La fuerte sequía agrava las limitaciones del flujo de comercio marítimo internacional por el canal de Panamá. La administración de ese estratégico estrecho de navegación redujo hasta nuevo aviso la capacidad de tránsito diario de buques diverso calado. Actualmente hay 128 buques en cola para pasar por la vía interoceánica, cuando regularmente son 90 en este período del año.
El bajo nivel de las aguas afecta el tránsito marítimo, el tiempo de entrega de las mercancías y, por tanto, aumentan los precios de las operaciones y servicios. Según las autoridades portuarias, el 24 de agosto, había 128 buques en cola para cruzar, 54 con reserva y 74 sin ella. El número varía diariamente y es actualizada en el sitio en internet del canal.
A inicios de semana la cifra era de 134 buques en espera para cruzar el estrecho. Mientras tanto, el tiempo de entrega de mercancías se extiende hasta 21 días, cuando «el tiempo medio de espera para tránsitos no reservados se sitúa entre 9 y 11 días».
Debido a la menor disponibilidad de agua por la demora de las lluvias que abastecen los lagos que aportan agua para la población y las esclusas, la administración redujo a 32 el número diario de buques en lugar de las 36 a 38 que cruzan la ruta en período normal.
Ante los prolongados efectos de la estación seca, derivados del cambio climático, el canal estableció unas condiciones puntuales, aún sin fecha de culminación, para atenuar el impacto de la sequía. Entre ellas, la reducción del calado de 50 a 44 pies (13,41 metros). Esto implica que los barcos deben ir menos cargados, lo que también impacta en la tarifa del peaje que se paga al atravesar el Canal y que encarece los productos.
Cambio climático y sequía del canal de Panamá
Las reservas del lago artificial más grande -el Gatún- que abastece al canal de Panamá, se encuentra en su nivel más bajo de los últimos siete años, por la prolongada sequía y bajas precipitaciones.
A pesar de que las autoridades del Canal dijeran que los lagos «estaban en su máxima capacidad al inicio de la estación seca» (finales de 2022), la acentuada falta de lluvias está complicando el abastecimiento. Las aguas también surten al 50% de los habitantes de Panamá, a casi 4,2 millones de personas.
La situación es preocupante pero no tanto como lo expresara el presidente de Colombia, Gustavo Petro. En su Twitter/X se hizo eco de otro mensaje por redes sociales que advierte de la compleja congestión de barcos intentando cruzar esa importante vía marítima. El mandatario escribió: “La sequía cierra el canal de Panamá”.
Al respecto, la Presidencia de Panamá dio respuesta y señaló que “el Canal mantiene abiertas sus operaciones. Y el libre tránsito para facilitar la movilidad y el comercio mundial. La información que circula en redes sociales no es cierta y distorsiona la realidad”.
Sin dudas, el cambio climático ha extendido en el tiempo, la etapa seca en Panamá. «La emergencia climática decretada por el Gobierno de Panamá refuerza lo que el Canal ya ha manifestado respecto a la realidad de escasez de agua dulce», indicó el ejecutivo en junio.
Gran parte de Centroamérica, incluido Panamá, ha sufrido una importante sequía en los últimos meses. Pero el comienzo del fenómeno El Niño «podría empeorar» las condiciones, advirtió la autoridad del Canal.
El Niño, un fenómeno natural en el Océano Pacífico tropical, suele traer temperaturas más cálidas que el promedio.
Limitaciones disparan costos y precios
La limitante situación obliga a gobiernos y empresas replantearse una nueva ruta que garantice el paso de sus buques y mercancías con mayor prontitud y eficiencia. Por ello, la autoridad del Canal dice entender que “si las circunstancias lo exigen y los clientes eligen temporalmente otra ruta, respetamos su decisión. Nuestro principal objetivo sigue siendo la fiabilidad de nuestros servicios. Pero la libertad de elegir es vital”.
De hecho, el administrador del Canal, Ricaurte Vásquez, comentó que la ruta experimentará una baja de ingresos de entre 150 millones y 200 millones de dólares en su previsión para el año fiscal. Plazo que va de octubre de 2023 a septiembre de 2024.
El estratégico canal de Panamá, por el que transcurre un 6% del comercio global al año a través de 180 rutas marítimas y con 170 países usuarios, está siendo afectado por la intensa sequía.
La mayor parte del tráfico que surca su infraestructura se desplaza entre la costa atlántica de EE UU y el Extremo Oriente. Mientras que el tráfico entre Europa y la costa oeste de EE UU y Canadá constituyen la segunda ruta principal del comercio de la vía acuática.
Sin embargo, otras regiones y países, como los vecinos de Centro y Sudamérica, dependen proporcionalmente mucho más de esta vital arteria. Para promover su adelanto económico e incrementar el comercio.
Los principales productos que transitan por el Canal son granos, carga en contenedores, buques refrigerados con frutas, portavehículos, petróleo y derivados. Las restricciones en los tiempos de espera y entrega de mercancías encarecen el comercio internacional.
De momento, los precios de envío al contado entre China y EE UU han subido hasta un 36%.
Retrasos y desabastecimiento
El retraso en las entregas de las materias primas provoca alzas de precios por tres razones. La primera es un mayor desabastecimiento de dichos bienes, al retrasarse la llegada de los buques, eliminando stock.
La segunda es porque, al haber aumentado tanto los tiempos de espera, algunas embarcaciones están optando por las subastas para conseguir cruzar en el menor tiempo posible, lo que eleva sus costos. «Han estado pagando hasta 700.000 dólares por poder conseguir esa subasta. A eso hay que sumar lo que cuesta el peaje y demás», afirmó a Efe el ex administrador del canal, Jorge Quijano.
El tercer factor de la subida de precios viene de más atrás, fruto de las políticas austeras del canal de Panamá por la sequía.
La autoridad del Canal argumenta que optó por extender la Condición 3 de reservas para aligerar los trámites. “La oferta estándar de reservas comprende 23 franjas horarias de reserva para las esclusas Panamax. Bajo la Condición 2, en escenarios que impliquen una reducción sustancial de la capacidad (como el cierre de vías por mantenimiento), la asignación se reduce a 16 franjas horarias de reserva”.
En cambio, precisa, en la condición 3, tal y como se aplica actualmente, las franjas horarias de reserva se limitan a 14 en total. Esto es, 10 franjas para buques de gran tamaño y 4 para buques de tamaño normal.
“Esto permite gestionar la congestión y garantiza que los buques en ruta o en cola, que no hayan obtenido reservas, puedan seguir transitando en plazos razonables”, refieren en el Canal.