La transición al año 2023 le dio a Suiza un nuevo récord de temperatura: en Delémont, en el Jura, el termómetro alcanzó los 20,9 °C. Este es el registro más alto al norte de los Alpes en un día de enero. Y lo más sorprendente, sin nieve en muchas montañas. Mientras tanto, Ginebra reporta 15 días continuos con una temperatura máxima diaria superior a los 10 °C, un marcador inusual desde el inicio de las mediciones en 1864.
El servicio meteorológico MétéoSuisse anunció que este martes a las 14:00 horas en Suiza, la temperatura máxima en Ginebra alcanzó 9,1 °C y estima que “no debería bajar mucho más”. Se espera una temperatura máxima por encima de los 10 °C para los próximos días.
Los últimos 15 días ha sido especialmente templado y forma parte de una tendencia derivada del calentamiento global, sostiene la agencia meteorológica. Con inviernos cada vez más suaves con deshielos ocasionales y con nevadas muy focalizadas.
Inclusive, las previsiones de los próximos días prevén 12 °C a 1.500 metros de altura y en algunas ciudades como Basilea o Ginebra el termómetro subirá hasta los 17 o 18 grados centígrados.
«Nos acercamos a temperaturas extremas para un mes de diciembre. Pero no se debería batir el récord absoluto», dijo un experto del organismo de meteorología MétéoSuisse. Estas temperaturas inusualmente suaves son en parte consecuencia de una corriente del suroeste que transporta aire tropical tibio.
Uno de los efectos que ha tenido es la falta de nevadas en regiones donde es habitual ver los copos caer. Por ejemplo, la región de los Prealpes, que de acuerdo con las estadísticas de largo plazo, está entre los menos nevados.
Suiza con temperaturas altas
«Solo se han registrado tres o cuatro inviernos con menos nieve que ahora. Y no ocurrieron mucho tiempo atrás, en todos los casos en los últimos diez años», comentó Christophe Marty, del Instituto para el Estudio de la Nieve y las Avalanchas de Davos, al periódico La Tribune de Genève.
Debido a la baja presencia de nieve en los Alpes, algunas estaciones de esquí de baja y mediana altitud están sufriendo esta alteración climática. Muchas han tenido que cerrar, con el consiguiente impacto económico negativo en uno de los períodos más frecuentados del año para las instalaciones invernales.
Las estaciones de esquí que cuentan con equipamiento para la nieve artificial han seguido operando. Pero incluso esta opción requiere de condiciones meteorológicas específicas, en principio que no haya demasiado calor ni humedad. Además, el uso de nieve artificial requiere de importantes volúmenes de agua que las estaciones deben pagar.
La temperatura no subió tan alto en el resto de la Suiza francófona. Alcanzó los 15,5 grados en Lausana (Pully) y los 14,4 grados en Friburgo. Entretanto, en el valle del Rin de St. Gallen y en Liechtenstein, también hacía calor el día de Año Nuevo: el termómetro marcaba 20 °C en Vaduz y 18,5 °C en Bad Ragaz. Son nuevos valores máximos para un día de enero en estas estaciones.
Otros récords de temperatura se registraron en Altdorf, en el cantón de Uri, donde el termómetro alcanzó los 19,2 grados el domingo al mediodía. El récord anterior era de 18,5 grados. Se alcanzaron récords de enero en una docena de estaciones de medición, como en Zurich-Affoltern (16,3 -16 grados hasta ahora).
Vientos cálidos, poca nieve
El hecho de que haga tanto calor en Europa occidental se debe a las masas de aire que se originan en el Atlántico subtropical, frente al estado norteamericano de Florida. El fenómeno también ocurrió el año pasado, indicó MeteoSwiss.
No fue solo la masa de aire cálido, sino también los fuertes vientos del suroeste provocaron el alza de la temperaturas incluso durante la noche. Por estos vientos, las masas de aire cálido se mezclaron en las capas inferiores de aire. En la víspera de Año Nuevo, los servicios meteorológicos habían anunciado récords de temperaturas en Suiza. Para el jueves, el servicio meteorológico pronosticó un clima parcialmente soleado, así como temperaturas relativamente altas nuevamente.
Otro dato inquietante es que la isoterma 0. Es decir, la zona o altitud con cero grados centígrados y arriba de la cual las temperaturas son negativas y la precipitación toma forma de nieve, ha subido 250 metros en el último medio siglo. Hace 50 años, la isoterma 0 se ubicaba en torno a los 600 metros
La OMM señaló en noviembre que 2022 fue excepcionalmente duro para los glaciares de los Alpes europeos. Los primeros indicios apuntan a un deshielo sin precedentes.
En cuanto al manto de hielo de Groenlandia, perdió masa por 26 año consecutivo, y por primera vez en un mes de septiembre se registraron lluvias en lugar de nevadas.
El calentamiento continúa. Se estima que la media de los 10 años comprendidos entre 2013 y 2022 superará en 1,14 (de 1,02 a 1,27) °C el valor de referencia de la era preindustrial (1850-1900). El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) considera que la subida correspondiente al período de 2011 a 2020 será de 1,09 °C.