Hoy que celebramos el Día del Español en el seno de la ONU y el Día Mundial del Libro propuesto por la Unesco, los escritores creativos hispanohablantes enfrentamos el reto de usar correctamente nuestro idioma o escribir para SEO. Tablet o tableta es uno de los términos que se presta para confusiones y correcciones.
El #DíadelEspañol se celebra el #23deabril, coincidiendo con la muerte de Miguel de #Cervantes.
🌐 Con más de 577 millones de hablantes, el #español es ya la 2ª lengua del mundo por número de nativos.
🗨️ Es una lengua de cultura, de negocios, de entendimiento.#HablamosEspañol pic.twitter.com/cKs850NW0u
— Exteriores (@MAECgob) 23 de abril de 2019
Para esta cruzada es esencial mantenernos actualizados en torno a los giros del idioma en un mundo cada día más digital y globalizado. Para aclarar ciertas dudas, en línea existen opciones que nos ayudan. Además hemos contado con la amable opinión en este tema del Secretario de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), el venezolano Francisco Javier Pérez. En definitiva, se dice ¿tablet o tableta? ¿cómo saberlo?
Tablet ¿es un extranjerismo o un barbarismo?
Es ambos, pues no hay diferencia entre uno u otro término. Barbarismo es el uso que en el siglo XIX se daba a aquellas voces usuales de procedencia extranjera. “Calificar de voces bárbaras a los extranjerismos no es más que un uso culto que alude a la expresión con la que en la Grecia antigua se designaba a lo que no era griego, es decir, a lo extranjero”. Por lo tanto, podríamos deducir que es un extranjerismo-barbarismo.
Sin embargo la rapidez e inmediatez con la que hoy se mueve la información nos deja poco tiempo para cotejar o investigar acerca de unos u otros términos. Muchas veces pareciera que se tratara de una guerra entre idiomas, una guerra digital angloespañola, donde al parecer el inglés ha ganado terreno.
Español o inglés, he ahí el dilema
Sucede que al decantarnos por un término u otro (tablet o tableta), los escritores elegimos aquel que tenga mayor “punch” o mayor número de búsquedas. No obstante, ¿estamos conscientes del grado de influencia que podemos tener a través de Internet y la escritura?
¿Se podría decir que el inglés está influyendo en el español como lo hizo el idioma árabe alguna vez, salvando las distancias de espacio y tiempo?
“En nuestro tiempo, el inglés ha venido a entenderse como lengua de comunicación inmediata en los centros urbanos de buena parte del mundo y ello determina su influencia en el español y en la mayoría de las lenguas nacionales. La presencia de voces inglesas en el español debe considerarse como préstamos léxicos a nuestra lengua, que tendrán mayor fuerza y permanencia en la medida en que perdure la preeminencia del inglés en el desarrollo de la cultura urbana y juvenil.
Si lo pensamos bien, más allá de algunos anglicismos muy instalados en la lengua común (hall, ticket, lunch, cake, sándwich, jet, brake, burger, check, etc.), el inglés no ha logrado permear la estructura y funcionamiento de ninguna lengua.
Por ello, el paralelismo con la influencia árabe, concretada durante ocho siglos de presencia y dominación en España, no resulta claro. El árabe está enraizado en la propia genética del español, cosa que no ocurre con el inglés, por más señas que nos parezcan sólidas al día de hoy. Por otra parte, todo préstamo lingüístico debe ser entendido como enriquecimiento y nunca como deterioro de nuestra lengua ni de ninguna otra.”
La #recoFundéu de hoy sobre el extranjerismo «rooftop» y su alternativa en español «azotea» también puedes verla en vídeo. https://t.co/iqVhIwmhh8 pic.twitter.com/cfd59GwqaL
— Fundéu BBVA (@Fundeu) 12 de abril de 2019
Entonces, ¿debemos los hispanohablantes defender el idioma desde nuestra trinchera creativa?
«Los escritores moldean la lengua a su manera, tanto como lo hacen los hablantes comunes y corrientes. La escritura literaria tiene sus rumbos y ellos abonan el variado y multicolor paisaje del idioma. Las lenguas no necesitan defenderse, como creían los puristas de otro tiempo. Lo que necesitan son hablantes responsables y escritores inteligentes.
