Figuras de la música como Sting, Carlos Vives, Carlinhos Brown, Gilberto Gil, Aterciopelados, Jorge Drexler, Manu Chao y Maná unieron sus voces, música e idiomas este domingo en un concierto virtual a favor de la selva tropical, su cuidado y el de sus habitantes.
El evento, que llevó por nombre SOS Rainforest, se celebró este 21 de junio en el también Día Europeo de la Música.
El llamado era a la acción por el cuidado de las selvas tropicales, pulmones del planeta; también el de las comunidades indígenas en su lucha por conservar las selvas tropicales de África, Asia y Sudamérica.
El concierto solidario, que llevaba el eslogan de “El momento de actuar es ahora”, invitó a la donación del público, también virtual, a colaborar en la labor.
“Hace 30 años —dijo Sting minutos antes de empezar el concierto— fui parte de una iniciativa para tratar de proteger la selva tropical”, reseñó EFE.
El cantante británico se refirió, así, a la organización Rainforest Foundation UK, que cofundó en 1989 y para la que se recaudaron fondos por medio de este evento que se transmitió en YouTube, Tik Tok y otras plataformas digitales.
El fotógrafo brasileño y premio Príncipe de Asturias de las Artes, Sebastiao Salgado, se sumó a la iniciativa y pidió la colaboración de la gente. “Estoy aquí para que ustedes apoyen a los guardianes de las selvas tropicales alrededor del mundo”, invitó.
La fundación advierte que los pueblos indígenas y otros guardianes forestales están amenazados por una menor inmunidad a enfermedades como la COVID-19 y la falta de acceso a los servicios de salud.
“La destrucción de su hogar en la selva tropical debido a un aumento de la tala ilegal y la minería está aumentando mientras que el mundo ve hacia otro lado. A la vez, los expone al virus e incrementa la crisis climática”, publicó la ONG.
Agregó que estas comunidades son amenazadas de muerte y hasta asesinadas por proteger sus tierras y a ellos mismos, lo que conlleva la desaparición de sus culturas.
Los pueblo indígenas de la Amazonia, carentes de servicios sanitarios, corren peligro ante la amenaza de la pandemia, que puede llevar a un genocidio, alertó Greenpeace, de Brasil.
El evento también fue organizado por el Rainforest Foundation de Estados Unidos y el de Noruega. Los conciertos virtuales, aunque atípicos por el distanciamiento social que impone el nuevo coronavirus, se están convirtiendo en un medio de los artistas para seguir en la onda musical y comunicarse con su público.
En la actividad también se contó con la participación de activistas y dirigentes indígenas que hicieron un llamado a no destruir esta fuente de vida.
La fundación Rainforest UK tiene como fin abordar el tema de la deforestación local y mundial. En la página web se lee que ayudan a las comunidades forestales a obtener derechos sobre sus tierras, luchar contra las empresas madereras, velar por sus bosques y proteger el medioambiente.
A su vez, hacen campañas para influir en las leyes de los países y las internacionales para proteger las selvas tropicales y a sus habitantes.
Las selvas tropicales, una fuente de vida en peligro
La selva tropical, ecuatorial o selva tropical húmedo es la selva o bosque denso de clima tropical que se caracteriza por muchas precipitaciones y elevada temperatura media.
Se encuentra en las proximidades del ecuador terrestre, Sudamérica, África, islas del sudeste de Asia y Melanesia; también en el sureste de México, Centroamérica, Madagascar, Indochina y el noreste de Australia.
Se calcula que contienen más del 50% (algunos científicos hablan de hasta más del 90%) de las especies animales y vegetales del mundo. Es hogar de una amplia variedad de especies y fuentes de recursos: alimentos, medicinas y sustancias de interés industrial.
La Amazonia es la mayor región de bosque tropical del planeta y la comparten nueve países: Brasil (la mayor parte), Colombia, Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Guyana, Guayana Francesa y Surinam.
En 2019 Brasil fue noticia, precisamente, por los incendios continuos que arrasaron el llamado «pulmón del planeta» durante varias semanas y que despertó el rechazo de la comunidad internacional, de los activistas y de indígenas en contra de la gestión del presidente Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, aunque defensor del derecho de explotar la selva, firmó finalmente un decreto que prohíbe el uso del fuego en las llamadas “quemas controladas” en todo el país durante 60 días.
Las quemas controladas son el uso del fuego como método para la producción y gestión en actividades agropastorales o forestales y con fines de investigación científica y tecnológica, informó la BBC.
Aunque Bolsonaro señaló a las ONG de estar detrás de los incendios, se habló de la deforestación como uno de los posibles motivos.
La Amazonia, entre las malas prácticas y la COVID-19
Desde 1970 se han perdido solo en Brasil una superficie forestal más grande que toda Francia, señaló Greenpeace, de España. Afirman que la ganadería ha sido la responsable de la mayor parte de la deforestación.
Datos:
- La deforestación volvió a repuntar en la Amazonia brasileña en 2015. Se destruyeron casi 800.000 hectáreas.
- Aunque en los noventa la selva absorbía 2.000 millones de toneladas de CO2, ahora se redujo a la mitad.
- Mataron a 49 activistas ecologistas en 2016 en ese país. 9 de cada 10 de estos homicidios ocurrieron en la Amazonia.
“Brasil es el país que alberga la mayor parte de la selva amazónica, pero la deforestación y la degradación forestal es un problema crónico. La expansión de la frontera agrícola para el cultivo de soja y la creación de pastos para la ganadería es la principal responsable de este problema. También, la explotación forestal industrial, en gran parte ilegal, abre el camino a la destrucción posterior mediante el uso del fuego”, explicaron.
También hablaron de los proyectos hidroeléctricos que amenazan los ríos de la cuenca amazónica, como el complejo de presas en la cuenta del río Tapajos, donde vive la tribu mundukurú.
Greenpeace, de Brasil, informó del transporte reciente de 17 toneladas de ayuda para las comunidades indígenas del norte. Afirman que la COVID-19 tiene un fuerte impacto en las comunidades indígenas y que puede haber un genocidio.
Brasil es el segundo país del mundo con más casos confirmados de COVID-19. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), este 22 de junio hay 1.067.570 casos confirmados y 49.976 fallecimientos.
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