Veinticinco países se comprometieron financieramente a apoyar el Fondo Verde para el Clima -una iniciativa de la ONU- con 9.300 millones de dólares durante el período 2024-2027. Aunque se trata de una cifra muy grande, es menor al aporte de hace cuatro años, cuando los gobiernos de veintiocho países otorgaron 9.780 millones (5,1% menos) para ayudar a las naciones en desarrollo a ser más ecológicas y proteger a las personas de los impactos del cambio climático.
A medida que las contribuciones de los donantes tradicionales se estancan, el nuevo liderazgo del Fondo está buscando fuentes privadas para hacer que el dinero rinda y se estire. Japón y Noruega fueron los únicos países importantes que anunciaron nuevas contribuciones en una conferencia de promesas para el Fondo Verde para el Clima en Bonn, Alemania. Ofrecieron menos dinero –en términos de dólares estadounidenses– que en la ronda de recaudación de fondos anterior en 2019.
Alemania, el Reino Unido y Francia hicieron promesas antes de la conferencia. Pero otros posibles grandes contribuyentes, como Suecia, Italia y Suiza, señalaron su intención de hacer promesas en las próximas semanas. Argumentaron que aún no estaban preparados para hacerlo por razones presupuestarias internas.
Estados Unidos, que no proporcionó ningún dinero en 2019 bajo el entonces presidente Donald Trump, no anunció ninguna contribución citando la “incertidumbre constante en nuestro presupuesto”. Mientras que Australia dijo que se reincorporaría “con una modesta contribución” al fondo del que se había retirado bajo un gobierno de derecha anterior en 2018. Se espera que la cifra se anuncie antes de fin de año.
Aporte al Fondo Verde para el Clima
Mafalda Duarte, directora ejecutiva del Fondo Verde para el Clima, calificó la recaudación de fondos como un “éxito” durante una conferencia de prensa. Los contribuyentes “reconocen que abordar la crisis climática es una responsabilidad compartida y que las naciones en desarrollo no están solas en esta lucha”, puntualizó.
Pero los activistas señalaron a Climate Home News que estaban decepcionados por las promesas. «Es simplemente inaceptable», comentó Erika Lennon, quien monitorea el fondo para el Centro para el Derecho Ambiental Internacional. “La crisis climática no ha hecho más que empeorar y es ridículo que los países no atiendan esa urgencia con el nivel de financiación necesario”.
El GCF es un mecanismo de financiación fundamental del Acuerdo de París. Se creó para canalizar el dinero que necesitan los estados pobres para cumplir sus objetivos de reducir las emisiones de carbono. Y a la vez para adaptarse a los efectos del cambio climático.
Y está buscando donaciones para financiar sus actividades entre 2024 y 2027, con la esperanza de superar los 10 mil millones de dólares que recaudó en la ronda anterior hace cuatro años.
Alemania se convertirá en el mayor donante del fondo con una promesa de 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares). Un 30% más en términos de dólares que su contribución anterior.
Le sigue el Reino Unido con 1.600 millones de libras (2.000 millones de dólares), ligeramente superior a su promesa de 2019. Y Francia con 1.610 millones de euros (1.750 millones de dólares), un recorte del 4% en dólares dado el tipo de cambio menos favorable.
Japón, que alguna vez fue el mayor contribuyente del fondo, no ha aumentado su compromiso financiero con respecto a hace cuatro años. Esto significa una disminución de casi el 19% en términos reales.
Oportunidades perdidas
Estados Unidos, que es copresidente de la junta directiva del GCF, tiene “una confianza fuerte y firme” en el Fondo Verde para el Clima, según una declaración leída a los asistentes en Bonn en nombre de Alexia Latortue, subsecretaria de Comercio Internacional y Desarrollo. Pero no se prevé ningún compromiso financiero. «EE UU está trabajando actualmente en su anuncio. Pero no puede comprometerse hoy dada la actual incertidumbre en nuestro proceso presupuestario», añadió.
Joe Thwaites, un alto defensor del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, dijo que era una “oportunidad perdida”.
Las promesas actuales y esperadas ponen al fondo en camino de superar solo marginalmente los $10.000 millones. Esto fue calificado como un escenario de “status quo” o “bajo” en un documento de estrategia interna visto por Climate Home. Esto contrasta con un objetivo de nivel medio de 12.500 millones de dólares y un escenario “alto” de 15.000 millones de dólares.
En el escenario del “status quo”, la mayor parte de los recursos serían absorbidos por proyectos que ya están en tramitación –dice el documento– y la nueva programación sólo podría lograrse a través de “compensaciones significativas”.
Y en un escenario “medio”, el fondo planea extender los sistemas de alerta temprana a cuatro países más. Ayudar a cinco millones más de pequeños agricultores. Y desarrollar sistemas alimentarios y ecosistemas amigables con el clima. En el escenario “alto”, el fondo ayudaría a los sistemas financieros de los países en desarrollo a trabajar hacia una transición verde y promovería la innovación en tecnologías limpias, dice el documento.