Uno de los atractivos de los encuentros entre el Real Madrid y el Barcelona era el enfrentamiento entre los mejores jugadores del momento: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Aunque el clásico sigue siendo el clásico, la ausencia del portugués es notable para el espectáculo. Los aficionados han visto desinflado a Messi en estos choques desde que Ronaldo se marchó a la Juventus.
Messi pasó de ser el máximo protagonista a pasar inadvertido. En el recuerdo están esas noches pletóricas de hattricks, de jugadas sensacionales y de enmudecer al Santiago Bernabéu, el argentino logró más penas que gloria en el partido contra el Real Madrid del domingo.
El capitán del Barcelona tuvo un primer tiempo regular, no deleitó al público, pero estuvo participativo. Incluso, estuvo a punto de marcar tras bajar un balón que le mandó Busqutes, pero Thibaut Courtois le negó la celebración con una parada magistral.
A partir de ahí Messi desapareció. Tuvo que retroceder para buscar balones y chocaba con la marca de Casemiro, Ramos y Varane. Los 32 años de edad se le notaron cuando perdió un pique con Marcelo. Si lo ganaba iba a quedar mano mano contra Courtois.
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Sin embargo, la actuación de Messi solo fue la reiteración de los últimos cinco clásicos. Desde que se fue Cristiano de LaLiga, el argentino no ha hecho goles ni asistencias contra el Real Madrid. Una estadística que contrasta con los 21 goles que el rosarino les hizo a los capitalinos cuando el astro portugués vestía de blanco. La ausencia de Crisitiano desinfla a Messi.
Courtois y Casemiro: los héroes oculto del Real Madrid
Los goleadores son los más recordados en los partidos de fútbol. En la retina de los aficionados estará el gol de Vinicius Jr a pase de Toni Kroos y el ingreso de Mariano Díaz, que sentenció el clásico el domingo.
Sin embargo, la historia habría sido distinta sin dos actores fundamentales: Courtois y Casemiro. El portero belga evitó los goles del Barça con paradas magistrales frente los intentos de Messi, Arthur y Braithwite.
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Courtouis se ha convertido en un hombre clave para Zinedinde Zidane. El meta de 27 años de edad ha permitido 14 goles en 23 partidos de LaLiga y es un firme candidato en llevarse le premio Zamora. Si contabilizamos todos los partidos de la temporada (liga, Champions y Copa del Rey) el belga ha dejado su arco en cero en 16 partidos.
El otro héroe oculto fue Casemiro. El brasileño es el equilibrio en la media cancha y un imán para recuperar balones. Para muchos es el mejor «número 5» de la actualidad y otra vez anuló a Messi con una marca férrea.
Madrid hizo gala de su profundidad
Zidane le ganó el juego de ajedrez a Quique Setién. Después de un primer tiempo nivelado, el francés dio la orden de presionar la salida del Barcelona con más intensidad. La estrategia le rindió frutos. De un robo de balón surgió la jugada del primer gol del partido.
Este Madrid ya no es un contragolpeador como lo era en la primera etapa del francés como técnico. El equipo merengue muestra otros matices: presión alta, conducción del balón, desborde por las bandas y buen repliegue defensivo.
«Merecemos nuestra victoria por todo lo que hemos hecho ofensivamente y defensivamente. En el segundo tiempo mejoramos nuestra presión, jugando en campo contrario», dijo Zidane.
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El técnico francés también estuvo acertado en los cambios. Lejos de replegarse, impuso más velocidad con Lucas Vásquez, ingresó a Modric para manejar el medio campo y colocó a Mariano Díaz, quien marcó el segundo gol.
Zidane logra un ápice de oxigeno, luego de una semana en la que perdió en Champions contra el Manchester City. El Madrid se jugaba la temporada contra el Barcelona. La victoria significa volver a la cima de LaLiga y poder preparar el partido de vuelta contra los citadinos con mayor tranquilidad.
Setién sigue sin encontrarle la vuelta al Barcelona
Setién sigue sin encontrar la clave para que el Barcelona convenza en su juego. Comenzó jugando con tres centrales, dos carrileros muy abiertos y tres delanteros. Luego volvió a línea defensiva de cuatro y dos delanteros, con un medio campo improvisado, que a veces tiene a Vidal, otras veces a a Arthur y en algunas ocasiones a Rakitic.
El español ha tratado de que el Barcelona recupere su identidad de posesión del balón, de ataque por las bandas y de dinámica en el medio, pero no lo ha logrado. Semedo ofrece poco por derecha, el medio campo es parsimonioso, nadie rompe líneas y los delanteros se ven desconectados del juego.
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En el primer tiempo el Barcelona gozó de oportunidades, pero tampoco fue un claro dominador. Tuvo más posesión del balón, pero Ter Stegen fue el que más pases dio. El portero alemán dio 41 pases en todo el partido, más que jugadores como Sergio Ramos, Varane y el propio Vinícius.
«Hemos perdido muchísima confianza con el balón. Hemos entrado en una fase de nervios y esto le ha dado mucha vida al rival», dijo Setién.
Más allá de que Messi no lució como acostumbra y se vio anulado por el rival, quedó demostrado que el Barcelona tiene poca capacidad en el banquillo. Setién tuvo que optar por Braithwite, el nuevo jugador de la plantilla y sin mayor experiencia en el club para darle la vuelta al resultado.
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