Por Cambio16
17/04/2018
La recuperación del sistema eléctrico de Puerto Rico está en la agenda parlamentaria de EEUU. Así lo precisó el Departamento de Energía de ese país, que prevé en 60 días tener listo un nuevo modelo eléctrico para esa región.
El plan impactará en la ley bipartidista de presupuesto y asignaciones suplementarias, aprobada el pasado 9 de febrero. Puerto Rico calcula que el costo de modernizar el sistema será de $17,600 millones. La aproximación a ese cálculo la ha hecho el gobernador de Puerto Rico Ricardo Rosselló. La propuesta incluye un sistema eléctrico moderno que resista vientos de hasta 155 millas por hora. Rosselló calcula que se requerirán $94,400 millones para reconstruir la infraestructura de la isla. Fundamentalmente destruida por el paso del huracán María en septiembre de 2017.
El gobierno insular asegura tener listo un plan para mejorar el servicio. Sin embargo es poco lo que puede hacer. Principalmente porque quien bajará los recursos para ello es el Departamento de Energía de EEUU.
Sistema eléctrico de Puerto Rico entre dos aguas
No obstante, desde EEUU tienen una visión más pragmática del tema. El secretario adjunto para Energía Confiable del Departamento de Energía, Bruce Walker, precisó que el sistema eléctrico de Puerto Rico «requiere un modelo eléctrico con capacidades de generación. Puerto Rico puede hacer los cálculos que quiera. Pero será el modelo el nos va a decir dónde tenemos oportunidades para invertir».
La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) informó hace dos meses que la generación eléctrica de Puerto Rico está en un 84.6 por ciento. No obstante, miles de personas en la isla todavía no tienen acceso a electricidad o agua potable. Y eso a más de 200 días después del golpe del huracán.
En un nuevo análisis, la firma de investigación Rhodium Group estima que el apagón de Puerto Rico es ahora el segundo peor del mundo registrado. Y el peor en la historia de Estados Unidos. Para llegar a esta conclusión, la empresa calculó el número de horas que los clientes perdieron el acceso a la electricidad a raíz de un solo evento. Aunque no es una clasificación definitiva, la duración del apagón de Puerto Rico, combinado con la alta densidad de población de la isla, lo convierten en un candidato principal para un premio que nadie quiere ganar.