Mesa de debate Transición hacia la circularidad
La circularidad es una de las principales áreas de acción de la transición sostenible. Se trata de abandonar el modelo lineal de usar y tirar, y pasar a uno cíclico, es decir, regenerativo en el que el valor de los productos, materiales y recursos se mantiene en la economía durante el mayor tiempo posible y se minimiza la generación de residuos; o bien, como es el caso de las energías renovables no consumibles, se emplean fuentes inagotables, en sustitución, por ejemplo, de los combustibles fósiles, cuyas emisiones provocan el calentamiento global que compromete la vida tal y como hoy la conocemos.
La descarbonización es esencial para garantizar la sostenibilidad y la circularidad a largo plazo de la economía mundial. María Serrano, presidenta de Aelec, la asociación de empresas de energía eléctrica, que moderó la mesa de debate sobre Transición hacia la Circularidad, apuntó que la descarbonización de la electricidad tiene un valor que va mucho más allá del propio sector energético.
La electricidad limpia puede ayudar a todos los sectores consumidores de energía, como las industria, el transporte o la calefacción, que no pueden descarbonizarse por sí solos, y que necesitan reducir sus emisiones.
Según María Serrano, de cara al objetivo de neutralidad climática para 2050, la circularidad ha avanzado con normas y regulaciones relacionadas con la expansión del alcance de las reglas de ecodiseño, la regulación de los reclamos ecológicos de los productos, las metodologías para el cálculo de las huellas o, incluso, al propio Reglamento europeo sobre materias primas fundamentales que, entre otros, promueve su circularidad y, más en particular, su reciclado.
“La circularidad es, sin duda, una fuente de oportunidades para la eficiencia y resiliencia de las empresas que pueden optimizar su consumo de materias primas, ampliar la vida útil de su bienes y equipos y diferenciarse mediante productos por los que una sociedad comprometida muestra apetito”.
Mónica Chao, presidenta de Women Action Sustainability (WAS), organización cuyo fin principal es elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas, entidades, instituciones y de la sociedad, es decir, que la sostenibilidad esté en la alta dirección y, en la misma medida, identificar qué es lo que tiene que cambiar e identificar los riesgos y las oportunidades, la circularidad es «un elemento fundamental en la transición hacia una economía sostenible más sostenible».
Estamos hablando de competitividad y de crecimiento de las empresas. Desde WAS ayudamos a las pymes a través de una guía para que sepan cómo generar valor en torno a la economía circular. También a los jóvenes a través del proyecto WAS Circulamos, un ágora de debate formada por investigadores, empresas, estudiantes y administraciones públicas que se desarrolla en universidades del País Vasco, Galicia y Zaragoza. En el ágora de debate se involucran los gobiernos regionales, los ayuntamientos y las universidades. El éxito de estas iniciativas nos revela que hace falta acción y que esta acción tiene que ver con poner en conocimiento de todos los agentes qué es lo que se puede hacer y plantear soluciones”.
Gisela Ortiz, Head of International Relations & Sustainability Wavext Technologies, comenzó centrándose en las soluciones basadas en la naturaleza, pero fue virando paulatinamente hacia las tecnologías basadas en la naturaleza. Con Wavext entró de lleno en los gemelos digitales. El gemelo digital es una simulación en un contexto determinado sobre procesos, conductas o hábitos que puede tener una empresa o una persona.
Frente a este supuesto, se confrontan todo tipo de escenarios posibles para que con la IA predictiva me puede adelantar conclusiones y con la IA generativa me pueda decir qué hacer y con qué soluciones para optimizar procesos y automatizar recursos.
“La innovación, las tecnologías descentralizadas, como el blockchain, nos brindan herramientas para que no veamos la sostenibilidad como una carga, un gasto, como un opex (costo permanente), sino que lo podamos transforma a un capex (gasto de capital). Más allá de si les gusta o no, las empresas están obligadas a implementar estas herramientas. La sostenibilidad es un aporte, un imput, no un gasto. Muchos dicen, ser sostenible, está de moda, pero cuesta dinero. Yo reformulo: bien usada, con la innovación, la sostenibilidad puede trabajar a nuestro favor e impulsar el cambio de consciencia”.
Más allá de los beneficios medioambientales, los modelos de economía circular traen consigo grandes oportunidades para el sector empresarial; desde la reducción de costes a través de una mayor eficiencia en los procesos, la mayor resiliencia de la cadena de valor o la diferenciación de los productos por medio de la innovación.
Germán Granda es director general de Forética, la organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial en España que tiene la misión de fomentar la integración de los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno (ESG) en la estrategia y gestión de empresas y organizaciones.
Forética, que celebra su 25 aniversario junto a las 200 empresas que la integran, ha publicado un informe que señala los pasos necesarios para acelerar el proceso de circularidad, así como los desafíos que hay actualmente.
“Hemos pasado de utilizar y reutilizar materiales secundarios en un porcentaje en 2018 de 9,8% en el mundo al 7%. Aunque se realizan esfuerzos –según Germán Granda–, se siguen generando muchísimos residuos. De aquí a 2050, se espera que la cantidad de residuos se eleve un 73%, .
En los últimos diez años, hemos consumido los mismos materiales que durante todo el siglo XX
Es un mundo insostenible. Tenemos que cambiar la forma de actuar. Es fundamental el cambio de mentalidad en la gobernanza de las organizaciones y acelerar el uso de tecnologías para la sostenibilidad. También hay que implementar el ámbito de la colaboración –estamos trabajando en el Global Circularity Protocol para fijar la importancia de un marco global y estandarizado– y, por último, destacar también cómo se están dirigiendo las empresas al consumidor final y a la sociedad, evidenciando una mayor implicación como se comprueba ante el reto de la dana”.