Por Erika Hidalgo López
02/05/2018
Las petroleras europeas y estadounidenses socias de Pdvsa (Petróleos de Venezuela S.A.) ordenaron a sus ejecutivos locales «abstenerse de firmar contratos u otros documentos redactados bajo polémicos poderes extraordinarios que el presidente Nicolás Maduro otorgó al ministro de Energía, Manuel Quevedo, en un decreto del 12 de abril», afirmó la asesora energética Argus.
Las compañías que han ordenado a sus empleados evitar firmar futuros contratos, son de alto calado. Entre ellas, Total de Francia, Statoil de Noruega, Repsol de España, Eni de Italia y Chevron de Estados Unidos.
Argus indicó que la información les fue suministrada por dos abogados vinculados a las transnacionales que operan en Pdvsa. Según los abogados las compañías son cautelosas de comprometerse con los contratos. La razón tiene que ver con el arresto de dos ejecutivos locales de Chevron que se negaron a firmar un acuerdo de compra. Los altos ejecutivos consideraron cuestionable el acuerdo, porque se adjudicó sin un proceso de licitación, y tenía un precio superior al del mercado.
La situación se torna grave. La orden de no firmar contratos que puedan contravenir las normas corporativas, pueden erosionar más la producción de crudo. Especialmente, el producto asociado a las operaciones clave de mejoramiento y mezcla de crudo pesado.
Gran parte de la infraestructura de Pdvsa, incluidas refinerías y logística, ya no funcionan de manera confiable debido a la falta crónica de inversión, comentó el reporte.
Aliadas estratégicas de Pdvsa no han declarado sobre el tema
No está claro si los socios estratégicos más importantes de Pdvsa, como la estatal rusa Rosneft y la estatal china CNPC, han emitido directrices similares a sus ejecutivos locales, precisó el reporte.
El principal activo venezolano de Rosneft es una participación de 40% en el proyecto de modernización de crudo pesado PetroMonagas de 140.000 barriles por día (bpd). Para CNPC, es 40 % en la empresa de mezcla de crudo Sinovensa de 130.000 bpd. Pdvsa es el accionista mayoritario con 60 %, según lo establece la legislación petrolera del país sudamericano.
El decreto de emergencia dictado por Maduro, intenta enderezar la abollada economía del país. La medida entrega a Quevedo amplia autoridad para adjudicar directamente contratos relacionados con la adquisición de bienes y servicios; proyectos de infraestructura; importaciones de crudo, diluyentes y otros productos; fletamento de petroleros y otras transacciones petroleras comerciales y financieras.
Fuentes aseguran que los socios extranjeros de Pdvsa no se arriesgarán a firmar documentos basados en las facultades de Quevedo. No aceptarán suscribir licitaciones y contratos de infraestructura. Con ello descartan la posibilidad de que posteriormente se muestren precios inflados o favoritismos para compañías específicas. O incluso la participación de parientes y/o asociados a Pdvsa o funcionarios del gobierno.
Analistas y críticos al gobierno de Maduro citan el arresto de los ejecutivos de Chevron como evidencia de que Pdvsa está ignorando las normas internas de gobierno corporativo. Y en especial la transparencia de adquisiciones y leyes antisoborno que podrían exponer a ejecutivos de empresas extranjeras y sus empleadores a enjuiciamiento criminal en los Estados Unidos y Europa.
Maduro buscará a socias de Pdvsa para elevar producción de crudo
La orden girada por las socias de Pdvsa a sus altos ejecutivos pareciera calculada. Se da solo a horas de que Nicolás Maduro asegurara que convocaría a sus socias para proponerles elevar la producción. La oferta de aumentar en un millón de barriles el bombeo requiere básicamente de financiamiento. Y el Gobierno no lo tiene.
Con esta advertencia que hacen las socias de Pdvsa a sus ejecutivos, se podría estar echando por tierra la posibilidad de lograr la meta volumétrica que quiere el Gobierno venezolano. Más aún cuando se avecina una cuestionada jornada electoral que podría colocar a Venezuela al margen dentro de la comunidad internacional. Inclusive, ser sancionada de manera más contundente por los Estados Unidos.
Pero las complicaciones de la administración de Maduro no terminan allí. Crece además el riesgo de embargos sobre los activos de Pdvsa. Los retrasos en los pagos de deuda son evidentes. Mientras que por otro lado, la ex socia de Pdvsa, ConocoPhillips presionará para que Venezuela le pague los más de 2.000 millobnes de dólares que ordenó un tribunal de la Cámara de Comercio Internacional, tras perder un litigio por activos expropiados a la petrolera norteamericana.