Internet y la digitalización tienen cada vez más peso en nuestras vidas. Se puede decir que vivimos pegados a una pantalla. Estamos delante de una pantalla y lo que sucede en la realidad es lo que estamos viendo. Todos esos contenidos audiovisuales alimentan la inspiración y la creatividad de los artistas contemporáneos.
En cierta medida, los artistas son altavoces y un reflejo de lo que pasa en la sociedad, difunden un pensamiento crítico que alberga en su seno el germen del cambio. El arte es una herramienta para la transformación social. La cultura tiene mucho que ver con estos cambios y estas críticas.
El origen de Urvanity, una de las citas más importantes en la semana del arte de Madrid y una referencia internacional del arte contemporáneo, se sitúa en la calle. Su fundador, Sergio Sancho, pretendía dar visibilidad a los artistas jóvenes que no podían acceder a los circuitos reglados, las galerías y exposiciones. Surgió como un escaparate, un altavoz para mostrar el talento de una generación emergente que imagina nuevas formas de expresión y recrea el lenguaje cultural.
El café, el humor y la vocación
Urvanity, también conocida como UVNT, es un espacio para explorar los lenguajes más frescos, integrar diferentes códigos estéticos y encontrar nuevas tendencias en el mundo del arte. Sergio Sancho (Madrid, 1978) compró su primera obra de arte casi por casualidad. En la oficina donde trabajaba como agente publicitario una galería de arte ocupaba el espacio común. Los cafés en los descansos se fueron alargando hasta que se dio cuenta de que su verdadera vocación estaba en el arte.
Una obra de Julio Falagán, el artista que desde su estudio del madrileño barrio de Carabanchel nos habla de la importancia del humor y el pensamiento crítico, y varios viajes a Miami lo acabaron de convencer: su futuro inmediato pasaba más por el street art que por un anuncio de refrescos sin azúcar.
Hoy, un agitador de la vida cultural española y su pasión es el arte y crear entornos donde tengan cabida los creadores y lenguajes más actuales. “Empecé a coleccionar y, en aquel momento, los artistas y galerías que me interesaban no tenían una plataforma de difusión en nuestro país, así que me propuse reunirlos en una feria”, confiesa Sancho. Hace ocho años fundó Urvanity Art Fair, la primera feria que visibiliza los lenguajes urbanos y más jóvenes del panorama artístico internacional. También conocida como UVNT, es una de las citas más importantes en la semana del arte de Madrid y en una referencia del arte contemporáneo.
Urvanity Projects ha desarrollado proyectos para empresas como Swatch, Ikea, Adidas, Iberia, Mahou o Tuenti. Recientemente, en el Distrito Financiero de Madrid, se ha inaugurado Caleido, un espacio comercial y de restauración donde destacan 17 intervenciones artísticas que convierten la zona en una versión española del Design District de Miami.
Ibiza, la casa del arte
Con CAN, Contemporary Art Now, cuya segunda edición se celebra del 12 al 16 de julio, Sergio Sancho ha convertido Ibiza en lo que siempre ha sido: la casa del arte, el hogar de los últimos movimientos, el espacio donde todo llega primero y, en defi nitiva, un lugar que destaca por marcar el rumbo para que otros lo sigan. CAN es la gran cita del arte durante el verano. Una plataforma innovadora para descubrir lo más novedoso de la creación actual mostrando el trabajo de más de 100 artistas que han destacado en las últimas décadas. Este encuentro reúne paralelamente experiencias únicas con un programa de coleccionistas, eventos, visitas privadas a instituciones y colecciones o noches de música hasta el amanecer.
“Queremos crear conexiones, convertirnos en un encuentro relajado. Ibiza ha sido tradicionalmente un refugio de artistas y creadores. En los sesenta, estaba el ‘Grupo Ibiza 59’ y hay una buena oferta de galerías locales –según Sergio Sancho–. Nuestro objetivo es fortalecer las alianzas de galerías internacionales con las nacionales. Que artistas de aquí puedan entrar en el circuito internacional y que los de fuera sean más conocidos en nuestro país”.
A usted se le califica como agitador cultural, pero ¿cómo se agita la cultura?
