Por Pablo G. Bejano
UP: Snapchat
La clave de su éxito está en los mensajes con caducidad y su joven público. Valorada ya en 16.000 millones de dólares, el crecimiento de Snapchat parece imparable. Muchos miran hacia su salida a Bolsa.
DOWN: Twitter
La red social no deja de caer en Bolsa debido al pobre crecimiento de usuarios. Ante esta situación, altos directivos han abandonado el barco y se ha comenzado una etapa de recortes: se ha despedido al 8% de la plantilla.
UP: Snapchat | EL VALOR DE LO EFÍMERO
El servicio de mensajería para adolescentes que era Snapchat en 2011 (momento de su puesta en marcha), se ha convertido en una plataforma en la que caben desde los mejores vídeos de un evento deportivo a las últimas noticias o selfies patrocinados por empresas.
Con el reclamo inicial de los mensajes que se autodestruyen, el servicio ha crecido en poco tiempo hasta los 100 millones de usuarios activos mensuales. Más del 60% de estos entran en Snapchat diariamente, algunos con una frecuencia de infarto de hasta 22 veces al día.
Su ritmo de crecimiento en 2015 está siendo imparable. Esto, junto con la frescura de sus iniciativas para obtener ingresos integrando la publicidad de formas originales y atrayendo a grandes marcas, ha hecho que la compañía esté valorada en 16.000 millones de dólares. Muchos ya miran hacia su salida a Bolsa.
El primer anuncio pagado en Snapchat entró en octubre de 2014 y fue el pistoletazo de salida para la aparición de una riada de anunciantes, muchos de ellos de alta categoría. Antes ya habían desembarcado en la plataforma marcas tan importantes como McDonald’s, Heineken, General Electric o canales de televisión como la MTV o la HBO. Estas compañías han descubierto que tienen que estar en este servicio para complementar su estrategia en las redes.
En septiembre el grupo de música pop One Direction anunció su nuevo álbum por Snapchat con un vídeo. Y es que el público de la plataforma –joven, por lo general, con muchos adolescentes– coincide con el tipo de audiencia de la banda británica. Esto no deja de ser una ventaja para los anunciantes, que ven en ello la oportunidad de dirigirse a un segmento de la población al que no es sencillo llegar pero que, en cambio, posee una gran influencia en las decisiones de compra que toman las familias.
Snapchat se ha lanzado a innovar en lo que se refiere a prácticas publicitarias, y hace recomendaciones a las marcas para que sus vídeos tengan impacto. En unos pocos segundos hay que captar la atención del usuario. Lo que puede parecer un reto difícil se ha convertido en una carrera por crear anuncios llamativos, que acaban siendo más aceptados por el público, con lo que el mensaje cala más. Una de las últimas apuestas ha sido la introducción de filtros para hacer selfies, patrocinados por una marca.
La compañía va a por todas y prueba de ello es que acaba de contratar a un directivo de Facebook, Anthony Pompliano, para guiar su crecimiento.
Una vuelta de tuerca a las redes sociales
Los mensajes efímeros son la clave del éxito de Snapchat. Minimizan la inhibición que sienten los usuarios en un momento en el que todo queda registrado en Internet. Uno debe apresurarse a entrar en la plataforma antes de que el contenido se autodestruya, porque si no se lo pierde. Otro cambio de reglas: no se pueden ver los seguidores de un usuario ni cómo de populares son sus snaps, lo que libera a muchos de la presión de tener que publicar el mejor mensaje posible.
DOWN: Twitter | LOS 140 CARACTERES SE ATASCAN
En los últimos meses el polvorín que era Twitter ha ido estallando en sucesivas explosiones, como la marcha de su CEO, el anuncio de que las cuentas siguen sin cuadrar y, la última, un recorte de personal repentino.
Tras su salida a Bolsa hace dos años la valoración de Twitter subió un 66% en pocos meses y a partir de ahí ha ido cayendo progresivamente. La razón son los usuarios activos. En el segundo trimestre de este año Twitter sólo fue capaz de aumentarlos en dos millones, el registro más bajo de la compañía hasta la fecha. El crecimiento ha sido únicamente de un 0,07%, muy por debajo de lo que esperan quienes tienen su dinero invertido en la red social.
Mientras Twitter crece a este parsimonioso ritmo, estando en los 304 millones de usuarios activos, Facebook, crece a un 3% cuando ya tiene en torno a 1.500 millones de usuarios.
Aunque los ingresos de la compañía superaron las previsiones de los analistas, la caída en Bolsa se mantiene. A día de hoy, la empresa sigue sin ser rentable. En la primera mitad del año acumuló 299 millones de dólares en pérdidas, mientras que el gasto subió un 38%, hasta los 1.216 millones. Ante esta situación Twitter ha optado por recortar gastos. Lo ha hecho despidiendo a 336 empleados, un 8% de la plantilla. La medida ha dado un respiro a la compañía, pero también ha supuesto la marcha de talento de sus filas.
Quienes también se han marchado de la compañía han sido algunos altos directivos, como el vicepresidente de gestión de producto y el responsable del equipo de contenidos, que hace unos meses se fueron a YouTube y a Dropbox respectivamente.
La compañía ha cambiado a su cúpula. El nuevo presidente ejecutivo destinado a saldar este tiempo de inestabilidad es Omid Kordestani, ex directivo de Google. Mientras que uno de los fundadores de Twitter, Jack Dorsey, ha sido investido como CEO definitivamente, tras realizar las funciones de forma temporal. Si bien a Dorsey se le critica que compagine el trabajo con el cargo, también de CEO, en otra empresa, Square, que además acaba de salir a Bolsa.
Twitter sigue peleando por mantenerse en la brecha y uno de sus últimos esfuerzos es Moments. Esta funcionalidad permite a los usuarios ver contenido seleccionado por la red social sobre un evento específico. Es algo muy parecido a lo que Snapchat hace con Live Stories, solo que lo lanzó un año antes que Twitter.
Amenazada por Facebook
Twitter y Facebook siempre han tenido delimitados sus territorios. Pero la debilidad de la primera puede hacer que la segunda se cierna sobre algunos de sus feudos, como la actualidad informativa. Los mensajes en 140 caracteres se prestaron a la inmediatez desde el principio, pero Facebook planea lanzar su propia aplicación que avise de las noticias. También compite por ser la segunda pantalla cuando la gente ve la televisión, un reinado hasta ahora de Twitter.