La crisis del coronavirus SARS-CoV-2 ha hecho que en España todos los sectores trabajen para enfrentar la pandemia. Lamentablemente, la situación ha llevado a la suspensión de las sesiones de control en el Congreso, lo que desde el Partido Popular califican como un “déficit democrático”.
El presidente del PP, Pablo Casado, ha solicitado al jefe de Gobierno Pedro Sánchez comparecer todas las semanas para rendir cuentas e informar en forma integral sobre las gestiones para enfrentar la COVID-19. Y pese a que ha propuesto crear una comisión de seguimiento al coronavirus no ha tenido respuestas.
Durante la vigencia del estado de alarma, la Constitución establece el funcionamiento del Congreso de los Diputados y del Senado, pero en la práctica esto no ocurre, salvo muy contados casos como para aprobar y luego prorrogar el Real Decreto del estado de alarma o con la comparecencia del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
En las últimas semanas, el principal partido de la oposición ha presentado 635 iniciativas, de las cuales 520 son preguntas directas al Gobierno, pero hasta ahora sigue sin recibir feed back. Incluso hubo una que se presentó tres días antes de que se estableciera el estado de alarma para que Sánchez compareciera al Congreso y explicara cómo estaba gestionando la crisis del coronavirus.
«Se jacta de tener el Congreso abierto, de que podemos hacer preguntas pero no las contestan, de que podemos presentar iniciativas pero no se debaten, ni siquiera se celebran las comparecencias a las que está obligado el presidente del Gobierno, es ofensivo», afirmó la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, después que la presidenta Meritxell Batet, envió un comunicado a los parlamentarios en el que se refería a las dificultades para sesionar por la crisis actual, pero que que estaban abiertas sus «posibilidades de iniciativas».
El PSOE se ha negado hoy a facilitar en el Senado sesiones de control al Gobierno con el mismo formato que el último pleno del Congreso. Nunca un Gobierbo tuvo tanto poder y tan poco control. La democracia queda herida cuando se coarta su funcionamiento. Preocupante
— Javier Maroto (@JavierMaroto) March 31, 2020
Pablo Casado, presidente del PP
La libertad de preguntar
Lo ocurrido el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es un hecho al que desde el PP han buscado explicación. Más de 20 iniciativas han formulado sobre por qué la realización de ese evento multitudinario cuando ya el coronavirus había tomado cuerpo en otras regiones y obligado al confinamiento de localidades.
Desde el PP afirman que “el Gobierno no quiere preguntas ni control incómodo que ponga de manifiesto sus errores en el fondo y en la forma. Tenemos un presidente del Gobierno que solo responde preguntas enlatadas, a medida, por el secretario de Estado de Comunicación, y eso ni es democrático, ni es control, ni es lo que quieren los ciudadanos en nuestro país”.
Este aspecto ha sido muy criticado no solo por los partidos de oposición sino por el gremio periodístico, que hizo pública un manifiesto que comienza indicando que “en una situación de crisis el derecho a la información es más importante que nunca. Con España en estado de alarma, el Gobierno disfruta de unos poderes muy superiores a los normales, por lo que es importante que la prensa realice su labor de control, más aún cuando el Parlamento ha limitado enormemente su actividad”.
Excusas para controlar a la prensa
La carta suscrita por 416 profesionales da a conocer cómo en otros países europeos, que también enfrentan la crisis del coronavirus, se realizan en forma telemática las preguntas sin que haya ningún tipo de filtro. En las ruedas de prensa desde La Moncloa, la Secretaría de Estado de Comunicación ha llegado a formular interrogantes a Pedro Sánchez y ha tratado de corregir públicamente a alguno de los técnicos.
Buenos días, amigos.
Un centenar de periodistas hemos firmado un manifiesto para exigir el fin de la censura en las ruedas de prensa de PSOE y Podemos.
Por la libertad de prensa, y contra aquellos que pretenden acabar con ella. https://t.co/E2dbUx1yEf
— Cristian Campos (@crpandemonium) April 1, 2020
“Estas líneas no tienen como objetivo defender ni condenar la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus, sino garantizar que los medios de comunicación puedan realizar su función sin mordazas y sin dificultades añadidas. Estas no son más que excusas para controlar a la prensa. Que las preguntas al Gobierno las formule un miembro del propio Gobierno revela falta de transparencia y un interés por controlar la información”, agrega el documento.
Tanto poder y tan poco control
Al igual que Casado y Álvarez de Toledo, el portavoz del Grupo Popular en el Senado, Javier Maroto, considera que “nunca ha habido en democracia un Gobierno con tanto poder y tan poco control”.
Y su afirmación es precisamente por la negativa del PSOE a celebrar sesiones de control al Ejecutivo en la Cámara Alta. De acuerdo a Maroto no quieren sesiones de control por las preguntas incómodas que puedan recibir y cuyas respuestas son fundamentales que los españoles conozcan.
Señaló como ejemplo el que hayan usado el estado de alarma para colocar “por la puerta de atrás” a Pablo Iglesias en el CNI, la compra de los test fallido para controlar el coronavirus o el retraso en la publicación en el BOE del Real Decreto Ley sobre la paralización de la actividad económica.
“Queremos hacerle preguntas al presidente Sánchez en el Senado y propuestas en positivo en sesiones plenarias donde estén la inmensa mayoría de los asientos vacíos, pero donde puedan estar los 10 senadores que formulen las preguntas”, subrayó.
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