La Habana [14YMEDIO]
Cuba superó esta semana los 2.000 casos de contagios diarios. Marca un récord y supera con creces en solo dos días, la anterior cifra más alta: 1.561 casos. De los 2.055 positivos de la última jornada, diagnosticados al analizar 30.462 muestras, 2.008 son autóctonos y 47 importados. En los hospitales y centros de aislamiento hay ingresadas 34.694 personas: 9.129 casos activos -54 críticos y 97 graves-, 7.421 con síntomas sospechosos y el resto en vigilancia epidemiológica.
La capital, que experimentó una tendencia a la baja en los contagios en mayo, tuvo una ligera subida, 361 contagios, mientras que las provincias de Camagüey y Santiago de Cuba registraron 300 casos cada una, seguidas de Matanzas (156) y Ciego de Ávila (132). El martes Granma advertía de que Matanzas debía «apretarse el cinturón» ante el incremento de contagiados. Precisa el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba que entre los casos confirmados hay personas que ya recibieron las tres dosis del candidato vacunal Abdala.
El gobernador Mario Sabines Lorenzo considera imprescindible «restringir la movilidad» en la provincia, que alcanzó una tasa por encima de los 200 casos positivos por cada 100.000 habitantes. Con el rebrote han aumentado los ingresos y, por tanto, hay tensión en «las capacidades tanto en los centros de salud como en otros lugares habilitados para el tratamiento, seguimiento o aislamiento de pobladores».
Fuertes restricciones en Santiago de Cuba
Algo similar sucede con Artemisa, donde, desde este miércoles se limita la entrada y salida de personas. Presenta un número alto de contagios y se prevé un incremento de los casos. En el municipio Bauta continúa la restricción de acceso a La Habana para los residentes. Solo pueden entrar a la capital personas con permiso oficial y que presenten problemas de salud, vayan a consultas especializadas o a trabajar. Mientras, en el oriente la situación sigue complicada. Amaneció con 300 casos positivos.
Las autoridades santiagueras impusieron el 26 de mayo 22 medidas severas para controlar el rebrote desmedido de la COVID-19. Los residentes viven desde entonces con toque de queda por las noches y restricciones de movimiento estrictas por el día. En la última semana el promedio de contagios en el territorio fue de 212 cada día.
Por otra parte, en la zonas en riesgo, incluida La Habana, se realiza un estudio de intervención sanitaria con Abdala y Soberana 02, los dos candidatos vacunales más avanzados de los cinco desarrollados por Cuba. Sin embargo, no han recibido aún la autorización para el uso de emergencia por parte del Centro para el Control Estatal de Medicamentos (Cecmed), luego de haber anunciado que Soberana 02 presenta una eficacia del 62% y Abdala, de más del 92%, en la última fase de ensayos clínicos. La Organización Mundial de la Salud establece que para que un candidato vacunal sea considerado vacuna debe demostrar una eficacia igual o mayor al 50%.
Crece la desconfianza de los cubanos ante las vacunas nacionales
«Tienen como loca a la presidenta del CDR de mi cuadra porque ha ido muy poca gente a vacunarse y anda buscando a todos en el barrio para que vayan a ponerse la vacuna», contó a 14ymedio un residente de Centro Habana que no piensa inmunizarse con ningún candidato vacunal cubano hasta que no estén certificados internacionalmente. «Cuando salía para el trabajo me abordó para saber si había ido y le tuve que explicar que Abdala no es una vacuna sino un candidato vacunal».
El caso del joven habanero no es la excepción. La incertidumbre reina entre los cubanos por la falta de transparencia de las autoridades, que no cuentan con un ente independiente que evalúe con rigor científico los resultados de sus ensayos.
Lejos de tranquilizar, ha generado nuevas dudas el anuncio de que el fármaco Abdala, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, alcanza una efectividad del 92%. Unos días después los voceros oficiales informaron del 62% de eficacia de Soberana 02, un desarrollo del Instituto Finlay de Vacunación.
«Yo no sé, yo no me la trago. ¿Sabe por qué? Porque los vacunatorios están vacíos. Y a mí esto me huele a una operación estratégica promocional de la vacuna. Con los datos de contagios que no paran de subir, preparan a la gente antes de anunciar que la vacunación será obligatoria», insiste el habanero.
Las dudas públicas más llamativas provienen de los profesionales de la salud de la isla. El médico Renato Sánchez, de Cienfuegos, aunque confía en la vacunación y anima a vacunarse con Soberana 02 o Abdala, ha colgado en sus redes críticas severas a la poca o ninguna transparencia de los ensayos, y a la carencia de datos precisos. Sánchez plantea un sinfín de preguntas.
