El ganador de la sexta etapa de la Vuelta a España, que terminó en San Javier, fue el francés Nacer Bouhanni, sprinter del equipo Cofidis. Esta etapa estuvo marcada por los abanicos, que le ocasionaron problemas a Wilco Kelderman y a Thibaut Pinot.
En una etapa con pocas dificultades montañosas, solo dos altos de tercera categoría, el viento fue el protagonista en las largas rectas de la parte final de la jornada. En los últimos 30 kilómetros, los abanicos mantuvieron la tensión de la carrera.
Richie Porte perdió sus opciones de ganar en el Puerto de Alfacar. Junto a Luis Ángel Maté y Jorge Cubero se lanzó en busc de un triunfo y estuvieron casi 100 kilómetros escapados. Pero el pelotón los alcanzó en la recta final para dejarles sin opciones.
Team Sky buscó tensar la carrera en el último tramo y a ellos se unió Bora. Esto ocasionó que el grupo se dividiera en varios pedazos, luego de que una caída por una baliza dividiera al pelotón en dos.
El holandés Kelderman fue el más perjudicado de la jornada tras perder más de un minuto, aunque su equipo lo ayudó en un contrarreloj contra el resto. Pinot llegó en el segundo grupo y perdió segundos que le pueden perjudicar en la clasificación general.
Molard, decepcionado
Por este último incidente, Molard, dueño del maillot rojo, se sintió “decepcionado” por la etapa. «Contábamos con la posibilidad de viento al final de la etapa, hemos ido siempre todo el equipo bien colocados y cuando se produjo el corte estaba seguro de que habíamos entrado todos. Pero cuando he oído que se había quedado, he pensado que Pinot había elegido el peor momento para quedarse atrás», dijo.
Asimismo, el líder de la clasificación aseguró que hay que ir “día a día” porque intentar hacer planes para mantenerse en la cima no servía de nada. “Hoy pensé que era una etapa fácil para disfrutar, pero no ha sido así”, se lamentó.