El colosal derretimiento de los glaciares que viene documentándose hace décadas parece indetenible. Estas imponentes y vitales masas de hielo están retrocediendo en todas partes del mundo a medida que el planeta se calienta. Cuatro glaciares que bordean los altos Andes en Colombia, Perú y Bolivia se han reducido considerablemente y muestran que, al menos en los trópicos, el retroceso no tiene precedentes.
Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison y de la Universidad de California en Berkeley han encontrado evidencia de que los campos de hielo tropicales de gran altitud son probablemente más pequeños de lo que han sido en cualquier momento. Tomando como referencia el período desde que terminó la última edad de hielo hace 11.700 años.
Eso convertiría a los Andes tropicales -incluyendo a los cinco picos de la Sierra Nevada, en Mérida (Venezuela)– en la primera región del mundo en cruzar ese umbral como resultado del constante calentamiento global. También los convierte en posibles presagios de lo que les espera a los glaciares a nivel mundial.
Según el World Glacier Monitoring Service, una colaboración de varias instituciones con participación de Naciones Unidas, los casi cincuenta glaciares repartidos por el mundo han perdido una media de 20 metros de grosor desde 1980. Y en 2022 casi se ha triplicado la pérdida respecto a 2020. Mientras que el IPCC prevé que en 2100 habrá desaparecido el 80% de los hielos en Europa, el Cáucaso, oeste de Canadá y EEUU. Así como en el norte de Asia, Escandinavia y Nueva Zelanda, junto con los que aún quedan en regiones tropicales.
“Los trópicos probablemente serían el primer lugar donde se esperaría que desapareciera el hielo, y eso es lo que estamos viendo”, indicó Shaun Marcott, profesor de geociencia en la Universidad de Washington en Madison y director de la investigación.
Se achican los glaciares de los Andes
Los glaciares crecen lentamente con el tiempo en regiones donde el clima de verano no es lo suficientemente cálido como para derretir toda la nieve del invierno anterior. Con el tiempo, la nieve no derretida se acumula, se compacta y comienza a moverse bajo su propio peso, lo que da como resultado el hielo que se mantiene durante todo el año y que define a un glaciar, indica el estudio publicado en la revista Science.
Las imágenes satelitales y las observaciones terrestres han proporcionado evidencia concluyente durante décadas de que los glaciares de gran altitud en los Andes se están reduciendo constantemente. A medida que las temperaturas más cálidas hacen que se derritan más rápidamente de lo que la nieve puede reponerlos.
Lo que no está claro es si las menguantes huellas de los glaciares son anormalmente pequeñas en comparación con el resto del período que comenzó al final de la última edad de hielo, conocida como Holoceno.
«Sabíamos que los glaciares fluían y bajaban en el pasado. De allí que queríamos aprender cómo el comportamiento de los glaciares actuales (el derretimiento debido al cambio climático) se compara con sus fluctuaciones a largo plazo», comentó Andy Jones, profesor de la Universidad de Washington.
Para responder a esta pregunta, el equipo de científicos analizó la geoquímica del lecho rocoso de áreas cercanas a los bordes de cuatro glaciares en los altos Andes tropicales. Eligió sitios que, según mostraban las imágenes satelitales, estuvieron expuestos al derretimiento del hielo sólo en las últimas dos o tres décadas.
La cordillera de los Andes es tan alta que en muchos lugares hay glaciares permanentes, incluso en zonas tropicales. De hecho, casi todos los glaciares tropicales del mundo se encuentran en esa región.
Otros impactos futuros
El equipo buscó evidencia de dos isótopos únicos de un par de elementos con cristales de cuarzo del lecho de roca: berilio-10 y carbono-14. Estos isótopos -elemento químico en el que los átomos tienen el mismo número de protones- sólo están presentes en rocas que han pasado tiempo en la superficie de la Tierra o cerca de ella.
El lecho de roca acumula berilio-10 y carbono-14 una vez expuesto a la superficie. Medir las concentraciones de isótopos en los cristales de roca cerca de los glaciares puede ser útil para comprender la extensión anterior de la cobertura de hielo, señala la investigación.
Los expertos encontraron concentraciones «notablemente bajas» de ambos isótopos en casi todas las muestras. Sugiere que el derretimiento del hielo ha expuesto el lecho de roca cerca de los glaciares por primera vez y recientemente en la mayoría de los lugares analizados..
Análisis adicionales, y el hecho de que las concentraciones extremadamente bajas fueran consistentes en todos los sitios de muestra, hicieron que los investigadores confiaran en que el derretimiento del hielo, en lugar de la erosión, exponía el lecho de roca.
Esta coherencia apunta a una única conclusión probable, según Marcott. Los glaciares tropicales del mundo, más del 99% de los cuales están ubicados en los Andes, son los primeros en reducirse. Más allá de lo que se ha visto en el pasado geológico reciente.
«Los glaciares son muy sensibles al sistema climático en el que viven», adicionó. “Realmente son el lugar donde uno miraría para ver algunos de los primeros grandes cambios resultantes del calentamiento del clima. Puedes mirarlos e imaginar lo que podríamos estar viendo en el futuro en otros lugares como el oeste de EE UU que es un escenario sin hielo”.
Centinelas del cambio climático
Drew Gorin, autor principal del estudio y Ph.D. candidato en la Universidad de California, Berkeley, sostuvo que “este no es el resultado que esperábamos encontrar. Pensamos que faltaban décadas para esto”.
Estas muestras fueron tomadas de cuatro glaciares diferentes, y no todos son igualmente erosivos, explicó Gorin. Eso varía según factores como el clima y las precipitaciones.
“¿Estamos alcanzando algo similar en el centro de Chile?” se preguntó Claudio Bravo, investigador del Centro de Estudios Científicos de Chile que no participó en el estudio. «No sabemos si esto se aplica a los glaciares de los Andes en Chile y Argentina, que tienen condiciones diferentes».
Los Andes, que se extienden por el lado occidental de América del Sur, pasan por Venezuela, Colombia, Bolivia, Argentina y Chile. No todos los glaciares de los Andes se consideran tropicales.
Los glaciares de los Andes son un importante suministro de agua para millones de personas en América del Sur. En particular para quienes viven en las tierras altas andinas de Bolivia, Chile y Perú, según la Unesco de 2018. Durante las sequías, el agua de deshielo de los glaciares se vuelve crítica.
“¿Cómo nos vamos a adaptar a un mundo, a unas montañas, que ya no tendrán el agua que tenían?” dijo Juan Luis García, profesor de geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile a Inside Climate News.
Más que un simple recurso hídrico, los glaciares son centinelas del cambio climático. “Hoy”, confió, “hay un clima que no es comparable a los rangos que hemos tenido durante los últimos 10.000 años”.
Asentó que existe un desafío importante como comunidad científica para mostrar estos cambios con buena investigación. “Y para advertir que se avecina una nueva era: una en la que no habrá glaciares en las montañas”.