La cultura se agita queriendo hacer cosas distintas, pensando en que siempre se puede que hacer desde otro punto de vista Como yo no vengo del mundo de la cultura, puede que siempre haya enfocado las cosas con una visión distinta, lo que ha hecho que podamos mover los proyectos de manera diferente.
Condicionados por una realidad líquida con valores cambiantes e inciertos, ¿es posible concebir el arte como una herramienta cultural para el cambio social?
La cultura es una herramienta de cambio social. Los artistas, en cierto modo, son altavoces y un reflejo de lo que pasa en la sociedad. Tienen un punto crítico y es una parte fundamental para que, gracias a esas críticas sobre la sociedad y mediante esos altavoces, la gente se replantee muchas cosas. La cultura, por supuesto, tiene mucho que ver con estos cambios y estas críticas.
Pretende dar soporte a aquellos creadores que no frecuentan los circuitos habituales ni las galerías consagradas. ¿Con su apuesta por las vanguardias, trata de reparar a un tiempo un vacío cultural y una injusticia?
No sé si es reparar una injusticia o no. Desde los inicios hemos pretendido dar visibilidad a diferentes artistas y creadores con mucho talento que estaban pasando desapercibidos para gran parte de los agentes culturales. Hemos pretendido ser una plataforma para muchos de esos artistas que, afortunadamente, en los últimos años están cogiendo un peso muy importante en el sector del arte. No lo hemos visto desde el lado de la injusticia, pero sí pensábamos que debían tener representación y no la estaban teniendo.
El arte urbano acerca la obra de arte a la gente ocupando el espacio público. Este fue el germen de Urvanity, que dio paso posteriormente a UVNT. ¿El objetivo sigue siendo el mismo: visibilizar a los jóvenes artistas emergentes?
El arte urbano fue el germen de Urvanity y su objetivo era dar visibilidad a estos artistas jóvenes que en su momento no la tenían en el mercado. Con CAN esta propuesta cambia un poco porque los artistas que participan en esta feria sí están en un momento de su carrera internacional potente. CAN está dando visibilidad a muchos artistas internacionales que ya están en un buen momento y podría ser al revés. CAN es la celebración de estos artistas y este movimiento, pero en España no se les está dando tanta visibilidad.
Por un lado, supone traer una propuesta artística de primer nivel y acercarla a nuestro país, pero por otro, estamos en un territorio donde la internacionalización es muy grande, lo que supone que todas las galerías y artistas españoles puedan tener conexión con todos esos artistas internacionales. Para mí es un punto donde entremezclar y dar la posibilidad de que se creen esas sinergias y que artistas nacionales tengan mayor visibilidad en ese mercado internacional y pueda haber un crecimiento mayor para ellos.
Democratizar el arte y despojarlo de su conceptualización elitista es una vieja aspiración. ¿Qué aporta UVNT a este objetivo? ¿Y CAN?
Uno de los valores principales que UVNT ha tenido siempre en su ADN es la democratización del arte, acercarlo a todos los públicos, a la gente que a lo mejor no tenía acceso a él o que muchos de los lenguajes que se estaban representando o mostrando, no conectaban con esas audiencias. CAN sigue en la misma línea. Estamos trabajando desde la nueva figuración, que conecta con el público de manera directa.
La figuración, gran parte de lo que tiene, es que ves y conectas con lo que está delante de ti. Puede tener dobles capas y dobles lecturas, por supuesto, pero en la mirada del público hay un mayor entendimiento. CAN sigue en esta línea porque el 90% de los artistas son figurativos y pintura. En ese sentido, hay un acercamiento y una democratización clara.
El arte se perfila hoy como un medio para construir marcas sostenibles y transformadoras. ¿De qué forma debe abordarse esta alianza?
El arte como construcción de marcas sostenibles, transformadoras… Yo, que vengo del mundo de la publicidad y la comunicación, creo que el arte tiene una capacidad de asociación muy importante para las marcas. A día de hoy el arte puede aportarles una serie de valores interesantes, siempre y cuando se haga desde un punto real y desde la verdad. Las asociaciones de las marcas con ciertos mecenazgos o maneras de apoyar al arte, cuando son veraces, son muy interesantes. Este tipo de construcciones tienen que proyectarse a largo plazo.
