Por Cambio16
25/12/2016
El papa Francisco ha hecho un llamamiento para un alto el fuego definitivo en Siria y ha recordado a las víctimas del terrorismo durante la tradicional bendición navideña Urbi et Orbi (Para la ciudad y para el mundo) desde la basílica de San Pedro de Roma.
«Es tiempo de que las armas callen definitivamente y que la comunidad internacional se involucre activamente para llegar a una solución negociada» en Siria, ha declarado el pontífice, quien además tuvo una mención explícita para el pueblo de Colombia «que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación», y para Venezuela, a la que ha animado a «dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales».
En su mención sobre la crisis social, económica y política del país sudamericano, Francisco deseó que la «valentía anime también la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales y a edificar conjuntamente un futuro de esperanza para la población entera».
También ha pedido a israelíes y palestinos que escriban «una nueva página de la historia, en la que el odio y la venganza cedan el lugar a la voluntad de construir conjuntamente un futuro de recíproca comprensión y armonía».
Anteriormente, durante la tradicional Misa del Gallo en las primeras horas de la Navidad, Jorge Bergoglio afirmó que la Navidad ha sido «tomada como rehén» por el deslumbrante materialismo que pone a Dios en las sombras y cierra los ojos de muchos ante las necesidades de los hambrientos, los migrantes y los cansados de la guerra.
Francisco también afirmó que el mundo moderno obsesionado con regalos, festejos y egoísmo necesita más humildad.
«Jesús nace rechazado por algunos y en la indiferencia de la mayoría. También hoy puede darse la misma indiferencia, cuando la Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado», dijo.
«Este materialismo ha tomado a la Navidad como rehén. Necesita ser liberada», agregó el Sumo Pontífice.
El líder católico también ha recordado a las casi 10.000 personas presentes en el evento cómo se debe celebrar esta fiesta mágica de una manera auténtica.
«Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios», dijo el papa en la misa oficiada en la Basílica de San Pedro.