La lengua te ofrecerá, en uno y otro caso (en todos los casos), lo que seas capaz de demandarle. La lengua es nuestro hogar mental más esclarecido, pues gracias a ella fundamos la realidad, la soñamos, la pensamos, la expresamos, la hacemos palabra y vivimos nuestra vida de “Homo locuens”, el hombre que habla.»
Unidad idiomática en lugar de defensa
El español siempre dará una opción. Tablet o tableta, no es un dilema. Siempre existirá la palabra precisa para delimitar un concepto. Como señala Pérez, se trata de un enriquecimiento de la lengua, nunca de su deterioro. Eso se puede observar en los casos de los neologismos “verdaderas creaciones que hace la lengua cuando no encuentra en su diccionario las palabras para designar ideas o realidades nuevas”.
De allí que una política de pahispanismo sea la bandera de ASALE, una manera de integrar la diversidad lingüística y cultural que representa el español a nivel mundial.
¿Qué significa panhispánico, no solo desde el punto de vista lingüístico, sino desde el punto de vista cultural?
“La lengua y la cultura siempre van juntas. Así, pues, cuando hablamos de “panhispanismo lingüístico” queremos señalar una tendencia para afirmarnos en los valores de unidad y diversidad que caracterizan a la lengua española y a su cultura. El español ha conquistado hoy una situación que permite a 570 millones de hablantes, en cuatro continentes y en veintitrés países entenderse con muy contados equívocos comunicativos.”
Resulta entonces que hablar español es un puente comunicacional entre más de 570 millones de personas. Un puente que se tiende hacia oportunidades económicas, tecnológicas, virtuales, digitales, culturales, sociales y humanas. Una oportunidad para emprender y evolucionar empresas en un amplio mercado. De allí que para los escritores creativos resulte un terreno fértil, lleno de certezas investigativas, creadoras, creativas y productivas.
¿Quién tiene la última palabra la Academia o los hablantes?
“Los hablantes siempre mandan en materia de lenguaje. La idea del uso como principio rector de la lengua es muy antigua, pero para no salirnos del ámbito del español, el gramático venezolano Andrés Bello, en 1847, insistía en que el uso era la única autoridad en materia de lenguaje.
Las Academias de la Lengua solo recogen esos usos que los hablantes ponen en práctica y cuando una forma se difunde e impone, ellas la recogen y asientan en el diccionario. Modernamente, nunca las academias han impuesto nada que no esté refrendado por la frecuencia y extensión de los usos, por más empeños sancionadores que haya manifestado en particular algún académico purista o prepotente.”
Acceso a la consulta en línea de la «Ortografía de la lengua española». https://t.co/w4Wh8QY7UT
— RAE (@RAEinforma) 23 de abril de 2019
Finalmente, ¿tableta o tablet?
“Debería responder con lo políticamente correcto y decir que uso solo “tableta”. Sin embargo, nos encontramos en medio de un fenómeno en transición. Las dos formas coexisten al día de hoy y por eso me declaro como usuario oscilante en cuanto al empleo de estas voces: a veces digo tableta, nuestra forma españolizada; y otras, tablet, la forma inglesa.”
Aclarada la duda y teniendo presente que los idiomas están en constante evolución, es crucial para un escritor de nuestros tiempos mantenerse actualizado en cuanto a la norma. Así que si te asalta el temor de ¿tablet o tableta?, puedes consultar:
- Diccionario Panhispánico de Dudas. Responde dudas de orden gramatical, ortográfico y léxico
- Fundéu BBVA, es un “buscador urgente de dudas”. Es más rápido que consultar el Diccionario Panhispánico de Dudas, dado que colocas en el buscador “internet o Internet” y obtienes la respuesta, generalmente.
- El DRAE.. En línea, se encuentra la actualización 2018 del diccionario. Igualmente, puedes hacer consultas a la RAE por su cuenta de Twitter @RAEInforma.
Para más información visite Cambio16.com
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