El coronavirus en España sigue haciendo de las suyas y amenaza con la llegada de una cuarta ola. El último reporte del Ministerio de Sanidad registró 11.435 nuevos contagios y 397 fallecidos. Mientras que la incidencia acumulada bajó hasta los 294 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Por el momento la vacunación en España ha sido lenta, aunque se espera que para esta semana acelere el ritmo.
Desde el inicio de la pandemia han muerto 66.316 personas con prueba positiva de COVID-19. Aunque el exceso de mortalidad, según el Instituto Nacional de Estadística y el Informe MoMo del Instituto Carlos III ronda los 85.000 decesos. Según las estadísticas oficiales de Sanidad, en España ya se han registrado 3.121.687 personas con el virus.
La tercera ola está descendiendo más rápido que las dos primeras y en Madrid, la comunidad con más casos y en donde la curva se está aplanando más lentamente, levantará las restricciones a partir del lunes en 31 zonas básicas de salud y 11 municipios. Sin embargo, se mantendrán una semana más los protocolos de limitación en 23 áreas y ocho localidades.
Madrid levanta restricciones
Desde el pasado jueves, Madrid amplió el horario del toque de queda hasta las 23.00, desde esa hora y hasta las 6.00 se prohíbe la movilidad, excepto para ir y volver del trabajo.
Desde ese mismo día también se estableció la ampliación para la hora de cierre de establecimientos, a las 22.00 horas. De estos locales quedan exceptuadas las farmacias, centros y establecimientos sanitarios, centros y servicios de carácter social, veterinarias, servicios de comida a domicilio, gasolineras y otros considerados esenciales. Las reuniones sociales se mantienen prohibidas.
A pesar de que la curva va bajando, muchos se preguntan por qué Madrid va más lento que otras comunidades. Ante esto, Antonio Zapatero, viceconsejero de Sanidad, ha contestado que “esto no es una competición”, y que Madrid está bajando lento pero seguro.
La razón podría ser que la mayoría de comunidades impusieron medidas restrictivas cuando llegó la tercera ola casi de forma inmediata, por ejemplo el horario muy limitado de bares y restaurantes en Andalucía o el cierre por completo en Castilla-La Mancha.
Sobre la vacunación
La vacuna contra la COVID-19 ya ha sido inoculada a más de 378.000 personas. Lo que sugiere que un 82% de sanitarios y un 95% de los residentes tiene ya las dos dosis completas, según Sanidad. Gracias a la inyección, aseguran, es que en estos centros sociosanitarios ha habido una bajada en la aparición de brotes, en el número de casos y en la necesidad de ingreso hospitalario de quienes viven allí.
“El efecto de la vacunación se nota de forma clara”, dijo Zapatero. Los brotes se han reducido un 63%, los casos un 86,3% y los ingresos en un 88%, según las cifras aportadas por la Comunidad de Madrid. En las últimas tres semanas se ha pasado de detectar 18 brotes a cinco; de registrar 212 nuevos contagios a 20; y de requerir 41 ingresos en hospitales a cinco.
La semana que viene comenzará a administrarse la inyección a los mayores de 80 años, según informó el miércoles el Ejecutivo regional. Por lo que el avance continuará, aunque la planificación sigue sin estar del todo clara. Las enfermeras de atención primaria denuncian que hasta el viernes no habían recibido instrucciones para comenzar a vacunar.
Efectos adversos de las vacunas
El Ministerio de Sanidad, aseguró que hasta el viernes habían sido inoculadas 2.615.838 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech contra la COVID-19. De las cuales 1.129.821 personas han completado la pauta de vacunación con este fármaco (con las dos dosis necesarias).
Por su parte, la Agencia Española del Medicamento ha determinado que los principales efectos secundarios presentes en las personas que han recibido la vacuna de Pfizer son cansancio, escalofríos, fiebre y dolor de cabeza, articular o muscular, además de dolor e hinchazón en la zona del pinchazo.
De Moderna 120.042 personas han recibido alguna dosis de esta vacuna, mientras que ya hay 14.735 inmunizaciones completas con el fármaco de la compañía norteamericana. Los principales efectos secundarios no son tan distintos a los de la vacuna de Pfizer, aunque añaden algunos como náuseas, vómitos o hinchazón en la axila. Además, podría presentarse también cierta rigidez muscular y articular.
Sobre la vacuna de AstraZeneca/Oxford dijeron que es la que menos se ha administrado a día de hoy, por ser la última en aprobarse. 46.871 dosis del fármaco han sido inoculadas y, por el momento, no se ha completado ninguna inmunización con ella. Los efectos notificados de esta son prácticamente los mismos que los de la de Moderna, a diferencia de que no se han detectado vómitos ni rigidez muscular o articular. Además, la zona de la inyección presenta, según los afectados, una sensibilidad superior a la habitual y podrían producirse picores molestos o moratones como consecuencia del pinchazo.
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