En Estados Unidos se ha desatado una carrera estrepitosa en la compra-venta del Ozempic, un producto que promete acabar la obesidad mientras alimenta un millonario y riesgoso mercado negro. Un turbio comercio que busca ganancias complaciendo a personas deseosas de quitarse unos kilos de más, cueste lo que cueste.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) indican que en Estados Unidos la prevalencia de la obesidad en adultos en ese país era del 41,9% antes de la la pandemia. Uno de los más altos del mundo. El aumento en la demanda global de tratamientos para bajar de peso incrementó las ganancias de la danesa Novo Nordisk, que las fabrica.
La compañía acapara el mercado estadounidense (incluso Elon Musk dijo que lo usa) debido a que la FDA aprobó un fármaco de gran éxito llamado semaglutida, la molécula activo detrás de Ozempic. Un medicamento inicialmente para la diabetes tipo 2. Como el principio activo ha demostrado ser efectivo, los pacientes claman por más de lo que los fabricantes de medicamentos pueden producir.
El valor de mercado de Novo Nordisk aumentó hasta los 419.000 millones de dólares, más que el PIB del país de origen, que se ubica cerca de 406.000 millones. La desbordante demanda ha encarecido el medicamento y se está ofreciendo en Facebook y las redes sociales a la mitad de precio. Muchos grupos de pérdida de peso venden abiertamente Ozempic a través de plataformas digitales.
Mercado negro del Ozempic
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos declaró escasos en 2022 que Ozempic y Wegovy (también para la obesidad). La designación permite a las farmacias especializadas mezclar sus propias versiones más baratas de los exitosos medicamentos. Desde entonces, ha surgido un mercado paralelo o negro, sin precedentes del Ozempic.
El éxito de ventas atrae tanto a profesionales médicos autorizados como a empresarios con antecedentes: desde violaciones regulatorias hasta robos a mano armada. Clínicas como Slym Wellness prescriben medicamentos para bajar de peso sin marca siguiendo la política de la FDA, pero otras más audaces operan en una zona legalmente gris, reseña The Washington Post.
Más de dos docenas de sitios web evitan por completo a los médicos y las farmacias y venden semaglutida directamente a los consumidores. Se «cuidan» con confusas advertencias de que el medicamento no es para uso humano. El grupo Doctor’s Medical Weight Loss Partnership cobra a los posibles propietarios de clínicas 100.000 dólares para obtener una parte de la acción y ha publicitado erróneamente los medicamentos sin marca.
«Este método de proporcionar acceso me asusta», dijo David Kessler, ex comisionado de la FDA, sobre este oscuro mercado. «Ponen en manos de pacientes medicamentos para bajar de peso, sin conocer su originen y habrá problemas», subrayó.
Hasta ahora, los pacientes se muestran indiferentes. Los datos de la FDA no sugieren que la semaglutida fabricada en farmacia esté causando un daño generalizado. En mayo, sin embargo, advirtió a los consumidores que no pueden saber con certeza qué obtienen cuando compran semaglutida sin marca en una farmacia autorizada. Obviamente, la compra de medicamentos en línea de fuentes no reguladas ni autorizadas exponer a los pacientes a productos potencialmente peligrosos.
Presentaciones sin marcas más baratas
Las farmacias de compuestos son los sastres personalizados del mundo farmacéutico. Alrededor de 7.500 operan en EE UU y su trabajo principal es modificar medicamentos recetados para personas que necesitan formulaciones personalizadas. Las farmacias son inspeccionadas por las autoridades estatales y federales. Sin embargo, los medicamentos compuestos no cuentan con el sello de aprobación de la FDA y la agencia reitera que normalmente no son tan seguros como los medicamentos que se someten a una rigurosa revisión de la agencia.
Con precios de lista que superan los 900 dólares por un suministro mensual y la falta de una versión genérica aprobada por la FDA, las farmacias de compuestos funcionan como una fuente alternativa y más barata de medicamentos para bajar de peso que a menudo no están cubiertos por los seguros .
«La semaglutida es una situación única», señaló el farmacéutico de Michigan David Miller, miembro de la junta directiva de Alliance for Pharmacy Compounding, un grupo comercial. «La escasez prolongada de un medicamento multimillonario es inaudita», asentó.
Los analistas de TD Cowen estiman que el total de recetas casi se duplicó para Ozempic y más que cuadruplicado. Novo Nordisk y Wegovy, que fabrican los medicamentos, incrementaron en 85% sus ingresos respecto a 2022.
El director ejecutivo de Novo comentó que pueden pasar “varios años” antes de que pueda satisfacer la demanda. No obstante la empresa demandó a casi una docena de clínicas y farmacias que comercializan o dispensan versiones alternativas. Las acusan de infringir sus marcas registradas y a vender “nuevos medicamentos no aprobados” en violación de las leyes.
Escasez insólita
A pesar de los informes de efectos secundarios indeseables, los medicamentos a base de semaglutida recibieron otro impulso el mes pasado. Un ensayo clínico mostró que Wegovy redue el riesgo de problemas cardíacos en personas con sobrepeso. «Continuamos colaborando con las autoridades reguladoras para mantenerlas informadas sobre los detalles de los desafíos de suministro», dijo un portavoz de Novo.