Una de las peores sequías registradas en el Cuerno de África provocó la muerte de cientos de animales salvajes en Kenia. El país africano está sufriendo los efectos del cambio climático en su máximo esplendor, afectando a sus habitantes y a la fauna. Muchas personas están desnutridas y miles de elefantes, cebras y jirafas han fallecido tras 18 meses sin lluvias en casi la mitad de los 47 condados.
La escasez de precipitaciones no es nueva, van tres temporadas de lluvia fallidas. Sin embargo, es la primera vez que se registran pérdidas tan importantes. Diversos factores influyen en esta situación tan extrema, el cambio climático y el exceso de ganado ha hecho que la tierra sea menos productiva y mucho más vulnerable a la sequía.
Mueren miles de animales silvestres en Kenia
El Servicio de Vida Silvestre de Kenia anunció en un comunicado que de febrero a octubre murieron 205 elefantes, más de 500 ñus, 381 cebras comunes, 49 cebras de Grevy, más de 50 búfalos y 12 jirafas (8 reticuladas y 4 masais). Lo que califican como una auténtica «catástrofe natural sin precedentes».
«Confirmo que diferentes especies de vida silvestre se han visto afectadas por la sequía con un total de 14 especies diferentes de vida silvestre afectadas entre febrero y octubre de 2022», expresó la ministra keniana de Turismo, Vida Silvestre y Patrimonio, Peninah Malonza. Además, se registró la muerte de ocho hipopótamos, cinco antílopes eland, seis antílopes kongoni (antílope africano), dos gazelas Grant, un kudú menor (otra especie de antílope), un avestruz, un rinoceronte y un antílope acuático.
En el comunicado también destacan los ecosistemas más afectados. Incluyendo algunos parques nacionales, reservas y áreas de conservación naturales y turísticas tales como Tsavo, Amboseli y Laikipia-Samburu. «La mayoría de las especies de animales salvajes afectadas son herbívoros. Los elefantes están también afectados por la sequía debido a la reducción de forraje y principalmente a elefantes jóvenes que no pueden alcanzar la biomasa vegetal de dos metros», destaca el comunicado.
Para los agricultores la situación es insostenible porque no pueden planificar cuándo plantar y no hay un número importante de cosechas. Al mismo tiempo, el aumento de temperaturas poco a poco acaba con los pastos y cada vez hay menos ganado.
Queda poca agua y se agrava la hambruna
Un comunicado de la ONU señala que en Kenia más del 90% de las fuentes de agua se han secado y un 80% de la población no tiene una alimentación saludable. «A medida que fallan las cosechas y las familias pierden su ganado, que, para muchos, es su única fuente de ingresos, más de cuatro millones de personas luchan contra el hambre aguda», se lee en la misiva.
El hambre y la desesperación provocan además un aumento de la inseguridad y las tensiones entre tribus. Desde las Naciones Unidas estiman que 134.000 mujeres están actualmente embarazadas o amamantando en las regiones de Kenia afectadas por la sequía.
Esta situación de sequía histórica en el país afecta a una población ya vulnerable. Agrava la inseguridad alimentaria que afecta a más de 50 millones de personas. Expertos aseguran que la situación actual en Kenia es el resultado de varios factores nefastos. La escasez de lluvias es grave, pero es aún peor cuando hay grandes migraciones, una pésima situación política y sobre todo económica por el aumento de precios a causa de la guerra en Ucrania.
Comenzaron las lluvias pero deben persistir
En septiembre de 2021 el Gobierno de Kenia declaró la sequía como un desastre nacional. Desde entonces la situación empeoró, pasando más de un año sin lluvias.
La buena noticia es que en los últimos días las lluvias comenzaron en varias zonas del país. Se espera que estas precipitaciones se mantengan en los próximos días, sino el problema seguirá empeorando.
El cambio climático, la mayor amenaza
El cambio climático es la mayor amenaza a la que nos enfrentamos. El aumento de las temperaturas a lo largo del tiempo está cambiando los patrones climáticos y alterando el equilibrio habitual de la naturaleza. Esto supone muchos riesgos para los seres humanos y todas las demás formas de vida de la Tierra.
Kenia es el ejemplo perfecto de ello. Una gran parte de la fauna quedó devastada tras meses de sequía. Este fenómeno extremo es uno de los que más se ha intensificado en las últimas décadas a nivel mundial, con los países del Cuerno de África como los más afectados. Al igual que Kenia, Somalia está viviendo una situación similar, con una de las mayores hambrunas de su historia.
Es necesario tomar acciones inmediatas para evitar grandes tragedias. La COP27 puso sobre la mesa varios acuerdos para tomar medidas a nivel global para frenar el gran problema ambiental del siglo XXI, pero aún se espera que los líderes tomen acciones inmediatas.
Lee más en Cambio16.com: