Senadores republicanos de los Estados Unidos dijeron que están ejerciendo una fuerte presión sobre Arabia Saudí, para forzar al reino a un recorte de la producción petrolera, con la finalidad de ayudar a apuntalar los alicaídos precios del crudo.
Detener la caída de los precios
Los legisladores han dejado ver su frustración a medida que las cotizaciones del crudo se han desplomado, como resultado de una guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí. Esta situación afecta a los productores de petróleo de los Estados Unidos, en medio de la crisis sanitaria a causa del coronavirus.
Innumerables trabajadores petroleros, muchos de ellos en estados con tendencia republicana como Texas, podrían perder sus empleos. Algunos perforadores de esquisto bituminoso, que se endeudaron demasiado, no sobrevivirán en absoluto. Más de 16 millones de estadounidenses ya han solicitado el desempleo en las últimas tres semanas.
Retiro de apoyo militar
Los senadores republicanos, representantes de los estados petroleros que recientemente introdujeron una legislación para retirar a las tropas estadounidenses de Arabia Saudí, dijeron este sábado que habían hablado con tres funcionarios del reino y les instaron a tomar medidas concretas para reducir la producción de crudo.
La llamada fue dirigida por los senadores Dan Sullivan y Kevin Cramer, miembros del Comité de Servicios Armados del Senado, quienes presentaron una ley en marzo para eliminar las tropas estadounidenses, los misiles Patriot y los sistemas de defensa THAAD de Arabia Saudí a menos que el reino reduzca la producción.
En enero, Estados Unidos tenía 2.500 efectivos militares en Arabia Saudí. En octubre de 2019, Washington desplegó alrededor de 3.000 soldados allí, en un momento de intensas tensiones con Irán.
Hablaron con el ministro de energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, el viceministro de Defensa Khalid bin Salman y la embajadora saudí en los Estados Unidos, la princesa Reema bint Bandar bin Sultan.
En una entrevista con la cadena CNN, Sullivan dijo que los senadores estaban abiertos a escuchar el mensaje de los saudíes. «Pero en este punto las acciones van a hablar mucho más fuerte que las palabras».
El apoyo de Trump
La semana pasada, cuando el grupo de senadores republicanos que emprendió este esfuerzo se reunió con el presidente Donald Trump, le suplicaron ponerse del lado de los productores de petróleo de los Estados Unidos. Le dijeron que la industria petrolera desempeñó un papel importante para que el país saliera de la recesión de 2008-2009.
En un momento dado, Trump dijo que los precios más bajos del petróleo son buenos para los estadounidenses comunes. Explicó que entraría en la disputa cuando lo considerara conveniente. En la última semana, el mandatario ha realizado un esfuerzo más concertado para buscar una solución a la crisis. Ha realizado varias llamadas telefónicas a sus homólogos de Rusia y Arabia Saudí.
Durante la conferencia de prensa del jueves por la noche, habló de un acuerdo inminente entre los saudíes y los rusos para recortar la producción. Y después de que los miembros de la OPEP y otras grandes potencias energéticas se reunieron el jueves, Rusia y Arabia Saudita suspendieron su brutal guerra de precios.
Ahora están presionando a docenas de grandes productores de crudo hacia un acuerdo que reduciría la producción y ayudaría a estabilizar un mercado que ha sido sacudido por la pandemia de coronavirus.
Pero todavía no hay una solución definitiva al problema, ya que México aún se niega a reducir su suministro. Trump dijo el viernes que Estados Unidos reduciría la producción de petróleo en 250.000 barriles por día. De esta forma, el vecino del sur reduciría su producción en solo 100.000 barriles por día. Pero no está claro si esa propuesta tendrá éxito.
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