La anglo holandesa Royal Dutch Shell reduce su exposición en Venezuela y negocia la venta de su participación en una empresa conjunta con PDVSA a la francesa Maurel & Prom. Shell quiere reducir su exposición al riesgo Venezuela y, en todo caso, concentrarse en el negocio gasífero.
«La empresa anglo holandesa busca vender su participación de 40% en Petroregional del Lago, una empresa mixta con la petrolera estatal venezolana PDVSA en el estado Zulia, en la frontera con Colombia», apunta la información de Reuters.
Al parecer, los motivos de Shell -una empresa con una presencia histórica en Venezuela- no son sorprendentes. En primer lugar, la inseguridad que rodea a sus operaciones, afectadas por apagones frecuentes y robos de materiales.
Además, están las condiciones contractuales que no son ventajosas, en un entorno de caída de la producción.
«Las compañías extranjeras también se quejan en privado de que las empresas conjuntas con Petróleos de Venezuela (PDVSA) están plagadas de una ineficiente burocracia, dudosos contratos y falta de recursos», precisa la agencia.
Más adelante, el despacho añade que «en Petroregional, Shell está frustrada por las largas demoras en recibir efectivo y dividendos de la estatal, privando a las empresas mixtas de ingresos muy necesarios y mermando la rentabilidad, dijo una de las fuentes».
El negocio produce en promedio poco más de 30.000 barriles diarios.
Socias de PDVSA evalúan sus negocios en Venezuela
Las petroleras transnacionales, socias de PDVSA no solo mantienen las barbas en remojo, ahora varias de ellas adelantan la posibilidad de deshacerse de sus relaciones societarias con la estatal petrolera venezolana, según ha trascendido.
Fuentes del sector han señalado que «varias firmas de renombre están estudiando estrategias de salida».
La información además da cuenta de que el gobierno y, específicamente, la directiva de PDVSA está consciente de que algunas de las socias privadas de la petrolera estatal están profundamente insatisfechas por la marcha de la industria.
Shell reduce su exposición en Venezuela y evalúa su estadía
La administración de Nicolás Maduro ha recurrido a los contratos de servicio -una herramienta abiertamente cuestionada por el ex ministro de Petróleo y ex presidente de Pdvsa, Alí Rodríguez Araque, mentor petrolero del ex presidente Hugo Chávez- para intentar rescatar la producción de crudo liviano.
En la Faja Petrolífera del Orinoco la situación es distinta. Las ofertas de mayor participación en los negocios y un trato impositivo más ventajoso no se cumplen.
El régimen fiscal petrolero que rápidamente se adaptó a la bonanza, ahora tarda mucho en ajustarse a la crisis. ¿Resultado? Cero inversión y planes «B». Las empresas extranjeras también se van.
Pdvsa conoce la negociación
La negociación de Shell es conocida oficialmente por PDVSA, pero las fuentes de Reuters indican que hay discrepancias con el precio que Maurel & Prom debe pagar para tener el negocio conjunto con la venezolana.
Al parecer, la compradora hizo una oferta ajustada al nivel de riesgo del negocio, pero PDVSA tiene una idea distinta sobre este valor, ya que forman parte de las «mayores reservas del mundo». El precio ofrecido no se conoce.
En 2013, Pertamina intentó ingresar a Venezuela comprando una participación en otra empresa conjunta, Petrodelta, pero no recibió la aprobación del gobierno.
«Maurel & Prom se ha centrado tradicionalmente en África, pero también ha formado alianzas estratégicas con Frontera Energy en Colombia y Perú en los últimos años. Una de las fuentes dijo que Maurel & Prom esperaba comprar Petroregional como parte de un consorcio», puntualizó Reuters.
Además, apuntó un detalle llamativo: «‘Hay inversionistas venezolanos involucrados en el consorcio de compras’, dijo la fuente. No quedó claro quiénes son».
Mudanza a Trinidad
Shell, en línea con las megatendencias del mercado, busca reducir su presencia en el negocio petrolero para centrarse en fuentes energéticas más limpias, como el Gas Natural, por lo que Shell reduce su exposición en Venezuela, entre otras razones.
El único interés real de Shell en Venezuela, según Reuters, es lograr «un acuerdo que le permita producir gas en el campo de Dragón, una de las cuatro áreas que forman parte del proyecto costa afuera Mariscal Sucre, en el mar Caribe».
Este gas se procesaría en la instalaciones de Shell en Trinidad y Tobago.
Shell completó en 2016 la compra de BG Group por USD 52.000 millones, para crear el mayor comercializador de gas natural licuado (GNL) del mundo. «La adquisición y otras compras han dado a Shell un mayor acceso a las operaciones de gas en Trinidad; a pocos kilómetros de la costa este de Venezuela».
Con información de Reuters
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