiano, lo que le provocó una reprimenda de Bruselas por hacer «amenazas» inaceptables.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, dijo que los enviados de países de la UE que se reunieron en Bruselas el viernes alcanzaron un acuerdo para repartirse los 150 migrantes a bordo del Diciotti, un barco italiano de guardacostas atracado en Catania desde el lunes.
Italia «actuará en consecuencia», dijo en Facebook, apuntando que la UE no logró estar a la altura de sus principios de «solidaridad y responsabilidad» y que había un abismo «entre dichos y hechos» que estaba edulcorado de «hipocresía».
Política antiinmigratoria
Más de 650.000 personas han llegado a la costa italiana desde 2014 y Roma ha comenzado a tomar una línea rígidamente antiinmigratoria, diciendo que no permitirá que ningún barco de rescate más atraque a menos que otros estados de la UE acuerden la entrada de los llegados.
El ministro del Interior Matteo Salvini, que lidera el partido Liga, contrario a la inmigración, ha insistido en que no se les permitirá pisar tierra hasta que otros países de la UE acuerden acogerlos – desencadenando una investigación penal sobre si los inmigrantes están siendo retenidos en contra de su voluntad.
El aliado de Salvini en el Gobierno, el vice primer ministro Luigi Di Maio, que lidera el Movimiento 5-Estrellas, ha dicho que su partido no aprobará la financiación de la Unión Europea el próximo año si no hay actuaciones pronto.
«La línea blanda no funciona, la línea dura implicará una retención de fondos si no nos escuchan», dijo Di Maio en la televisión italiana.
La UE rechaza las amenazas
Rechazando las amenazas italianas como inaceptables, el brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, dijo que su principal prioridad era una solución para el caso del Diciotti.
«Comentarios no constructivos y amenazas… no nos acercan a una solución», dijo el portavoz Alexander Winterstein en conferencia de prensa el viernes.
El asunto sobre cómo gestionar a los inmigrantes ha dividido a la UE, aunque las llegadas se han reducido drásticamente desde su pico en 2015, cuando eran más de un millón.
Los países del sur de la UE como Italia y Grecia se sienten desbordados y los miembros del este del bloque rechazan quedarse a los que llegan.
Los países del este, que afrontan reducciones en la ayuda al desarrollo de la UE por su rechazo a ayudar en la inmigración, no asistieron a la reunión de Bruselas del viernes. Malta, Italia, España, Grecia, Luxemburgo, Bélgica, Alemania, Francia, Irlanda y Holanda estuvieron presentes.
Reducir Llegadas
En Italia una promesa de campaña para reducir las llegadas ayudó a llevar a 5-Estrellaas y la Liga al poder el pasado junio.
En junio y julio se alcanzaron acuerdos para distribuir a las personas de los barcos que llevaban inmigrantes rescatados en el mar a Italia y Malta.
Pero Salvini dijo esta semana que los países no estaban manteniendo sus promesas.
Los políticos de la oposición que visitaron el Diciotti esta semana criticaron a Salvini y Di Maio.
«Lo peor es que (los migrantes) están siendo retenidos como una manera de chantajear a Europa», dijo Laura Boldrini, diputada del partido de izquierda Libre e Igual.
Los migrantes parecían haber iniciado una huelga de hambre el viernes, dijo Davide Faraone, diputado del Partido Democrático, en Twitter.
Otro diputado opositor, Riccardo Magi, dijo que la mayoría podrían cumplir los requisitos para el asilo.
Magi pidió al fiscal de Catania que abra una investigación penal sobre si los migrantes están siendo retenidos contra su voluntad. El fiscal jefe de Agrigento ha abierto una investigación contra personas «desconocidas» por retenerlos.
El viernes Salvini seguía desafiante ante la investigación y dijo que su trabajo era proteger al país.
«Si alguien piensa en detenerme, está equivocado, porque el pueblo italiano pide orden, normas, respeto e inmigración controlada», dijo.