Serena Williams recibió una multa por la discusión que mantuvo con el árbitro Carlos Ramos durante la final del abierto de Estados Unidos. La multa es de 17.000 dólares por tres violaciones del código de conducta.
Durante el partido donde Serena perdió por 6-2 y 6-4 ante la japonesa Naomi Osaka, Williams fue penalizada con una advertencia por recibir instrucciones de su entrenador. A esta decisión la estadounidense estalló y comenzó a gritarle “Eres un ladrón, un mentiroso. Me debes una disculpa”. Más tarde, Williams perdió un punto por romper su raqueta y también fue sancionada.
Por esta razón la oficina de Open estadounidense impone una sanción de 10.000 dólares por “abuso verbal” contra Ramos, otros 4.000 por hablar hablado con su banquillo y 3.000 por romper su raqueta.
Williams, en esta final del US Open buscaba igualar el récord de 24 títulos individuales de Grand Slam, protestó con fuerza cada una de las violaciones en el transcurso del encuentro.
Triple sanción: instrucciones, raquetazo e insultos
Serena fue sancionada por el coaching, raquet abuse y un game penalti, por las acusaciones y malas palabras.
Williams ante los periodistas explicó sobre la comunicación que tuvo con su banquillo. “No me estaban ayudando. Si miro a mi banquillo y me dicen: Vamos, bien hecho. Yo no sé qué hacer. Y desde ese momento no volví a mirar”, expresó.
No act of kindness is ever wasted.#USOpen pic.twitter.com/jVFXd1cZFp
— US Open Tennis (@usopen) September 9, 2018
“El árbitro me quitó un juego y aquí estoy yo, intento luchar por los derechos de las mujeres, la igualdad y esas cosas y me pareció una actitud machista. Él nunca le ha quitado un juego a un hombre por llamarle ladrón. Esto que me ha pasado es un ejemplo para que otra persona que tenga emociones, que quiera expresarse y ser una mujer fuerte pueda hacerlo. Tal vez a mí no funcionó, pero sé que a las siguientes sí.”, añadió en un discurso.
¿Cómo Serena explicará a su hija lo que ocurrió el 8 de septiembre en Nueva York? “Le diré que estaba defendiendo lo que creía, lo que estaba bien. A veces las cosas no suceden de la forma que queremos, pero siempre hay que ser amable y humilde. Esta es la lección que se puede aprender de esto que he hecho”.
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