Los migrantes venezolanos que regresan al país en medio de la pandemia del coronavirus son maltratados, estigmatizados, amenazados: «Decirles que son un arma biológica es un discurso de segregación que puede generar un genocidio o acelerarlo».
Con estas palabras el comisionado ante la OEA para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, denunció los tratos crueles y degradantes por parte de régimen de Nicolás Maduro contra los desplazados que han retornado al país.
En una entrevista con la cadena informativa alemana Deutsche Welle, Smolansky dijo que estas prácticas ponen en peligro la integridad física y psicológica de los migrantes venezolanos y podrían conducir a un genocidio. «El régimen culpa a los retornados del inevitable progreso del coronavirus y los denomina «casos importados”, agregó.
Un crisis humanitria compleja
En declaraciones al canal colombiano TNT24, Smolansky recordó que los venezolanos es la segunda población con más desplazados después de Siria: Somos 5,1 millones de refugiados y somos la población con más desplazados sin haber padecido una guerra convencional o una catástrofe natural».
Instó a la comunidad internacional a otorgarle una dimensión global a la crisis de migrantes y refugiados venezolanos dándoles estatus de refugiados. Una manera de garantizarles protección permanente con derecho a la identidad y al acceso a servicios como la salud y educación. Además de poder insertarse en el mercado laboral.
Adicionalmente, pide la creación de una tarjeta de identidad regional para que los venezolanos puedan desplazarse de un país a otro sin mayores restricciones.
Situación agravada por la pandemia
El comisionado ante la OEA recordó que una de las tareas fundamentales de su oficina ha sido visibilizar la crisis venezolana, en especial la situación de los migrantes, a quienes también se les ha buscado atención y protección en los países donde se encuentran.
Destacó que elevará denuncias a la OEA y la ONU sobre los tratos crueles que han recibido del régimen más de 50.000 venezolanos que han regresado durante la pandemia.
Acusó a Freddy Bernal, el llamado «protector” del estado Táchira designado por Nicolás Maduro, de promover una campaña en contra de los venezolanos que regresan en medio del coronavirus. Ha pedido que las casas de estas personas sean «marcadas» para evitar contagios.
Además, ha insistido en que los Puntos de Alojamiento Social Integral (como el chavismo llama a los espacios de aislamiento) «se convierten en un estricto recinto militar» y que nadie puede entrar o salir del lugar. Un campo de concentración.
Venezuela se encuentra en estado de alarma nacional desde el 13 de marzo. Ese día se anunció la detección de los primeros casos de COVID-19. El 17 de marzo se decretó la cuarentena. Desde entonces, según cifras de la OEA, 84.000 venezolanos han regresado al país. La mayoría de ellos a través de la frontera con Colombia.
Impedidos de regresar
Muchos venezolanos que salieron del país por vacaciones o trabajo antes de la pandemia del coronavirus tampoco han podido regresar. El régimen de Nicolás Maduro tiene el espacio aéreo controlado. Asegura Smolansky que estos ciudadanos están varados desde hace casi tres meses en Chile, Argentina, Estados Unidos o España y no han podido regresar. «El régimen no les permite volver».
El paso por las fronteras terrestres sigue limitado, a pesar del corredor humanitario que abrió el gobierno colombiano para que los venezolanos volvieran a su país. Smolansky explicó que «el régimen de Nicolás Maduro restringió el paso de los ciudadanos a tres días por semana».
«Menos de 1.000 venezolanos pueden volver a su país cada semana. Es una clara violación a los derechos de los retornados, porque cualquier ser humano tiene el derecho a volver al país donde nació«, denunció.
En medio de esta situación, jóvenes y niños son vulnerables a ser reclutados por grupos irregulares que controlan las trochas de la frontera colombo-venezolana. Además, hay mujeres que son traficadas por redes de piratería amparadas por el régimen en la frontera Caribe del estado Sucre, en la región nororiental del país.
Regreso para la reconstrucción
Smolansky aseguró que los más de 5 millones de migrantes venezolanos que huyeron de la crisis del país tendrán un papel fundamental en la reconstrucción de Venezuela. «Hemos visto ejemplos como Bosnia o Croacia en donde los desplazados regresaron a reconstruir sus naciones. Eso es lo que queremos en Venezuela y estamos trabajando en ello desde ya», agregó.
También hay casos «claros de cómo impulsar su retorno generando incentivos como fondos de repatriación o beneficios fiscales para que enfermeras, médicos, periodistas e ingenieros vengan a formar parte de la reconstrucción». Destacó que la primera condición de los migrantes para regresar es que retorne la democracia.
«No tengamos duda de que la única, no la mejor ni una de ellas, sino la única solución para que los venezolanos dejen de abandonar su país es logrando el retorno de la democracia. Para lograrlo trabajamos día a día desde el gobierno legítimo», dijo.
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