Investigadores de la Universidad de Princeton y el Sunnybrook Research Institute revisaron el comportamiento humano frente a la crisis sanitaria. Detectaron ocho dificultades que desafían el buen juicio que debe imperar en estos momentos para combatir la COVID-19.
Entre los problemas que exploraron se encuentran los rasgos humanos comunes: temor a lo desconocido, vergüenza personal y sesgo retrospectivo, entre otros. La investigación y sus recomendaciones las ofrecieron a la revista especializada The Lancet.
Los coautores sugieren que la conciencia de estas dificultades podría ayudar a mantener los cambios de comportamiento necesarios para combatir la pandemia de la COVID-19.
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— The Lancet (@TheLancet) April 27, 2020
«Después de las fuertes reacciones iniciales ante un momento tan desafiante y difícil, la conciencia de las dificultades de juicio podría ayudar a mantener las cosas en el camino correcto», señala Eldar Shafir, según Europa Press. Él es profesor en Ciencia del Comportamiento y Política Pública en la Escuela Woodrow Wilson de Asuntos Públicos e Internacionales de Princeton. Y coautor del artículo con el doctor Donald Redelmeier, científico principal del Sunnybrook Research Institute.
Problemas del comportamiento
La crisis de la enfermedad por COVID-19 desafía la biología humana, la capacidad de los hospitales, la recuperación económica y la red de comunicación entre personas.
Las estrategias para reducir la transmisión han incluido lavarse las manos repetidamente, distanciarse físicamente y el autoaislamiento. Estas estrategias preventivas son asequibles y efectivas.
Sin embargo, señalan los investigadores, un desafío importante es la necesidad de mantener la adherencia. El propósito de esta investigación es revisar ocho dificultades de comportamiento reportadas por la psicología, que son relevantes para actuar con buen juicio bajo incertidumbre.
Identificar problemas y buscar soluciones
Sugieren que la conciencia de estas dificultades podría ayudar a mantener el cambio de comportamiento para combatir la crisis COVID-19. Estas son:
1.- Miedo a lo desconocido. Las amenazas son misteriosas porque son desconocidas. Pero el misterio inicial pronto se desvanece. Los recordatorios repetidos vinculados a la situación son importantes para evitar la complacencia.
2.- Vergüenza personal. Para reducir la propagación de la enfermedad, se ha animado a las personas a no tocarse la cara, pero lo hacen reflexivamente. Algunos pueden ver los fallos como un fracaso personal.
Recomendaciones para la salida del confinamiento con los niños, niñas y adolescentes.
La situación actual abre ya la posibilidad de q niños, niñas y adolescentes puedan salir en unas condiciones específicas.
Detalles de la guía en el siguiente enlacehttps://t.co/MTbMCYJnAV pic.twitter.com/JXGXeKd4Vf— Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (@CopMadrid) April 25, 2020
Los líderes de opinión pueden destacar a una de las muchas celebridades que han dado positivo como una forma de mitigar el estigma. Las autoridades también deben advertir que los lapsos momentáneos son naturales y deben ser seguidos volviendo a los mejores comportamientos.
3.- Descuido de los riesgos competitivos. Muchos están tan consumidos por la COVID-19, que pueden descuidar el sueño, el ejercicio o la compañía humana. Por lo tanto, los médicos deben aconsejar a sus pacientes que promuevan la seguridad contra otros daños.
4.- Enfermedades invisibles. El distanciamiento social y el aislamiento podrían exacerbar el trastorno psiquiátrico crónico. Se justifica un mayor cuidado de la salud mental y comunicación de apoyo de un ambiente hogareño saludable.
Mentalidad colectiva es útil
El equipo de investigadores detecta otros comportamientos comunes en esta emergencia sanitarias.
5.-No hay información clara. Los retrasos de tiempo asociados con la COVID-19 (período de incubación, intervención y resultados de las pruebas) causan emociones y sentimientos desconcertantes. Las autoridades deben instar a la precaución de no actuar en informes diarios de epidemia.
6.- El status quo abunda. La gente quiere mantener la normalidad durante una crisis, pero una sacudida temporal de su status quo es una oportunidad para reenfocarse y mirar las cosas de nuevo. Una vez que disminuye la urgencia inicial, los hospitales podrían reconsiderar cómo los médicos se adaptan a las nuevas formas de telemedicina.
Confinamiento y emociones en las familias:
Silvia Álava. (Psicóloga Educativa) @silviaalava
Durante la cuarentena además de realizar otras actividades esenciales es importante atender las necesidades
emocionales de nuestros hijos y nuestras hijas. https://t.co/wCUUkwU8ew pic.twitter.com/UOvxUnwCIi— Colegio Oficial de la Psicología de Madrid (@CopMadrid) April 27, 2020
7.- Normas sociales arraigadas. El comportamiento humano está conformado por normas como darse la mano, abrazarse y otras formas de contacto humano, y estas normas no son fáciles de cambiar. Los lemas, las imágenes y otros recordatorios podrían ayudar a facilitar el cambio necesario.
8.- Sesgo retrospectivo. Una vez que la COVID-19 disminuya, el sesgo retrospectivo conducirá a castigar a las autoridades médicas que podrían haber reaccionado de forma exagerada o insuficiente.
Una mentalidad colectiva de que todos estamos juntos en esto puede resultar difícil pero muy útil, dijeron.
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