La jornada del domingo en el Mundial de Natación en Gwangju, Corea del Sur, estuvo marcada por la polémica participación del nadador chino Sun Yang, que se hizo con los 400 metros libres, su cuarto título mundial consecutivo. Sin embargo, es un triunfo ensombrecido por la sospecha de dopaje del atleta de 27 años, el cual es conocido por una actitud rebelde que ha sido arropada por un aparato de propaganda del gigante asiático.
Desde que rompió el récord en los 1.500 metros de Grant Hackett en 2011, Yang fue coleccionando éxitos y escándalos a la par: ganó dos oros en el Mundial de Shanghai 2011, otros dos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, tres en el Mundial de Barcelona 2013, dos en el Mundial del 2015 en Rusia y otros dos en el 2017, en Budapest.
Mientras tanto, dio positivo por trimetazidina, un estimulante cardíaco, en 2014. Sin embargo, Yang solo recibió una multa de 650 euros y una sanción de tres meses por lo que pudo competir ese mismo año en los Juegos Asiáticos de Incheon, en los que ganó los 400 libres y los 1.500 libres. Asimismo, el año anterior chocó su Porsche contra un autobús en su Hangzhou, su ciudad natal. No tenía carné de conducir y pasó un año por prisión.
En el el Mundial 2015 sumó a su lista de controversias una pelea con la nadadora brasileña Larissa Oliveira, a la que presuntamente dio un codazo y una patada en la piscina durante los entrenamientos, y ese mismo día renunció a la prueba de 1.500 libres por unas supuestas molestias cardíacas.
A flying start of the swimming competition in Gwangju with China’s Sun Yang winning the first gold medal in the Men’s 400m Freestyle! All the action live on 💻 https://t.co/bEozhdW5qV #FINAGwangju2019 #Swimming #FINA pic.twitter.com/BNmN6zJuSH
— World Aquatics (@WorldAquatics) July 21, 2019
Último escándalo
Pero su última polémica es la que tiene a sus colegas y a la prensa, calificándolo como “el villano de la natación”. El Daily Telegraph australiano informó que Yang está bajo investigación por negarse a realizarse una prueba antidopaje en septiembre del año pasado. Según el reportaje, el nadador habría roto la prueba de sangre con un martillo en el jardín después de acusar a los examinadores de no tener las credenciales apropiadas.
La WADA (Agencia Mundial Antidopaje, por sus siglas en inglés) alertó a la Federación Internacional de Natación (FINA) de que Yang se resistió violentamente a realizarse la prueba. Sin embargo, la FINA aceptó la alegaciones de la federación de China que dijo que “su nadador no había sido informado en tiempo y forma del control al que sería sometido” (procedimiento que no está previsto según el reglamento), además de concordar que los examinadores no tenían las credenciales.
Esta situación, especialmente la falta de transparencia, no está siendo bien vista por las otras federaciones. Incluso el australiano Mark Horton, que quedó de segundo lugar el domingo, se negó a subir al podio junto a Shang. «Me siento frustrado. No creo que tenga que decir nada más. Lo que ha hecho y cómo ha sucedido todo, hablan por sí mismos», afirmó Horton. Sí acompañó en el podio a Yang, el italiano Gabriele Detti, medalla de bronce.
Investigación ante el TAD
Debido a las quejas de otros países sobre el caso, la WADA exigió la reapertura de una investigación ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAD). El presidente del TAD, Matthieu Reeb dijo el jueves al portal web SwimSwam, que el Tribunal escuchará “tentativamente” la apelación de la WADA. Asimismo, Reeb informó que ninguna de las partes involucradas (la WADA, la FINA y el equipo de Sun) tuvo interés en acelerar el proceso.
Por su parte, en las últimas horas la agencia de noticias china Xinhua publicó declaraciones de los abogados de Yang en las que acusan a Daily Telegraph de publicar un “informe incompleto y parcial” sobre el incidente. Asimismo, aseguran que Sun ese día estaba dispuesto a esperar a que llegaran oficiales “con la acreditación adecuada y estuvo listo toda la noche para completar la prueba, pero la WADA se negó”.
Asimismo, en el incidente está involucrado el doctor Ba Zhen, que ha sido dos veces suspendido por la FINA y que, por sí mismo, también tiene historial en el doping. Según The Daily Telegraph, el doctor apareció sobre la 01.00 horas para cuestionar a los analistas, que ya habían convencido a Sun de realizarse la extracción.
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