La superficie ecológica en España creció 4,8% durante 2019, situándose en 2,35 millones de hectáreas. De esta manera, nuestro país se mantiene como el primer productor de la Unión Europea por superficie y el cuarto del mundo. Sin duda, una buena noticia para la salud y la economía.
Datos provisionales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación indican que, en relación al total de Superficie Agraria Útil (SAU) de España (ESYRCE 2019), el área ecológica ya supone el 9,3%. “Es un magnífico dato que refleja la apuesta ecológica de nuestros agricultores y ganaderos”, destacó el ministro de Agricultura, Luis Planas.
Las cifras divulgadas esta semana confirman la tendencia de crecimiento sostenido de la superficie ecológica en España. El incremento anual medio fue de 7,5% en los últimos cinco años. Así, España se mantiene como el primer productor de la Unión Europea por superficie y el cuarto del mundo.
“Estamos en buen camino para cumplir con los objetivos que plantea la Unión Europea (UE)”; en línea con las estrategias ´De la granja a la mesa´ y ´Biodiversidad´ de la Comisión Europea”, dijo Planas. Coinciden con los objetivos nacionales y estratégicos de la futura Política Agraria Común (PAC) “sin perder de vista el necesario equilibrio entre sostenibilidad-rentabilidad”, añadió.
Aumento en el consumo ecológico
Una buena noticia también para la economía. Cifras de 2018 ubican en unos 2.000 millones de euros al año el consumo en España de productos ecológicos; un sector que abarca a unos 40.000 productores con posibilidades de negocio y creación de empleo.
La cifra es 16,4% superior a lo registrado en 2016, y prácticamente el doble de los poco más de 1.000 millones cuantificados en 2013; lo que confirma que la comida ecológica en España llena cada vez más las cestas de la compra.
Ecológica no siempre quiere decir sana
Los productos ecológicos son aquellos que no han sido expuestos a pesticidas químicos o fertilizantes artificiales para que la tierra tenga más nutrientes. Tampoco usan hormonas de crecimiento ni antibióticos para el ganado. Están excluidos de este grupo los productos modificados genéticamente (transgénicos) que resistan mejor las plagas y mejoren el rendimiento de los cultivos.
Pero la comida ecológica no siempre es sinónimo de alimentación sana, advierten los especialistas. Comer una pizza con chorizo siempre es un riesgo para el colesterol, así ese chorizo tenga el sello ecológico.
“No se puede afirmar desde un punto de vista científico que los alimentos ecológicos sean más saludables”, sostiene la dietista-nutricionista y licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Beatriz Robles.
Para ella, es mucho más importante evitar los alimentos procesados, los que “llevan grandes cantidades de grasas, poca calidad y azúcares añadidos”.
Otro aspecto que también preocupa mucho a la gente en relación con los productos ecológicos, es el uso de antibióticos en los animales. En ese sentido, Robles envía un mensaje esclarecedor: el antibiótico que se usa con fines terapéuticos en los animales “a nosotros no nos llega. La legislación es muy estricta al respecto”, aseguró.
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