Las marcas pueden asociarse con el mundo del arte, la creatividad y la creación, pueden hacer un planteamiento interesante, pero siempre desde el respeto y sabiendo cómo mantener su relación de comunicación sin prostituir la parte artística.
Desde Urvanity Projects, hemos colaborado con muchas marcas y resulta apasionante porque podemos hacer que haya un match. Hacemos de pegamento entre las marcas y los artistas, y ahí nos sentimos muy cómodos, pensando en cómo podemos hacer que ambas partes se beneficien. Por un lado, los artistas pueden obtener recursos a los que, a lo mejor, de otra manera no podrían acceder, y las marcas pueden beneficiarse de todo ese talento. Bien hecho, es algo muy interesante.
Urvanity Projects pretende que las empresas sitúen en el centro a las personas. ¿Cómo logra conectar a artistas brillantes y a socios innovadores en proyectos creativos asombrosos?
Urvanity Projects se basa en esa conexión, ese pegamento que comentaba. Nosotros, al tener conocimientos de ambos mundos, porque yo he estado ligado al mundo de la publicidad y la comunicación 15 años, más los ocho que llevamos ya trabajando en el mundo del arte, tenemos esa doble visión. Por un lado, las necesidades de las marcas y, por el otro, las necesidades o inquietudes de los artistas. Gracias a esa doble visión, somos un facilitador y hemos conseguido entender ambas partes y ponerlas de acuerdo, haciendo que se sientan cómodas elaborando ese tipo de proyectos. Cuando ese match se realiza, las colaboraciones que surgen son increíbles.
CONTEMPORARY ART NOW. CAN es una feria comisariada y por invitación. Por segundo año, esta labor corresponde al crítico de arte, comisario y excolaborador de la revista Juxtapoz, el croata Saša Bogojev.
Urvanity LAB es un laboratorio creativo. ¿Cómo se articula?
Urvanity LAB surge en un momento de pandemia, donde pensamos que podíamos experimentar. Teníamos más tiempo y empezamos a desarrollar con muchos artistas algunas colaboraciones destinadas a poder introducirse o perdurar en campos donde a lo mejor todavía no estaban tan aventurados. Por ejemplo, hemos llevado a cabo colaboraciones con algunos artistas que nunca habían hecho ese tipo de proyectos, en los que realizamos un molde para una tirada en edición limitada de 20 o 25 cerámicas, también hemos trabajado ediciones limitadas de textil…
Es un laboratorio en el sentido de cómo podemos hacer esas bajadas de muchos artistas a ediciones limitadas que pueden conectar con nuevas audiencias a precios más reducidos, porque conseguimos que esa tirada en serie reduzca el coste del precio de la obra y su valor, por lo que con esto también podemos conseguir cierta accesibilidad a públicos de otro poder adquisitivo o incluso más jóvenes que empiezan a iniciarse en el coleccionismo de esta manera. Nos parece interesante este punto de laboratorio, también llevado a la producción en serie, y cómo podemos hacer determinadas colaboraciones de manera puntual con algunos artistas.
Usted procede del mundo de la publicidad. ¿Hasta qué punto el objetivo comercial no impone su ley al espíritu creativo?
No creo que esté reñido el tema comercial con el creativo. Yo vengo del mundo de la publicidad, pero siempre, incluso en las campañas que hacíamos, el tema de la publicidad estaba enfocado a la creación de marca. Muchas veces se basa en el largo plazo y no en los objetivos inmediatos. A veces la rentabilidad hay que dejarla a un lado para enfocarse en la construcción y la creación de una marca. No creo que estén reñidas, creo en la creatividad al 100%. Hay que trabajar mediante el respeto y la construcción de los proyectos, pensando no solo en la parte rentable, sino también en la conceptual, la ejecutiva y realizar las cosas desde la excelencia. Una vez que tienes eso, posiblemente los retornos económicos vengan de la mano. Pero sin la excelencia no se puede obtener el premio.
La convergencia en el caso del ámbito del lujo es hoy tendencia, pero el lujo, por definición, es elitista. ¿Supone una contradicción o simplemente es una cuestión de sensibilidad?