Argumenta que la candidata mejor estudiada es Soberana 02, cuyos ensayos se han realizado también en Irán, un país con gran incidencia de la COVID-19 que permite comprobar mejor los efectos.
Vacunas de «bajo riesgo»
Sánchez explica el funcionamiento de ambos productos, los dos basados en la utilización de la subunidad proteica RBD, que el virus utiliza para unirse al cuerpo. Se trata de un tipo de mecanismo más económico y con poco riesgo en lo científico (al contrario que las basadas en ARN mensajero, como Pfizer o Moderna, más innovadoras), que se utiliza en muchas enfermedades, como el tétanos. Precisamente por esto ve seguras las pruebas en menores de Soberana 02. Usa la misma base que otras vacunas infantiles.
Abdala inserta la misma información, pero en una levadura, de manera semejante a las vacunas de la hepatitis, también usadas en niños. El médico no entiende, en este sentido, que no se esté probando este candidato en menores.
Sánchez se pregunta cómo es posible que haya hasta 30 puntos porcentuales de diferencia en la efectividad de ambas y, aunque no tiene la respuesta, analiza la información conocida, no sin avanzar que hay una franca competencia entre las dos instituciones científicas por la misma meta, una situación a su juicio, sin precedentes.
«Quien crea que es emulación socialista y que no hay egos crecidos y egos heridos no ha estado jamás dentro de una institución científica», asegura.
Una fase 3 breve y con muchos egos crecidos y heridos
Sánchez considera que las candidatas cubanas han hecho una fase 3 breve sobre una población con incidencia baja. Para comparar, escoge Pfizer, que si bien estaba ensayando un nuevo método, estuvo desde mayo a diciembre recogiendo datos de la última fase antes de presentarlos a la OMS para uso de emergencia.
Para no hacer comparaciones tan dispares, Sánchez se fija en Soberana 02, cuyo estudio en fase 3 empezó en marzo y acaba de publicar sus resultados. Frente a esto, Abdala comenzó en mayo y los ha tenido días después de inocular a 44.010 voluntarios (casi 4.000 más que Soberana) y con una dosis más.
Los plazos son muy breves, aunque el problema es más bien con cuántos casos de COVID-19 se hizo el estudio, porque sin ese dato clave es imposible hacerse a la idea de lo que pasará en una población mayor. Aunque Santiago de Cuba, donde se ha ensayado con Abdala, sí ha tenido incidencias significativas de la enfermedad, no ocurre lo mismo en Holguín, Santiago de Cuba y Las Tunas, las tres provincias restantes.
Sánchez especula con que podría producirse un efecto similar al de Sputnik V, que reportó unos resultados de efectividad superior al 90% y, al llegar a una población masiva (se está viendo en Argentina) el seguimiento rebaja la cifra a números que más bien ronda el 60%.
“La vacuna rusa sí funciona muy bien es en la efectividad para evitar contagios, algo que aún está por demostrarse con Abdala”, dice Sánchez.
Advierte que, al comparar las candidatas nacionales, se debe indicar cuáles variantes circulaban por las zonas en ese periodo y cuáles afectaron a los voluntarios. “Es la manera de valorar su efectividad y conocer si eso explica la diferencia de eficacia entre Abdala y Soberana”, acota.
Según Sánchez hay que dilucidar cuál es la más efectiva para concentrar los esfuerzos. Con una efectividad del 92% basta con vacunar al 68% para tener inmunidad colectiva, mientras que con una que tenga el 62% será preciso inocular al 90% de la población.
«Grave error vacunar al grupo que recibió el placebo»
El médico considera un grave error inocular al grupo que recibió placebo antes de tener los resultados. «Eso sin contar que los investigadores, dos días después de vacunar, ya sabían quién tenía placebo. Eso no se puede hacer: en un estudio doble ciego, sabes qué se le puso a cada quien cuando tengas los casos esperados de COVID-19», señala.
También alerta sobre la cantidad de contagios que siguen produciéndose en Holguín, Santiago de Cuba y Las Tunas, donde aumentan pese a tener Abdala Aunque las vacunas, se sabe, están centradas en evitar formas graves de la enfermedad y no evitan contagiarse con el virus. «Les debo cálculos serios para saber si depende de las medidas, la disciplina o la efectividad de las vacunas», añade. Es contundente en su advertencia: «Ojo, no queremos otro PPG», refiriéndose al que fue el llamado «viagra cubano».
Las cinco vacunas cubanas están incluidas en el proceso para su aprobación por la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, apenas ha comenzado el trámite. La OMS está «en espera de información sobre estrategia y plazos para su presentación». El organismo regulador de fármacos en Cuba, el Cecmed, tampoco ha aprobado su uso de emergencia.
Publicado en 14ymedio
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