En apenas tres semanas comienza oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico. Desde ya, los servicios meteorológicos pronostican unos meses muy activos, con una previsión superior a la media para todas las categorías de tormentas en la región. El equipo del Proyecto de Meteorología Tropical de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) espera el desarrollo de 19 tormentas. Y estima que 9 se conviertan en huracanes, y 4 en huracanes mayores, de categoría 3 o superior. Con vientos superiores a 178 kilómetros por hora.
La temporada de huracanes, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, “se perfila tan activa, o quizás más, que la de 2021 que fue la tercera más activa de la historia”, dijo Philip Klotzbach, investigador científico del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU.
«El equipo predice que la actividad de los huracanes en 2022 será aproximadamente el 130% de la temporada media de 1991-2020. En comparación, la actividad de huracanes de 2021 fue de aproximadamente el 120% de la temporada media», señala el informe. Fenómeno que azotó con dureza el sureste de Estados Unidos, especialmente en Luisiana, Alabama y Misisipi.
El principal factor que contribuye a una temporada muy activa en el Atlántico es «la probable ausencia de El Niño», señalaron expertos de la CSU. El Pacífico tropical se encuentra actualmente bajo condiciones débiles de La Niña. Un patrón meteorológico conocido por producir temperaturas oceánicas más frías que la media alrededor del ecuador.
El informe añadió que «las condiciones más cálidas en el Caribe y la parte oriental del Atlántico subtropical también favorecen una activa temporada de huracanes en el Atlántico en 2022″.
Pronósticos y previsiones de la temporada de huracanes
El Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU refirió que las tormentas tropicales anhelan el agua cálida del océano, que ayuda a impulsar su crecimiento y desarrollo.
Esta es una de las principales razones por las que los científicos dicen que la crisis climática está cambiando los huracanes en el Atlántico. El agua y el aire más cálidos pueden sobrealimentar las tasas de lluvia, haciendo más probable que un huracán que toque tierra provoque inundaciones desastrosas. El aumento del nivel del mar también ha incrementado los daños causados por las marejadas ciclónicas.
«Sabemos que, en general, los huracanes se están intensificando más rápidamente», declaró a CNN Katharine Hayhoe. Científica jefe de Nature Conservancy y profesora de la Universidad Tecnológica de Texas. «Son más grandes y más fuertes de lo que serían en caso contrario; tienen muchas más precipitaciones asociadas, y el aumento del nivel del mar exacerba las marejadas ciclónicas».
El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático señaló en abril que, “a causa del calentamiento global, se prevé aumente en el planeta la cantidad de ciclones tropicales de gran intensidad (categoría 4 o 5). Y se refuercen sus vientos máximos y se incremente su pluviosidad. Los países en desarrollo y las islas pequeñas se encuentran entre los primeros en sufrir las consecuencias de estos fenómenos”, anticipó el IPCC.
“La emisión de alertas tempranas exactas ha dejado de ser un lujo para convertirse en una necesidad», dijo Evan Thompson. Es presidente de la Asociación Regional de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) para América del Norte, América Central y el Caribe. Y jefe del Servicio Meteorológico Nacional de Jamaica.
Destrozos y pérdidas por ciclones y huracanes
Cada año se forman, de media, 84 ciclones tropicales con nombre en todo el mundo. En los últimos 50 años, han ocasionado una media diaria de 43 víctimas mortales y 78 millones de dólares en pérdidas.
Además de entrañar una tercera parte de las muertes y las pérdidas económicas causadas por desastres relacionados con el tiempo, el clima y el agua, según las estadísticas compiladas por la OMM correspondientes al período de 1970 a 2019. Sin embargo, la cantidad de víctimas mortales ha disminuido debido a las mejoras en los pronósticos. Los avisos y las medidas de reducción de riesgos de desastre impulsadas por el Programa de Ciclones Tropicales de la organización.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres recomendó a la OMM la elaboración de un plan para que todo el mundo cuente con la protección que brindan los sistemas de alerta temprana.
Según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE UU, 2021 fue el tercer año más activo en cuanto a tormentas con nombre del que se tiene constancia. Asimismo, fue la sexta temporada de huracanes consecutiva en la que la actividad registrada en el Atlántico fue superior a lo normal.
Por segundo año consecutivo, y es la primera vez que esto ocurre, se agotaron los nombres de estos fenómenos ordinarios de la lista rotativa de la OMM que estaba activa ese año.
En total, se produjeron 21 tormentas con nombre, cuyos vientos alcanzaron 64 km/h o más. Incluidos 7 huracanes, con vientos de 118 km/h o más. De ellos, cuatro fueron huracanes de gran intensidad, según la escala Saffir-Simpson. Que clasifica los huracanes en categorías del 1 al 5 en función de la velocidad máxima sostenida de sus vientos.
La NOAA publicará sus perspectivas 2022 el 24 de mayo.