Noruega ha mostrado interés en la emergencia climática, tanto, que a finales de 2020 prohibió en su territorio la tala indiscriminada de árboles. Una década atrás inició un plan de procura de fondos a países para que protejan sus bosques y selvas de la deforestación. Una de esas naciones beneficiada ha sido Gabón, pero a decir de algunas organizaciones, la nación africana ha incumplido su tarea reducir las emisiones de carbono.
Gabón cuenta con un 88% de selva en su territorio. Según un acuerdo suscrito en 2019, percibirá de Noruega hasta 150 millones de dólares (unos 136 millones de euros) en diez años, para reducir su emisión de gases de efecto invernadero. A través de frenar la degradación de su suelo, y manteniendo la capacidad de sus árboles para absorber CO2.
Los recursos empezarían a contar desde el 2016, con el fin de premiar los esfuerzos que este país ya ha realizado en la materia. Según evaluaciones de expertos, el país recibió 17 millones de dólares Noruega, en el marco de la Iniciativa Forestal de África Central (CAFI), debido a menores emisiones por pérdida de bosques entre 2016 y 2017, en base a 2006-2015.
El esquema acordado podría eventualmente permitir a Gabón vender sus reducciones de emisiones como créditos en el mercado de carbono.
Pero los datos de Global Forest Watch muestran que la pérdida de bosques primarios en realidad aumentó en 2016 y 2017. Justo, cuando la deforestación alcanzó su tercer nivel más alto desde 2001.
Las cifras no son directamente comparables con la evaluación de CAFI, ya que utilizan diferentes metodologías y solo tienen en cuenta la pérdida de cobertura arbórea. Los datos proporcionados por Gabón a la Iniciativa diferencian entre la deforestación por agricultura industrial, la degradación forestal y las emisiones de la tala.
Ponen en duda reducción de emisiones de Gabón
Las tasas de deforestación en Gabón han sido históricamente bajas, permaneciendo por debajo del 0,1% anual durante las últimas tres décadas. Aunque las tasas de tala de bosques han aumentado desde 2011. A medida que el gobierno promovió el desarrollo de la industria del aceite de palma para diversificar su economía lejos del petróleo.
La principal funcionaria de CAFI, Berta Pesti, dijo que a pesar de este aumento en la deforestación, los datos de Gabón muestran que las emisiones totales relacionadas con los bosques a partir de 2010 fueron más bajas que en la década anterior.
Esto se debe en parte a que las emisiones de la tala se redujeron en aproximadamente un 40% entre 2007 y 2012. Mediante la implementación de prácticas de gestión forestal sostenible, antes de volver a aumentar ligeramente en 2016 y 2017.
“Por supuesto, si las emisiones continúan aumentando y superan la línea de base histórica de diez años, Gabón no será elegible para ningún pago adicional”, señaló Pesti a Climate Home News.
La tala ilegal y las malas técnicas de extracción de madera siguen siendo la mayor fuente de emisiones relacionadas con los bosques.
Los datos oficiales de Gabón sobre emisiones relacionadas con los bosques separan las emisiones de la tala (verde), la deforestación y la degradación, según Gabon Forest Reference Level.
Si bien CAFI y el gobierno de Gabón elogiaron el pago como un primer paso importante para la protección de los bosques en la cuenca del Congo, los activistas han instado a la precaución.
Gabón defiende su gestión por bajar las emisiones
Joe Eisen, director ejecutivo de Rainforest Foundation UK, se refirió a los esfuerzos de Gabón por reducir las emisiones. Comentó que el pago se realizó “sin que el gobierno de Gabón necesariamente hubiera tomado acción alguna para reducir la deforestación”.
Asimismo confió que “se necesita con urgencia mayor financiamiento para los bosques y las comunidades que los habitan. Pero este pago corre el riesgo de ser tanto un ejercicio de relaciones públicas como lo es para las reducciones reales y verificables de la deforestación. En todo caso, esto parece un ‘pago por incumplimiento’”.
Desde principios de la década de 2000, el país africano ha creado 13 parques nacionales para proteger sus bosques. En 2017, el gobierno de Gabón se comprometió a reducir las emisiones de los bosques a la mitad para 2025 en comparación con 2005. Y en 2019, se comprometió a certificar ambientalmente todas las concesiones forestales por el Forest Stewardship Council para 2022.
“Gabón es un absorbedor neto de 100 millones de toneladas de CO2 cada año gracias a nuestra selva tropical. Eso es más del doble de las emisiones anuales de Noruega”, dijo el ministro de Medio Ambiente y Bosques de Gabón, Lee White.
“Estamos tratando de desarrollar un nuevo modelo económico. Vamos a crear puestos de trabajo y medios de vida gaboneses sobre la base de nuestros recursos naturales”. De una manera que preserve las reservas de carbono y evite la deforestación, afirmó. «Y CAFI está invirtiendo en esa transición económica».
En adición confió en que “es un trabajo muy duro proteger nuestro bosque y el trabajo duro requiere dinero”. Y citó el “manejo activo” a través de regulaciones y esfuerzos en el terreno para combatir la tala ilegal y los cazadores furtivos. «Si no hubiéramos hecho nada, no estaríamos en la posición en la que nos encontramos hoy».
Condicionan pagos a resultados eficientes
Ona, un ambientalista franco, describió la comunicación de CAFI sobre el proyecto de disminución de emisiones de Gabón, como «publicidad falsa». Y agregó que el acuerdo de 2019 entre el gobierno de Gabón y Noruega, a través de esa Iniciativa no ha sido responsable de una reducción en las emisiones y en la deforestación tres años antes.
«Si íbamos a recompensar el resultado de las políticas de Gabón, entonces el pago por resultados debería comenzar a partir de 2019. Cuando podamos seguir la evolución de la situación», asentó.
Al mismo tiempo indicó que la explotación ilegal de madera ha aumentado en los últimos tres años. Un número creciente de empresas asiáticas, algunas con bajos estándares ambientales, dominan el negocio de la tala.
Por su parte, Eisen, de Rainforest Foundation, sugirió «un uso más justo de los fondos climáticos» para reducir las emisiones de la deforestación. Resultaría de utilizar el dinero en efectivo para resolver los derechos sobre la tierra de mil millones de personas en todo el mundo que viven y dependen de bosques.
Entre 2011 y 2020, menos del 1% de los fondos climáticos se destinaron a proyectos que apoyan la tenencia de la tierra. Y la gestión forestal de los pueblos indígenas y las comunidades locales, según un estudio reciente de Rainforest Foundation Norway.
Mayor deforestación por el aceite de palma
El gobierno de Gabón ha reconocido el aumento de la deforestación en los últimos años y su implicación en las emisiones. En un documento oficial presentado a ONU Cambio Climático en febrero, relacionó el desarrollo de plantaciones de aceite de palma con “un aumento de la deforestación en Gabón desde 2011”.
Entre 2012 y 2016, Olam Gabon, una empresa conjunta entre la empresa Olam y el gobierno de Gabón, limpió casi 40.000 hectáreas de bosques, alertó la ONG conservacionista Mighty Earth.
Tras la mediación entre Mighty Earth y Olam, la empresa acordó suspender la limpieza de las selvas tropicales de Gabón para las plantaciones de palma. Las acusaciones llevaron al Forest Stewardship Council (FSC) a abrir una investigación sobre Olam en mayo de 2020, que está en curso.
El gobierno dice que desde 2014 ha hecho que las nuevas plantaciones de palma sean “extremadamente estratégicas”. Y solo permitió el desarrollo de plantaciones “en mosaicos de bosques y agricultura altamente degradados y áreas de sabana”.
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