Siempre ha habido un paralelismo entre el arte y el mundo del lujo, pero son sectores que están bien diferenciados. El mundo del lujo va más enfocado a un punto de estatus, aunque es innegable que muchas marcas de lujo están haciendo creaciones con diseñadores, creadores y artistas increíbles, por lo que no deja de ser una pieza de arte ponible, en el caso de la moda. Pero el mundo del arte se concibe desde otro lado, no necesariamente desde la posesión. El arte está para admirarlo y puedes disfrutar de una obra de arte aunque no la adquieras. Lógicamente, hay gente que lo compra y lo colecciona, pero puedes disfrutar del arte en una feria, en un museo… de una manera increíble sin ese punto de la posesión.
¿Por qué la generación de proyectos culturales con financiación privada no acaba de arrancar en España?
El tema de la financiación privada en España está relacionado con la ley de mecenazgo. En EE.UU. hay un punto diferencial, cuando la gente invierte dinero en cultura y en arte tiene beneficios fiscales, lo que hace que se animen a colaborar más en determinados proyectos. Como ha pasado en otros campos, cuando la gente puede obtener un beneficio por hacer algo, es más fácil que entre, y esto se hace exponencial.
Probablemente haya mucha más gente que invierta ya no solamente por ese retorno fiscal, sino que te das cuenta de que tu dinero puede ayudar a crear muchas cosas. Pero, al tener ese freno donde no hay una ley de mecenazgo bien trabajada, a las empresas les cuesta mucho más introducirse en este tipo de proyectos. Aun así, creo que cada vez más el sector privado está apostando por el mundo del arte, aunque habría que revisar la ley de mecenazgo.
¿Cómo condiciona lo digital el arte contemporáneo? ¿Internet es la nueva calle?
Para mí la nueva calle es internet. Nosotros, que venimos del arte urbano y de mostrar muchas de las creaciones que los artistas hacían en la calle, vemos que hay una tendencia de los chavales que en vez de pintar en la calle están muy metidos en la red, lo que genera todos esos impactos digitales, que ya los llevan a las pinturas. Internet y la digitalización tienen un peso muy importante en nuestras vidas y vivimos a través de estas pantallas. Ahora mismo, la gente está delante de una pantalla y lo que está observando es lo que sucede, y esos contenidos audiovisuales que suceden en esa pantalla se trasladan en la vida de los artistas a sus creaciones.
LA ISLA DE LOS ARTISTAS. La elección de Ibiza no fue aleatoria. “Mucha gente del mundo del arte parece tener algún tipo de conexión con la isla”.
“Creo que el arte tiene una capacidad de asociación muy importante para las marcas. Puede aportarles valores interesantes, siempre y cuando se haga desde un punto real y desde la verdad. Las asociaciones de las marcas con ciertos mecenazgos o maneras de apoyar al arte, cuando son veraces, son muy interesantes. Las marcas pueden asociarse con el mundo del arte, la creatividad y la creación, y hacer un planteamiento interesante, pero siempre desde el respeto y sabiendo cómo mantener su relación de comunicación sin prostituir la parte artística”.
¿Hasta qué punto las redes sociales se erigen en amplificador del arte?
Es indudable que las redes sociales han sido un altavoz y un amplificador para el mundo del arte. Yo soy el primero que he conocido a muchísimos artistas a través de las redes y me ha facilitado las relaciones y conseguir acercamientos a artistas, comisarios y galeristas. Internet y las redes sociales han hecho que gente que no tenía visibilidad y les resultaba muy difícil conseguir hacerse un hueco o visibilizar su obra, hayan podido darse a conocer y hecho relaciones con la otra parte del mundo.
¿Qué ha significado la irrupción de los NFT en el arte digital? ¿Se puede hablar de burbuja?
Los NFT han traído al mercado del arte que haya un código, una validación o certificación de que el arte digital era único y ese archivo también. Desde ese punto y en ese sentido está muy bien porque se ha podido crear una certificación del arte digital para el mercado, lo que hace que puedas garantizar la originalidad de la obra. Sin embargo, hemos vivido una explosión en cuanto a ese punto de digitalización y se han confundido muchas cosas, todo se vendía, todo se hacía…
Efectivamente ha habido una burbuja muy grande donde parece que las aguas se están calmando, y poco a poco se generará un mayor desarrollo del mercado del arte digital muy beneficioso, pero ha habido que filtrar mucho porque durante los dos últimos años parecía que valía todo y el mercado ha hablado y se ha dado cuenta de que es así.
