En uno de los lugares más visitados y emblemáticos de Washington D.C., el National Mall, se expuso una escultura pequeña y discreta para rendir homenaje a la lucha feminista de siglos, con un guiño al medio ambiente y a la naturaleza. Su creadora la tituló Dendrofemonología, parte de su nombre viene del griego, dendro, que significa árbol, y ‘femonología’, un término que la artista Tiffany Shlain asocia al estudio de la feminidad.
La escultura compartió escenario nada menos que con los monumentos nacionales (el gran obelisco blanco y de Lincoln) y los memoriales. Un sitio que escogió el Museo Nacional de Historia de la Mujer, un centro dedicado a descubrir, interpretar y celebrar las diversas contribuciones de las mujeres a la sociedad. En esta ocasión invitó a la escultora Shlain, autora de Dendrofemonología o el Anillo del Árbol de la Historia Feminista.
La escultura es una sección transversal de madera de un cedro Deodar caído. Tiene 1,6 metros de diámetro y unos 250 años de antigüedad. Lo que significa que ningún árbol resultó dañado. La obra, exhibida al borde del espejo de agua del National Mall, hace referencia a la dendrocronología, un método que utiliza los anillos de los árboles determinar su edad.
Escultura feminista hecha de un cedro caído
«La obra ofrece una línea de tiempo de la humanidad a través de una lente feminista interseccional. Mapeada contra el concepto de árboles que dan testimonio de la humanidad y la historia como un nuevo tipo de Monumento para el siglo XXI. La instalación tiene como objetivo inspirar e involucrar a la gente de cara a las elecciones de 2023”, explica el Museo de la Mujer.
En noviembre pasado, la artista y fundadora de los Webby Awards, Tiffany Shlain, presentó Dendrofemonología como parte de su primera exposición individual, Human Nature, en Shack15 en San Francisco. Rl Museo Nacional de Historia de la Mujer señala que su instalación en el National Mall coincide con una semana electoral en Estados Unidos. Allí convergen importantes implicaciones con los derechos de las mujeres, las personas trans y los derechos reproductivos.
Cuatro días de programación amenizaron la estancia de la escultura feminista de Shlain en Washington, a la cual asistieron la actriz Lynda Carter (quien protagonizó la serie original Wonder Woman) y la autora y presentadora de televisión Padma Lakshmi
Shlain buscó una forma más táctil de contar historias en 2020 cuando recorrió las antiguas secuoyas del Monumento Nacional Muir Woods con renovado asombro. Shlain entonces se dio cuenta de que los árboles encarnan la noción efímera del tiempo. Ahora, recupera especímenes talados naturalmente para crear antimonumentos orgánicos y cambiantes destinados a regresar eventualmente a la tierra.
“Siempre me han fascinado las líneas temporales de los anillos de los árboles. Evidencian que los árboles son testigos de la historia humana. También supe que esas líneas de tiempo cuentan una historia colonialista y patriarcal y que también podrían contarse historias alternativas. La obra la concebí como un monumento móvil”, precisó Shlain.
Algunas interpretaciones
Aunque sus contribuciones a la causa feminista son discutibles, en realidad es más difícil decidir si este esfuerzo deja mucho que desear en términos de dendrología, historia o escultura. Por ejemplo, la escultura feminista aparece aproximadamente en un tercio del radio desde la línea de la corteza. Aunque el anillo más joven del árbol, el año en que fue talado, es el que está directamente debajo de la línea de la corteza. Quizás esto sugiera que el futuro aún no está escrito y que las mujeres jóvenes tienen mucho espacio para agregar sus propios logros al legado de la historia feminista
Los anillos de los árboles tienen valor como datos científicos concretos. Los investigadores ambientales pueden registrar fenómenos como incendios y sequías mediante el crecimiento de un anillo determinado. Y como metáfora del tiempo en una escala no humana. La dendrofemonología evita ambas posibilidades al ofrecer hechos vagos que todavía parecen tener mucho que ver con el patriarcado.
Cuando se le preguntó la artista su enfoque para este trabajo, dijo que estaba “tomando una licencia artística” en lugar de “trazar una línea de tiempo convencional. Está orientada a desafiar la sabiduría convencional. Quiero que los espectadores reconsideren la forma cómo se ha presentado la historia de Estados Unidos. Al colocarla frente a los monumentos a Lincoln y a Washington pretendo crear conciencia sobre la historia de las mujeres que han sido ignorada en la capital de nuestra nación”.
La obra no dice nada
La activista feminista Sarah Rose Sharp escribió en Hyperallergic que era innegable que los derechos de las mujeres están siendo tratados de manera abismal, y el mensaje general de la artista es importante y encomiable. Sin embargo, considera que es una pena que se transmita como arte de registro. «Lo digo como mujer, como feminista y como nativa de Muir Woods, California. Una persona literalmente no puede detenerse lo suficientemente rápido para admirar un puesto al borde de la carretera con esculturas de motosierras. No es un buen arte de troncos”, subrayó.
Luego comentó que la artista comenzó con la imposible premisa de destilar decenas de miles de años de historia en 30 hitos grabados en un árbol. «Esta idea la llevó a participar en la decoración más absurda de un gran árbol muerto en la pasada temporada navideña. No se trta del mayor crimen contra la humanidad, específicamente contra las mujeres o contra los árboles, pero si un diseño que intenta decir tanto que no dice nada», concluyó.