La impactante gama de productos cosméticos para potenciar la estética femenina está en escrutinio. Sus componentes, muchas veces tóxicos, han sido denunciados y alertados para su uso. En el caso de pinturas para uñas se ha advertido que muchas podrían contener sustancias cancerígenas. Un nuevo estudio sostiene que la nueva práctica de secadores de uñas mediante luz ultravioleta (UV) daña el ADN y provoca muerte celular.
Dice el refrán popular que “para ser bella hay que ver estrellas”; podría ahora implicar un mayor compromiso que incluya a la salud. De allí que la cosmética tiene una alta responsabilidad.
En los últimos años se ha desvelado que la gran mayoría de esmaltes para uñas que se comercializan llevan el llamado ‘trio tóxico’: formaldehído, ftalato de dibutilo y toludeno. Estas sustancias pueden afectar al sistema nervioso, respiratorio y pueden ser cancerígenas, según el Departamento de Control de Sustancias Tóxicas de California (EE UU).
Alerta además que algunas pinturas presentadas en el mercado como saludables continúan teniendo en su composición el trío tóxico. En vista de ello, los expertos sugieren poner atención a los componentes -aunque inscritos en letras demasiado pequeñas en los envases- y desecharlos o, distanciar su uso en manos y pies.
Sin embargo la investigación adelantada en la Universidad de California en San Diego (EE UU) y publicada en Nature Communications ofrece hallazgos desconocidos. Está enfocado en la aplicación de gel en las uñas. Y está dirigida a la práctica que cobra aceptación masiva en los salones de belleza y hogares, como son los secadores con luz ultravioleta.
Secadores de uñas ultravioleta: 20 minutos de exposición pone en riesgo el ADN
Concretamente, se ha demostrado que una sola sesión de 20 minutos supone entre un 20 y 30% de muerte celular. Mientras que tres sesiones consecutivas de 20 minutos causarían la muerte de entre el 65% y el 70%.
Las nuevas lámparas o secadores de uñas que utilizan luz ultravioleta A en los centros de manicura de gel están de moda. Este sistema se hace con un esmalte especial que se aplica sobre la uña para lograr mayor grosor. Es un factor que ha sido estudiado por los investigadores para llegar a la conclusión de que su uso provoca modificaciones en el ADN, muerte celular y, a largo plazo, un mayor riesgo de sufrir cáncer de piel.
Ludmil Alexandrov, profesor y autor del estudio, se motivó a realizar las investigaciones luego de leer en una publicación que a una joven participante de un concurso de belleza le habían diagnosticado una forma rara de cáncer de piel en el dedo.
«Me pareció extraño, así que empezamos a investigar. Nos dimos cuenta de que había varios informes en revistas médicas en los que se decía que las personas que se hacían la manicura de gel con mucha frecuencia denunciaban casos de cánceres muy raros en los dedos. Esto sugería que podía ser algo que causara este tipo de cáncer», comentó Alexandro y otro de los autores, en la web de la universidad.
«Y lo que vimos fue que no había ningún conocimiento molecular de lo que estos dispositivos hacían a las células humanas», resaltó.
En los estudios «vimos varias cosas: en primer lugar, que el ADN se daña», afirmó el profesor. «También que algunos de los daños en el ADN no se reparan con el tiempo. Y que generan mutaciones tras cada exposición con un secador de esmalte de uñas UV. También la exposición puede provocar disfunción mitocondrial, por tanto puede causar mutaciones adicionales. Examinamos a pacientes con cáncer de piel y observamos exactamente los mismos patrones de mutaciones en estos pacientes que se vieron en las células irradiadas».
Motivos de preocupación
Maria Zhivagui, becaria postdoctoral del Laboratorio Alexandrov y también autora del estudio, empleaba estos secadores con luz ultravioleta después de colocarse las uñas de gel. «Cuando vi el efecto de la radiación emitida por el dispositivo de secado del esmalte en gel sobre la muerte celular. Y que, de hecho, muta las células incluso después de una sola sesión de 20 minutos, me sorprendí. Me pareció muy alarmante y decidí dejar de usarlo».
«Nuestros resultados experimentales y las pruebas anteriores sugieren claramente que la radiación emitida por los secadores de esmalte de uñas UV puede causar cáncer de mano. Y que los secadores de esmalte de uñas UV, al igual que las cámaras de bronceado, pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel de aparición temprana», escriben los autores.
El perfil genómico reveló niveles más altos de mutaciones somáticas en las células irradiadas, con patrones de mutaciones ubicuamente presentes en pacientes con melanoma.
Estos datos en células humanas pintan una imagen de un procedimiento puramente cosmético que es más arriesgado de lo que se creía anteriormente. Pero, ¿hacerse una manicura en gel una vez al año es realmente motivo de preocupación. O solo deberían preocuparse aquellos que lo hacen con mucha frecuencia? Se necesitan más estudios para cuantificar cualquier aumento en el riesgo de cáncer y con qué frecuencia de uso. Pero con muchas alternativas a este procedimiento cosmético, el riesgo puede no valer la pena para algunos consumidores.
«Nuestros resultados experimentales y la evidencia previa sugieren fuertemente que la radiación emitida por los secadores de esmalte de uñas UV puede causar cáncer de mano. Y que los secadores de esmalte de uñas UV, similares a las camas de bronceado, pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel de aparición temprana», indicaron.