La digitalización acerca el arte a las nuevas generaciones. ¿De qué forma se puede incentivar el coleccionismo en un público que ni siquiera puede acceder a una vivienda digna?
La gente que colecciona arte es porque tiene sus primeras necesidades cubiertas. Habría que tener unas políticas que hicieran que todo el mundo tuviera acceso a una vivienda digna, pero eso no debería estar reñido con si se puede fomentar el coleccionismo. Hay que intentar acercar el arte a los jóvenes para que poco a poco empiecen a coleccionar, pero para que la gente haga esto tiene que tener una serie de necesidades cubiertas antes de poder gastar en algo que, en cierto modo, no es de primera necesidad.
LA FIESTA DEL ARTE. Durante cinco días, Ibiza se convertirá en un lugar de encuentro para artistas, coleccionistas de arte, aficionados y personalidades del mundo cultural local e internacional.
¿Hay que plantear la compra de una obra de arte como una inversión?
Creo que el arte tiene que conectar contigo, ser algo que te ilusione, te apasione y vayas a convivir con ello. Esta es la forma en que la gente empieza a comprar arte con ilusión. Es indudable que a medida que avanzas en esa compra de arte te irás asesorando, mostrando y puede ser que esos artistas se empiecen a revalorizar. No creo que se deba basar única y exclusivamente en un tema de inversión, porque el arte te aporta otra serie de cosas.
Igual que la gente no compra un sofá pensando que a los diez años valdrá más, no veo por qué hay que comprar arte pensando que dentro de diez años tiene que valer más. Sin embargo, hay mucha gente que compra por pura inversión y, si lo haces así, tienes que cerciorarte de qué tipo de artistas compras y cómo, lo que tiene un riesgo mayor. Igual que cuando haces inversiones en bolsa, adquieres un riesgo y te puede ir bien o mal, cuando haces inversiones en arte pasa lo mismo. Creo que el principio fundamental de la compra de arte no debería ser la inversión.
CAN Art ha logrado posicionar a Ibiza como el epicentro del mundo del arte internacional durante el verano. ¿Es una evolución natural de UVNT abriendo el foco?
Con CAN hemos empezado a posicionarnos como el epicentro del verano, queremos introducir esta fecha en el calendario internacional del arte y poner el foco en verano en Ibiza. Más que una evolución natural de UVNT, aunque existe un ADN cercano y similar, hemos lanzado otro proyecto intentando mejorar cosas que la experiencia te hace aprender y podemos evolucionar. CAN lo hemos diseñado desde un punto de evolución, conocimiento y experiencia que tenemos gracias a nuestra feria en Madrid y hemos intentado que todo sea mejor para el visitante, el coleccionista, el galerista… con proyectos y programas paralelos para los coleccionistas para que la experiencia sea redonda. Hay una evolución porque la experiencia hace que puedas generar proyectos mejorados.
La internacionalización del proyecto es ya una realidad. ¿Aspira a formar parte del circuito de arte contemporáneo como Miami o las grandes capitales de Art Basel?
Nuestra visión, desde los inicios con UVNT, siempre ha sido internacional. En la primera edición hubo más galerías internacionales que nacionales. Nosotros siempre hemos tenido la mirada puesta en el mercado internacional. Tenemos que ir paso a paso, consolidando las cosas, ganando volumen y creciendo. El día de mañana ya veremos si salimos a otra ciudad. No lo descartamos, pero antes de salir a otro mercado tenemos que consolidar lo que tenemos aquí con un crecimiento sostenible y fuerte. Una vez que tengamos eso, podremos plantearnos irnos a otra ciudad.
¿Hacia dónde evoluciona el mercado del arte?
Asia está teniendo un peso muy importante en la evolución del mercado y ciertas tendencias que hay en el mercado asiático se están trasladando a este. Por lo menos, en los últimos años, que la figuración haya tenido un repunte tan grande en cierto modo es porque ha sido muy bien aceptada en el mundo asiático. Hay un crecimiento del mercado muy grande, una de las cosas que deberíamos tener en cuenta es que Asia está teniendo mucho que decir en el mercado del arte global. Están surgiendo muchas ferias, nuevos proyectos y museos, por lo que es indudable que no hay que perderlo de vista.