Por Cambio16
8/2/2017
La periferia del norte de París ha registrado su tercera noche de disturbios consecutiva tras la violenta detención el jueves de un joven en Aulnay-sous-Bois, por la que un agente ha sido imputado por violación y otros tres por «violencia voluntaria». Los disturbios que en las últimas noches afectaron a la localidad de Aulnay-sous-Bois, tras la presunta agresión de una patrulla policial a un joven negro, se extendieron a otros municipios de la periferia de París.
Aunque las autoridades señalaron que el número de incidentes fue menor, hasta 17 personas fueron arrestadas en diversas localidades de la periferia norte de la capital en la noche, mientras que en Aulnay-sous-Bois, epicentro de la protesta, se vivió una madrugada de calma.
Al menos 26 personas fueron detenidas anoche, cuando cinco vehículos fueron incendiados, al igual que algunas papeleras, y hubo tentativas de prender fuego a dos restaurantes que, pese a la intervención de los bomberos, resultaron dañados, informaron fuentes policiales. La Prefectura de Policía añadió que los agentes se vieron rodeados anoche y lanzaron varios disparos al aire con balas reales para intentar calmar la situación, al no disponer «de ningún otro medio» de disuasión a su alcance.
La detención que ha provocado las protestas tuvo lugar el jueves por la tarde. «Los policías llegaron y dijeron: Todos contra la pared», explicó en la cadena BFMTV el afectado, Théo, un joven negro de 22 años de edad, que dijo que se acababa de cruzar con unos conocidos del barrio. Según su relato, los agentes le golpearon de inmediato y uno de ellos le introdujo por el ano una porra extensible, que le provocó desgarros por los que tuvo que ser operado.
El Ministerio del Interior anunció el domingo la suspensión de esos cuatro funcionarios. La Fiscalía, tal y como recogen los medios franceses, indicó que los agentes quisieron controlar la identidad de una decena de personas sospechosas de vigilar puntos de venta de estupefacientes en esa localidad del extrarradio de la capital francesa. Durante el dispositivo, según esa versión, intentaron detener a ese joven y usaron gas lacrimógeno y «una porra extensible» porque este se resistió.
Las protestas comenzaron el sábado y traen a la memoria de los franceses la oleada de violencia que se desató en el otoño de 2005 en decenas de barrios conflictivos, poco después de que el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, llamase «gentuza» a los jóvenes que los habitan y prometiera limpiar esas zonas con agua a presión.