Para los que se ejercitan con regularidad como una manera de ganar en salud o perfeccionar su físico, hay en el mercado una gama de suplementos deportivos. Diseñados para mejorar el rendimiento, prevenir lesiones y hasta reducir la fatiga. Su efectividad se comprueba en muchos casos, con estimulantes como la cafeína o la creatina. Pero hay otros, igualmente demandados, de dudosos resultados.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), es el máximo organismo europeo que ofrece asesoramiento científico independiente sobre los riesgos relacionados con los alimentos. Es también encargado de dar recomendaciones en materia de salud. Recientemente ha fijado posición sobre diez suplementos deportivos que se expenden en establecimientos del ramo y en diversas presentaciones.
Menciona a la leucina, isoleucina y la valina. Son tres aminoácidos esenciales que nuestro organismo no es capaz de sintetizar por sí mismo. Los atletas buscan en ellos una rápida recuperación tras un ejercicio intenso, ya que, supuestamente, aumentan el crecimiento muscular. Protegen el sistema inmunitario, disminuyen el dolor muscular e incrementan la masa muscular. Sin embargo, no se ha hallado correlación entre su consumo y dichos efectos.
En el listado incluye a la L-Carnitina. Una amina que es sintetizada en el hígado, los riñones y el cerebro a partir de dos aminoácidos esenciales, la lisina y la metionina. Se estima que su consumo podría agilizar la recuperación de la fatiga muscular. Así como reparar el tejido muscular esquelético y aumentar la resistencia. Pero los estudios no avalan estas propiedades.
Potencialidades no probadas de suplementos deportivos
En la lista revisada por la EFSA de 10 suplementos deportivos, está la caseína que es una fosfoproteína presente en la leche y en algunos de sus derivados. Sus hidrolizados se postulan como complementos óptimos para aumentar la rapidez de absorción de aminoácidos y acelerar la síntesis proteica. Sin embargo, no hay pruebas de que ayuden en el crecimiento o mantenimiento de la masa muscular. E incluso, aumenten la resistencia o aceleren la recuperación de la fatiga muscular.
La agencia analizó la proteína de suero de leche. Es un producto compuesto principalmente por proteínas globulares de alto valor biológico extraídas del suero de leche. Se comercializa como polvo soluble y se administra en forma de batidos de diferentes sabores. A pesar de su extenso uso, no hay pruebas de la relación causa-efecto entre su consumo y la mejora del rendimiento deportivo.
Asimismo somete a evaluación a la beta-alanina. Es un aminoácido no esencial sintetizado en el hígado que puede ingerirse a través de la dieta. Se encuentra en las carnes blancas y rojas. Es uno de los suplementos preferidos de los atletas de fuerza. Peo no se ha hallado ninguna relación entre su consumo y la mejora del rendimiento físico durante el ejercicio intenso de corta duración.
En su análisis incorpora a la L-glutamina. Aminoácido biosintetizado por el hígado y los pulmones. Se utiliza como suplemento dietético para que los músculos ejercitados no pierdan volumen. Tradicionalmente ha sido empleado por deportistas de musculación para “llenar sus depósitos”. Es decir, el esfuerzo anaeróbico desgasta las reservas naturales de glutamina en los músculos. Aunque los estudios no respaldan su efectividad.
No aportan volumen muscular ni mitigan la fatiga
Para completar los diez suplementos deportivos revisados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, se sumó la citrulina malato. Suplemento formado por la unión de citrulina y ácido málico. Dos importantes moléculas que forman parte del ciclo de la urea y del ciclo de Krebs, respectivamente. Aunque sus defensores prometen que mejora el metabolismo del músculo esquelético y la eficiencia contráctil, no hay pruebas de su efectividad.
En cuanto a la tirosina, la forma L de este aminoácido no esencial es recomendada para incrementar el rendimiento deportivo. También para tratar el párkinson y el albinismo, entre otros trastornos. Sin embargo, los suplementos compuestos por esta molécula no han mostrado efectos positivos ni en el deporte ni en dichas patologías.
Por otra parte, la EFSA comenta en su reporte el comportamiento de la ribosa. Contiene componente de moléculas tan importantes como el ácido ribonucleico, nucleótidos y el ATP. Igualmente en este caso, no hay pruebas de que aumente los niveles de ATP, incremente el rendimiento físico o ayude a una recuperación más rápida tras el ejercicio.
El hidroximetilbutirato es el número 10 de los suplementos que potenciarían el rendimiento deportivo. Es un metabolito natural derivado de la leucina. Se dice que estimula la síntesis proteica, acelera la recuperación muscular. Reduce el daño muscular y mejora la fuerza y la resistencia cardiorrespiratoria. Pero tampoco se ha demostrado ninguna de estas supuestas propiedades.
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