La conferencia virtual Eaumega 2022, organizada por la Unesco, se reunió recientemente para abordar la seguridad y la gestión del agua, así como los desafíos globales en las megaciudades en materia hidrográfica y de cambio climático.
En el encuentro se dieron cita científicos, formuladores de políticas, operadores, autoridades de cuencas y la sociedad civil para generar un panorama científico y técnico para la gestión del agua. Igualmente se compartieron y discutieron las soluciones que enfrentan y utilizan las megaciudades para mitigar los efectos del cambio climático.
Para mejorar la gestión del agua desde Eaumega proponen soluciones transversales y multidimensionales. Es por ello que la colaboración de los científicos que avanzan en el conocimiento, de los operadores y autoridades de cuenca (en los sectores público y privado) que innovan técnica y sociopolíticamente, y políticos locales que pueden apoyar nuevos modelos más justos y eficientes es de vital importancia.
Durante la conferencia Eaumega 2022 se activó la Alianza de Megaciudades para el Agua y el Clima. Esta plataforma se creó en la anterior cumbre Eaumega 2015 en París. Se constituyó como un foro de colaboración internacional que facilita el diálogo sobre el agua, para que las megaciudades aprendan unas de otras ante los desafíos de la gestión del agua.
Uno de los temas centrales durante el encuentro fue el intercambio de experiencias de grandes ciudades ante las inundaciones. La exploción demográfica y el crecimiento de las zonas urbanas en combinación con los efectos del cambio climático provocaron el aumento de las inundaciones. En este contexto es vital la gestión del agua para mitigar sus efectos sobre los habitantes de las megaciudades.
Algunos de los casos presentados por los expertos fueron los de ciudades como Denver, París o Saõ Paulo. Entre las conclusiones alcanzadas destaca la necesidad de aumentar la prevención y la planificación frente a los eventos extremos. Igualmente, implementar soluciones verdes y aumentar la inversión en resiliencia de las urbes.
Otra de las sugerencias compartidas en el evento fue fomentar las alianzas y la colaboración entre administraciones y empresas. Estas asociaciones son imprescindibles para avanzar en un urbanismo sostenible.
Megaciudades en sequía
Las megaciudades son centros urbanos donde viven más de 10 millones de habitantes. París, Nueva York, Beijing, Bombay, Tokio, México, Lagos son algunos ejemplos. Se estima que para 2030, más de mil millones de personas vivirán en aproximadamente 100 ciudades muy grandes y el 60% de la población mundial vivirá en áreas urbanas.
Un estudio publicado en la revista Nature prevé que para 2050 el número de grandes ciudades expuestas a la escasez de agua aumente de 193 a 284. Según el estudio entre 10 a 20 mega urbes tendrán serios problemas con la gestión del agua.
India y China son los países que más dificultades tendrán para gestionar el agua en sus megaciudades. Delhi, Mumbai y Bangalore de la India y Shanghái, Beijing y Tianjin de China serán afectadas por la sequía según el estudio.
Ciudad de México (México), Sao Paulo (Brasil), Cairo (Egipto), New York (Estados Unidos), Dhaka (Bangladesh), Karachi (Pakistán),Estambul (Turquía) y Manila (Filipinas) son parte de la lista. En el conteo están incluidas además Los Ángeles (Estados Unidos), Moscú (Rusia), Lahore (Pakistán), Yakarta (Indonesia)y Lima (Perú).
El estudio publicado en Nature sugiere posibles soluciones. Para Los Ángeles, por ejemplo, recomienda adoptar la desalinización, la explotación de aguas subterráneas, la transferencia de agua entre cuencas y/o el comercio de agua virtual.
El concepto de agua virtual fue desarrollado por el geógrafo británico John Anthony Allan por el cual recibió el Premio del Agua de Estocolmo. Este concepto propone que al intercambiar bienes y servicios, igualmente se intercambia el agua involucrada en la fabricación de esos bienes y servicios.
Sin embargo, 16 grandes ciudades, incluidas dos megaciudades,Delhi y Lahore, en India y Pakistán respectivamente, están restringidas por niveles geográficos y de desarrollo económico. Esta condición dificultará la gestión del agua en el futuro.