La pandemia de la COVID-19 no solo ha puesto en jaque a los sistemas sanitarios y a las economías del mundo. También deja historias surrealistas, que bien podrían alimentar el imaginario de la ciencia-ficción. Por ejemplo, casos de megapropagación de la COVID-19.
Pareciera que no es suficiente con que la enfermedad no tenga vacuna, se propague rápidamente y además, cuente con la particularidad de presentar casos asintomáticos. El riesgo de súper propagación es una realidad y si no, que lo digan los ejecutivos de Biogen, una multinacional estadounidense de biotecnología. Con la historia de Biogen, se entiende la importancia del confinamiento y el distanciamiento social.
Una historia de súper propagación de la COVID-19
La historia de súper propagación de la COVID-19 comienza con una reunión anual de directores el 26 y 27 de febrero en Boston, Massachusetts. A la conferencia asistieron alrededor de 175 ejecutivos -entre ellos varios vicepresidentes radicados en Europa- y empleados de diferentes localidades de Estados Unidos y el mundo.
Durante dos días tanto los ejecutivos como los empleados participaron en discusiones y presentaciones acerca del futuro de la multinacional. El entusiasmo impregnaba el ambiente, ya que la compañía esperaba la aprobación de la FDA -organismo que regula el mercado de medicamentos y alimentos- de un fármaco contra el Alzheimer.
También los asistentes estaban bajo la presión de presentar resultados. En un primer momento, la medicina contra el Alzheimer había fracasado en las pruebas a gran escala el año pasado, lo que condujo al desplome de las acciones de la empresa. Sin embargo, en el último otoño el fármaco funcionó con mayores dosis. Las acciones remontaron y la empresa pudo recaudar 14.400 millones de dólares en ingresos anuales.
Acercamiento social
Los asistentes a la conferencia anual no solo participaron en debates y reuniones, sino que compartieron en una cena tipo buffet. Cuenta uno de los asistentes, que colegas que no se habían visto en años se saludaron con apretones de manos y hasta con besos en las dos mejillas al mejor estilo europeo.
Con el fin de la conferencia anual se inició la súper propagación de la COVID-19. Algunos participantes regresaron a sus casas, otros a sus oficinas, algún directivo fue a la fábrica de Carolina del Norte, los europeos abordaron aviones y otros asistieron a fiestas personales, generando una indetenible cadena de contagio.
Por ejemplo, una de las vicepresidentas con su esposo fue a una fiesta el sábado siguiente en Nueva Jersey. A la fiesta asistieron alrededor de 45 personas que celebraron con bailes tradicionales, tomándose de la mano, el fin de los carnavales, una celebración en el calendario griego ortodoxo.
Advertencias
A pesar de que el 21 de febrero, ya en Estados Unidos había 30 casos de la COVID-19 y en China la epidemia avanzaba con fuerza, la empresa no suspendió la conferencia anual, como lo hicieron otras empresas.
En Massachusetts, el primer caso de la COVID-19 fue detectado el 1 de febrero y para ese día 21 en el estado existía la incertidumbre sobre si realizar reuniones o no. Para el 27, Sony anunciaba la suspensión de una exposición anual en el Centro de Convenciones de Boston.
Para el primer fin de semana, luego de la conferencia, algunos empleados de la empresa ya se sentían enfermos. El 2 de marzo el médico de la empresa informaba vía correo electrónico que algunos empleados asistentes a la reunión estaban enfermos y recomendaba asistencia médica a cualquiera que presentara síntomas. Lo que vino luego fue la debacle.
Estados Unidos, Europa, el mundo
La conferencia de la empresa se convirtió en el epicentro del brote en Massachusetts. De 70 a 92 casos de la COVID-19 se vincularon con la reunión anual de Biogen, solo en ese estado de los EE UU. La súper propagación se extendió hacia otros estados como: Tennessee, Carolina del Norte, Indiana, Nueva Jersey y Washington, D.C. También a otros países: Noruega, Alemania, Austria y Argentina.
El riesgo por súper propagación ha estado presente desde el inicio de la pandemia. A mediados de febrero un británico que contrajo el virus en Singapur se vinculó con la infección de otras 11 personas en los Alpes franceses, que luego fueron a parar a Francia y España.
Otra cara de la enfermedad que muestra la importancia del confinamiento y el distanciamiento social. El tema con el nuevo coronavirus es que un infectado puede contagiar de dos a tres personas, puede no contagiar a nadie o puede contagiar a muchos. Pareciera una lotería.
Biogen argumenta que no suspendió la reunión de directivos, porque tomó decisiones sobre la base de la información que tenía disponible. El episodio de súper propagación llevó a la compañía a donar 10 millones de dólares para el acceso a pruebas diagnósticas y dotar de alimentos y equipos de protección a trabajadores sanitarios.
El lado amable de la historia es que se asoció con Vir Technology para un posible tratamiento contra la enfermedad. El lado no tan amable fue la súper propagación de la COVID-19 en Estados Unidos y el mundo, siendo una empresa líder en el sistema sanitario global.
Para más información visite Cambio16.com
Lea también:
Un supercomputador colaborativo trabaja en un tratamiento para la COVID-19
Un supercomputador colaborativo trabaja en un tratamiento para la COVID-19