Mozambique reportó decenas de muertes el sábado por un ciclón y unas inundaciones en el sur de África. El desastre natural ha dejado hasta ahora un saldo de al menos 732 fallecidos y miles de personas con una necesidad imperiosa de ayuda. Muchas de ellas están refugiadas en techos y árboles.
El ciclón Idai azotó la ciudad portuaria mozambiqueña de Beira con vientos de hasta 170 kilómetros por hora la semana pasada. Posteriormente se trasladó tierra adentro a Zimbabwe y Malaui. Allí inundó amplios sectores y devastó hogares.
Crece el número de víctimas
El número de muertos en Mozambique, como consecuencia del ciclón Idai por el sur de África, aumentó de 242 a 417. La cifra fue actualizada por el ministro de Tierras y Medio Ambiente, Celso Correia.
«La situación está mejorando, sigue siendo crítica, pero está mejorando». Así lo dijo Correia a periodistas en el aeropuerto de Beira. La terminal aérea se ha convertido en un centro de operaciones de ayuda.
La tormenta también mató a 259 personas en Zimbabwe, mientras que en Malaui 56 personas murieron a raíz de las fuertes lluvias registradas antes del paso de Idai.
«Es un desastre natural sin precedentes. La zona afectada en Mozambique es de unos 3.000 km2», estimó Celso Correia.
Por ahora, las autoridades se han abocado a la limpieza de los grandes ejes y el rescate de personas aún bloqueadas en las zonas inundadas. «La próxima etapa es tener acceso al agua potable, porque lo que nos esperan son enfermedades». Así lo declaró la directora de Unicef, Henrietta Fore. La funcionaria viajó a Mozambique para analizar los estragos.
Sur de África en crisis tras paso del ciclón
Tras el paso del ciclón Idai por el sur de África, en los tres países los sobrevivientes han estado excavando entre los escombros para buscar víctimas y luchando por conseguir refugios, alimentos y agua. Mientras, los gobiernos y las agencias de ayuda buscan canalizar la ayuda.
Celso Correia dijo que unas 1.500 personas necesitan ser rescatadas inmediatamente de los tejados y los árboles. Helicópteros y barcos han estado trasladando a la gente a zonas de seguridad.
La oficina humanitaria de Naciones Unidas advirtió que podrían producirse más inundaciones. Ello a medida que las represas cercanas comienzan a llenarse. La situación amenaza con desbordar nuevamente los ríos Buzi y Pungwe.
«Tendremos que esperar hasta que disminuya el nivel de las aguas para conocer el número de víctimas total en Mozambique«. Así lo expresó el coordinador de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA), Sebastian Rhodes Stampa.
Próximas acciones
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió el viernes a la comunidad internacional multiplicar las donaciones. La organización ya ha destinado 20 millones de dólares en un primer paquete de ayuda de emergencia. «Pero se necesita una ayuda internacional mucho mayor«, señaló Guterres. Para el 11 de abril está previsto que se realice una conferencia de donantes en Beira. Allí se dará a conocer el balance general de las consecuencias del paso del ciclón por el sur de África.
Escuelas, hoteles e iglesias se han transformado en centros de acogida tanto en Mozambique como en Zimbabue. El techo del principal hospital de Beira fue parcialmente dañado. El centro asistencial sólo puede funcionar al 40% de sus capacidades.
La ciudad de medio millón de habitantes, ha sido de las más afectadas. Pero en las calles, la normalidad regresaba progresivamente.Ya el viernes se formaban colas frente a los bancos, que reabrieron sus puertas.
Las operaciones de reconstrucción también se han iniciado lentamente. Algunos habitantes buscaban entre los escombros planchas de metal con las que construir viviendas precarias. Mientras, los técnicos trabajaban para restablecer líneas telefónicas y la electricidad.
Tras el paso del ciclón Idai por el sur de África, Zimbabwe, Mozambique y Malaui se esfuerzan por emprender la reconstrucción.
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